El Strv 122, una variante sueca del célebre tanque alemán Leopard 2A5, se convirtió en un bastión de fuerza en los 25 meses de guerra entre Rusia y Ucrania. La aspiración rusa de apoderarse de esta máquina de guerra no es solo por curiosidad técnica, sino también por su potencial valor propagandístico.
Casi consiguen capturar uno de estos gigantes hasta que un equipo ucraniano de drones intervino decisivamente.
Suecia contribuyó al esfuerzo bélico ucraniano con 10 unidades del Strv 122, de 69 toneladas de peso y equipados para una tripulación de cuatro personas, caracterizados por su imponente blindaje de torreta y sus cañones lisos de 120 mm. Estos tanques fueron asignados a la 21ª Brigada Mecanizada, que custodiaba un sector del este de Ucrania cerca del bosque de Kreminna.
Perseverancia y estrategia: La odisea del Strv 122 en Ucrania
The Russians were trying to evacuate a captured STRV 122A, but… pic.twitter.com/CT7JnmcSIq
— 2S7 pion (trost) (@Pion_2S7) March 19, 2024
Durante un año marcado por intensos combates, la flota de Strv 122 de la 21ª Brigada ha soportado un asedio constante —sufriendo impactos de minas, drones kamikaze y misiles antitanque— perdiendo al menos una unidad en el proceso.
Los informes de Oryx indican que otros seis Strv 122 han sufrido daños y, en un momento dado, la 21ª Brigada tuvo que dejar atrás cinco tanques afectados en carreteras y campos cerca de Kreminna.
Es práctica habitual entre los ingenieros ucranianos recuperar estos behemoths heridos para enviarlos a Lituania para su reparación, un proceso notoriamente lento. Para los rusos, la forma más directa de capturar un Strv 122 es inmovilizarlo y remolcarlo antes de que los ucranianos consigan recuperarlo.
Los rusos vieron su oportunidad hace aproximadamente una semana. El 10 de marzo, un dron ruso de vuelo en primera persona (FPV) alcanzó un Strv 122 a poco más de una milla de la base principal de la 21ª Brigada en Terny. La tripulación se evacuó en paracaídas, dejando el tanque dañado vulnerable al enemigo.
Los ingenieros rusos llegaron primero al lugar. El martes o antes, dos vehículos de recuperación del BREM, asegurados uno frente al otro, procedieron a remolcar el Strv 122 hasta territorio controlado por Rusia, a una milla de distancia.
Sin embargo, solo llegaron a mitad de camino antes de ser interceptados por la 3ª Brigada de Asalto ucraniana, activa en los combates cerca de Avdiivka, a 65 millas al sur, pero que había destacado un equipo de drones para ayudar a la 21ª Brigada.
Los operadores de drones de la 3ª Brigada centraron su ataque en el BREM principal, maniobrando un cuadricóptero FPV alrededor del vehículo de 45 toneladas hasta que encontraron un ángulo de ataque directo sobre el motor diésel situado en su parte trasera.
Dos drones FPV alcanzaron el BREM principal cerca de su motor, y un tercero alcanzó el BREM de cola en el compartimento del motor. Un cuarto dron FPV rodeó el convoy, ahora inmovilizado, evaluando los daños causados.
Una batalla de ingenio y recuperación: El duelo por un Strv 122
Los esfuerzos rusos por apoderarse de un valioso Strv 122 no prosperaron como estaba previsto, logrando avanzar solo hasta la mitad del terreno baldío que divide las posiciones ucranianas de las rusas al este de Terny.
Es muy probable que la 21ª Brigada intente una maniobra para recuperar la preciada Strv 122. Llama la atención el cuidado con el que los drones de la 3ª Brigada seleccionaron sus objetivos, atacando específicamente a los BREM encargados del remolque, al tiempo que evitaban dañar el propio tanque.
El intento fallido de los rusos de asegurar el tanque ilustra la complejidad y el riesgo inherentes a cualquier operación de recuperación en este contexto. Esta realidad se ve agravada por el hecho de que los ucranianos también sufrieron la pérdida de un BREM en diciembre durante un esfuerzo por rescatar un Strv 122 que había quedado inmovilizado.