El 4 de febrero de 2023, un F-22 Raptor de la Fuerza Aérea de EE. UU., asignado al 1st Fighter Wing desde la Base Conjunta Langley-Eustis, ejecutó su primer derribo confirmado.
El F-22 protagonizó su primer derribo en combate frente a EE. UU.
La aeronave destruyó un globo de vigilancia chino frente a la costa de Carolina del Sur, usando un misil AIM-9X Sidewinder. Este hecho representó no solo el primer “kill” aire-aire del F-22, sino también una intervención en un escenario no convencional a altitudes superiores a los 60,000 pies.
La trayectoria del globo, calificado por el Pentágono como un activo de vigilancia de gran altitud, comenzó el 28 de enero de 2023 cerca de las Islas Aleutianas. Después de cruzar Alaska y el oeste de Canadá, entró al territorio continental estadounidense el 31 de enero. El 1 de febrero, civiles lo avistaron en Montana, lo que motivó amplia cobertura mediática. El 2 de febrero, el Pentágono confirmó públicamente que se trataba de un globo espía de China.
El presidente Joe Biden fue informado sobre el globo el 1 de febrero y autorizó su derribo el mismo día. Sin embargo, mandos militares recomendaron esperar hasta que el objeto volara sobre aguas territoriales para evitar riesgos a la población. Aunque no representaba peligro para la aviación comercial, su paso sobre instalaciones militares sensibles como la Base Aérea de Malmstrom generó preocupaciones por la seguridad nacional.
A las 14:39 (hora del este) del 4 de febrero, el F-22, con el distintivo de llamada “FRANK01”, disparó el misil desde una altitud de 58,000 pies. El impacto destruyó el globo a seis kilómetros de Myrtle Beach. La carga útil cayó en aguas de unos 14 metros de profundidad, lo que facilitó su recuperación. Imágenes tomadas por civiles captaron el momento en que el globo se desinfló tras el impacto.
Datos clave sobre el uso del F-22 contra el globo chino
- El derribo se realizó con un misil AIM-9X Sidewinder lanzado desde 58,000 pies.
- El globo volaba entre 60,000 y 65,000 pies, más alto que el tráfico aéreo comercial.
- El campo de escombros se extendió a lo largo de 11 kilómetros frente a Carolina del Sur.
- La recuperación permitió acceder a sensores, sistemas electrónicos y estructuras del globo.
- El globo medía 61 metros de altura y pesaba más de 900 kilogramos, con 16 paneles solares.
EE. UU. recuperó la carga útil y confirmó sus capacidades espía
La Marina y la Guardia Costera iniciaron de inmediato la recuperación de los restos. La baja profundidad del agua facilitó las labores, y para el 13 de febrero ya se había rescatado una parte significativa de la carga útil, incluyendo sensores y equipos de vigilancia. Todo el material fue enviado al Laboratorio del FBI en Quantico para su análisis técnico.
Según informes de junio de 2023, el globo estaba equipado con tecnología de recolección de inteligencia, aunque no transmitió datos a China. No obstante, la inteligencia obtenida por EE. UU. durante el tránsito del globo fue útil para entender las capacidades tecnológicas chinas.
El derribo se produjo en un contexto de tensión entre EE. UU. y China. China alegó que el globo era un instrumento meteorológico que se desvió por causas de fuerza mayor, pero la versión fue rechazada por Washington, que lo consideró una violación de soberanía.
La consecuencia diplomática inmediata fue la cancelación del viaje del secretario de Estado Antony Blinken a Pekín. Aunque China protestó formalmente por el derribo, expertos como Julian Ku indicaron que la reacción no fue lo suficientemente contundente como para calificarlo como una violación del derecho internacional.
F-22 fue elegido por su capacidad operativa a gran altitud
La elección del F-22 Raptor para esta operación obedeció a su capacidad de volar por encima de los 50,000 pies, algo que pocos cazas pueden lograr. También fue clave su habilidad para lanzar ataques precisos en altitudes extremas. El misil AIM-9X, con guía infrarroja y avanzada maniobrabilidad, fue ideal para interceptar un blanco a gran altura.
Algunos analistas cuestionaron el uso de una aeronave de 200 millones de dólares y un misil de 400,000 dólares contra un objetivo no armado. Sin embargo, el Pentágono defendió la decisión, señalando que el techo de vuelo del globo hacía necesaria una plataforma como el F-22.
Este derribo representó varios hitos: fue el primer derribo aire-aire del F-22, el primero sobre territorio estadounidense y posiblemente el de mayor altitud registrado en la historia militar.
Además del F-22, participaron en la misión F-15C Eagle de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts, un KC-135 Stratotanker de reabastecimiento, un P-8A Poseidon de patrulla marítima y un HC-130 de rescate. La FAA cerró el espacio aéreo temporalmente durante la operación.
El derribo expuso al F-22 a la opinión pública global
El uso del F-22, hasta entonces reservado a misiones discretas, llamó la atención internacional. Las críticas políticas surgieron por la demora en derribar el globo, especialmente desde sectores republicanos como la senadora Lisa Murkowski, quien cuestionó por qué no se actuó cuando el globo sobrevolaba Alaska.
El Pentágono defendió su decisión con base en riesgos para civiles y la oportunidad de obtener inteligencia durante el tránsito del globo. La amplia difusión de imágenes del derribo y su cobertura mediática aumentaron la visibilidad del F-22 tras casi dos décadas con perfil bajo.
Tras este incidente, el F-22 participó en otros tres derribos en febrero de 2023. El día 10, un F-22 destruyó un objeto no identificado sobre Alaska. El 11, otro Raptor derribó un objeto cilíndrico en el territorio del Yukón en colaboración con Canadá. El 12, un F-16 eliminó un cuarto objeto sobre el lago Hurón.
El 14 de febrero, el gobierno de EE. UU. informó que los tres objetos adicionales probablemente pertenecían a entidades privadas. La recuperación de restos fue parcial debido a las condiciones climáticas y el terreno difícil. Documentos de noviembre de 2024 confirmaron que el objeto del lago Hurón era de una empresa de monitoreo meteorológico.
El incidente redefinió el papel público del F-22 Raptor
El F-22, operativo desde 2005, fue concebido para enfrentar cazas avanzados rusos o chinos, pero su primer derribo confirmado fue contra un globo. Esta acción evidenció tanto su versatilidad operativa como el dilema de usar plataformas costosas en amenazas no convencionales.
El Pentágono afirmó que el globo formaba parte de una red global de vigilancia china que también operó en Asia, Europa y América Latina. Esto acentuó las preocupaciones sobre el aumento en las capacidades de inteligencia de China.
Desde 2014, el F-22 había intervenido en ataques contra objetivos del Estado Islámico en Siria e Irak, pero siempre con baja visibilidad pública. El derribo del globo cambió ese perfil, al poner al F-22 en el centro del debate político, mediático y estratégico.
Las declaraciones oficiales, incluida la del presidente Joe Biden, elogiaron el papel de los aviadores. El caso reactivó discusiones sobre la capacidad de EE. UU. para enfrentar amenazas asimétricas y la necesidad de adaptar activos avanzados a nuevos escenarios geopolíticos.