El 27 de septiembre de 2024, la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos (RNLAF) retirará oficialmente su flota de cazas F-16 Fighting Falcon, marcando el fin de una era para esta aeronave legendaria que ha sido fundamental en la defensa del país desde finales de la década de 1970.
Para conmemorar su retiro, la RNLAF ha organizado un último vuelo desde la base de Volkel, que recorrerá lugares significativos de la historia del F-16 en todo el país.
El legado del F-16 en la RNLAF
La introducción del F-16 Fighting Falcon marcó una transformación importante en la capacidad militar aérea de los Países Bajos. A finales de los años 70, la RNLAF buscaba reemplazar sus viejos cazas F-104 Starfighter y NF-5. Tras un riguroso proceso de selección, el F-16 fue escogido sobre otras alternativas como el SAAB Viggen y el Dassault Mirage, ya que cumplía con todos los requisitos operativos.
Un aspecto clave de la introducción del F-16 fue la participación de la compañía aeronáutica Fokker, que recibió la licencia para construir el avión en los Países Bajos. La fábrica establecida en el aeropuerto de Schiphol no solo fabricó aviones para la RNLAF, sino que también apoyó el ensamblaje de F-16 para países aliados como Noruega, Dinamarca y Egipto. El primer fuselaje llegó a Fokker en 1978 y, a lo largo de su funcionamiento, entregó un total de 306 F-16, de los cuales 213 fueron destinados a la RNLAF.
Las primeras entregas a la RNLAF se realizaron en junio de 1979 en la base aérea de Leeuwarden, simbolizando el inicio de una nueva etapa en la aviación militar holandesa. Las bases principales para albergar escuadrones de F-16 fueron Leeuwarden y Volkel, esta última designada para el escuadrón con capacidad nuclear.
Formación de pilotos y operaciones internacionales
Los pilotos de la RNLAF fueron de los primeros en recibir formación en Estados Unidos para operar el F-16, reflejando la colaboración con la OTAN. Este entrenamiento tuvo lugar en la base de Morris ANG, Arizona, bajo el mando del 148th Fighter Squadron.
Durante 32 años, la base de Morris ANG fue el centro de formación para los pilotos holandeses hasta que, el 29 de julio de 2022, el último F-16 aterrizó en esa base, cerrando este importante capítulo de la historia de la RNLAF.
A lo largo de su servicio, el F-16 demostró ser una aeronave clave para las operaciones internacionales de la OTAN, especialmente durante conflictos como el de los Balcanes en la década de 1990. Participó activamente en la Operación Deny Flight, que estableció zonas de exclusión aérea en Bosnia y Herzegovina, y en la Operación Fuerza Deliberada, que realizó ataques coordinados para debilitar a las fuerzas serbobosnias. Asimismo, durante la guerra de Kosovo en 1999, los F-16 de la RNLAF participaron en la Operación Fuerza Aliada, una campaña aérea sostenida para detener la violencia étnica en la región.
Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, los Países Bajos se unieron a la lucha global contra el terrorismo, desplegando aviones F-16 en Afganistán como parte de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF). Los F-16 realizaron misiones de apoyo aéreo cercano y reconocimiento para las fuerzas de la coalición. Además, participaron en la Operación Inherent Resolve desde 2014, contribuyendo a los esfuerzos internacionales contra ISIS.
Modernización y transición al F-35
Con el paso de los años, la carga operativa de los F-16 fue más intensa de lo previsto, generando desafíos estructurales que requirieron actualizaciones y mejoras. La RNLAF tomó la decisión de modernizar parte de su flota en lugar de adquirir nuevos aviones, reforzando la aviónica, sistemas de combate y estructuras para extender la vida útil de estas aeronaves.
Sin embargo, con el avance de la tecnología y la llegada de la quinta generación de cazas, la RNLAF inició la transición hacia el F-35. El 29 de marzo de 2024, el F-35 asumió las tareas de Defensa Aérea de Benelux y el 1 de junio de ese mismo año, también el papel nuclear. Finalmente, el 26 de septiembre de 2024, la RNLAF declaró la capacidad operativa plena (FOC) del F-35, convirtiéndose en la segunda fuerza aérea europea en operar exclusivamente cazas de quinta generación.
Despedida de una leyenda: Retiro del F-16 de la RNLAF
El F-16 Fighting Falcon deja un legado de más de 40 años de servicio en la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos, destacando por su versatilidad y eficacia en misiones internacionales. Con su retiro, la RNLAF da la bienvenida a una nueva era de tecnología militar y defensa aérea con el F-35, garantizando su compromiso con la seguridad y estabilidad internacional.