El Rockwell B-1B Lancer de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, con más de cuatro décadas de servicio activo, sigue siendo un pilar en las operaciones globales de la Fuerza de Tarea de Bombarderos.
Esta semana, destacaron dos de estos bombarderos en la misión BTF 24-2, ejecutando vuelos estratégicos desde la Base Aérea de Morón en España hasta la Base Aérea de Incirlik en Turquía.
La misión BTF 24-2 se inscribe dentro del Ejercicio Global a Gran Escala 2024, un complejo de múltiples ejercicios y actividades militares bajo la coordinación de diversos comandos de combate. Este ejercicio es fundamental para fortalecer las capacidades de las fuerzas estadounidenses, promoviendo la cooperación, la confianza y la interoperabilidad con aliados y socios frente a desafíos de seguridad contemporáneos.
Importante destacar que el reciente desplazamiento de los B-1B Lancer de España a Turquía, ambos estados miembros de la OTAN, no responde a los recientes ataques con drones y misiles lanzados por Irán contra Israel.
Operaciones estratégicas transcontinentales
El 15 de abril de 2024, dos B-1B Lancer de la Fuerza Aérea de EE. UU. partieron de la Base Aérea de Morón hacia la Base Aérea de Incirlik en Türkiye, en el marco de una misión de entrenamiento programada con antelación, tal como lo comunicó el Ala 39 de la Base Aérea a través de X, la plataforma de redes sociales anteriormente conocida como Twitter.
Durante esta misión, los B-1B Lancers se integraron y realizaron ejercicios conjuntos con aviones de combate turcos antes de su llegada a Incirlik. Se anticipa que los aviones estadounidenses participen en actividades adicionales de entrenamiento en cooperación con las fuerzas turcas, según lo informado por el Comando Europeo de Estados Unidos.
El coronel Kevin Lord, comandante del Ala 39 de la Base Aérea, expresó su gratitud hacia los anfitriones turcos por facilitar esta valiosa oportunidad de capacitación y por su continuo apoyo a las tropas estadounidenses estacionadas en la comunidad de Incirlik. “Las operaciones bilaterales y el compromiso continuo entre las fuerzas de Estados Unidos y Turquía, incluyendo estas recientes misiones de la fuerza de tarea de bombarderos, son esenciales para reforzar nuestro compromiso mutuo con la seguridad y estabilidad regional”, afirmó Lord.
A lo largo del despliegue de la BTF 24-2, tanto los bombarderos como el personal de apoyo han llevado a cabo una serie de misiones para entrenar y colaborar estrechamente con aliados y socios.
Avances y transformaciones del B-1B Lancer
El B-1B Lancer, conocido coloquialmente como el “Hueso” debido a su designación inicial “B-One”, representa una evolución significativa en la tecnología de bombardeo. Desarrollado inicialmente para misiones de alta velocidad y baja altitud, el Lancer entró en escena con su primer vuelo en diciembre de 1974, en una época dominada por el Boeing B-52 Stratofortress y sus operaciones en Vietnam.
A pesar de ser más compacto que el Stratofortress, el diseño avanzado del Lancer, con sus potentes motores y ala de geometría variable, le permitió cargar el doble de armamento y alcanzar velocidades y distancias superiores.
Originalmente configurado para roles nucleares, el B-1B fue reconvertido para misiones convencionales a mediados de los años 90, tras el desmantelamiento de la Unión Soviética y el final de la Guerra Fría. Esta transición, promovida por una orden del presidente George H.W. Bush que incluyó una inversión de 3.000 millones de dólares, se enfocó en eliminar cualquier capacidad nuclear del avión.
En el marco del tratado New START, se realizaron modificaciones adicionales para impedir la reconexión de armas nucleares, culminando este proceso de conversión en 2011, con inspecciones anuales por parte de funcionarios rusos para asegurar el cumplimiento de los acuerdos.
Desarrollo tecnológico sostenido del B-1B Lancer
El Programa de Actualización de Misión Convencional (CMUP) integró varias mejoras tecnológicas en el B-1B a lo largo de los años. La modificación conocida como Bloque C, finalizada en 1997, equipó al Lancer con la capacidad de lanzar bombas de racimo.
Le siguió el Bloque D, completado en junio de 2001, que incorporó el sistema defensivo JDAM y mejoras en la navegación y comunicaciones. El Bloque E, concluido en septiembre de 2006, añadió capacidad para desplegar misiles aire-superficie (JASSM) y armas de separación conjuntas (JSOW). Sin embargo, un Bloque F previsto para actualizar el sistema defensivo fue finalmente cancelado.
A pesar de haber sido diseñado inicialmente para ataques contra objetivos estratégicos en territorio soviético, el B-1B no participó en combate hasta diciembre de 1998 durante la Operación Zorro del Desierto. En esta misión, el Lancer demostró su capacidad al penetrar las defensas aéreas iraquíes y atacar objetivos de la Guardia Republicana, consolidando así su rol como plataforma de combate convencional.
Hoy en día, el B-1B Lancer continúa siendo un componente crucial de la disuasión estratégica global, participando activamente en las misiones de la Fuerza de Tarea de Bombarderos en diversas regiones del mundo.