Los ataques ucranianos inactivan 38% de refinerías rusas, producen escasez de gasolina en regiones y obligan a aumentar exportaciones de crudo.
Efectos iniciales de ataques ucranianos en capacidad de refinación rusa
Los ataques con drones ucranianos han provocado el cierre de casi el 40% de la capacidad de refinación de petróleo en Rusia, lo que produce escasez de gasolina en estaciones de servicio de diversas regiones. La agencia de datos cuantitativos Ciala registró al 28 de septiembre que el 38% de la capacidad primaria de refinación permanecía ociosa en refinerías de todo el país, lo que equivale a 338.000 toneladas diarias de crudo sin procesar.
El diario The Moscow Times informó que esta situación deriva en gran medida de los ataques regulares de largo alcance ejecutados por Ucrania desde agosto. Ucrania aumentó sus operaciones con drones contra instalaciones petroleras rusas, lo que produjo la detención de actividades en múltiples refinerías. En agosto, los ataques afectaron al menos cinco plantas, que detuvieron parcial o totalmente su producción.
Entre ellas figuraron la refinería Afipsky en la región de Krasnodar, atacada en varias ocasiones, incluida una el 26 de septiembre que marcó el segundo incidente en un mes. Esta planta, con una capacidad anual de procesamiento de alrededor de 6 millones de toneladas, presentó interrupciones en sus operaciones en unidades clave. De igual modo, la refinería de Ryazan, la mayor de Rosneft, operó al 23% de su capacidad tras un ataque que inhabilitó su unidad principal, responsable de suministrar combustibles a Moscú.
Otras instalaciones impactadas incluyeron las refinerías de Saratov y Novokuybyshvehículos eléctricosk, con capacidades combinadas de más de 15 millones de toneladas anuales, lo que representa cerca del 5% del total ruso. En septiembre, cuatro refinerías adicionales, como Kinef en el óblast de Leningrado, la mayor del país con una producción anual de 20 millones de toneladas, detuvieron parte de sus procesos tras ataques.
Refinerías clave afectadas por ataques y sus capacidades
- Afipsky en Krasnodar, capacidad anual de 6 millones de toneladas, atacada múltiples veces con interrupciones en unidades clave.
- Ryazan de Rosneft, operó al 23% tras inhabilitación de unidad principal que suministra combustibles a Moscú.
- Saratov y Novokuybyshvehículos eléctricosk, capacidades combinadas de más de 15 millones de toneladas anuales, cerca del 5% total ruso.
- Kinef en Leningrado, mayor del país con 20 millones de toneladas anuales, detuvo parte de procesos tras ataques.
- Yaroslavl, capacidad anual de 15 millones de toneladas o 300.000 barriles diarios, empeorada por incendio técnico.
Consecuencias económicas y operativas de interrupciones en refinerías
La agencia Reuters calculó que los ataques acumulados redujeron la capacidad de refinación en un 17%, o 1,1 millones de barriles diarios, aunque datos posteriores de Ciala elevaron la cifra ociosa al 38%. Así pues, el 70% de esta inactividad, alrededor de 236.000 toneladas diarias, se atribuye directamente a los drones ucranianos, mientras que el resto deriva de mantenimientos programados o averías técnicas.
La capacidad ociosa alcanzó niveles récord en agosto, con 6,4 millones de toneladas inactivas en el mes, según cálculos de Reuters basados en fuentes de la industria. Esta cifra superó registros previos y obligó a Rusia a revisar sus planes de exportación de crudo, al incrementar tales planes en 200.000 barriles diarios para compensar las interrupciones en el procesamiento interno.
Transneft, la empresa estatal que maneja el 80% de los oleoductos rusos, advirtió a productores sobre posibles recortes en la ingesta de crudo debido a congestiones en puertos como Primorsk y Ust-Luga, también afectados por ataques. De este modo, la producción de petróleo crudo podría reducirse, ya que las reservas se acumulan sin salida hacia refinerías operativas.
La crisis derivada de estos ataques produjo escasez de combustibles en más de 20 regiones rusas, con colas en estaciones de servicio y precios en ascenso. La producción de gasolina cayó en un millón de toneladas en septiembre, lo que creó un déficit interno del 20%. En respuesta, el gobierno ruso suspendió aranceles a la importación de combustibles hasta mediados de 2026, medida que busca mitigar la escasez y estabilizar el suministro.
Alcance de operaciones ucranianas y efectos en suministro ruso
Regiones como Krasnodar y Yaroslavl implementaron racionamientos, al limitar ventas a vehículos particulares y al priorizar transportes esenciales. Un incendio en la refinería de Yaroslavl el 1 de octubre, con capacidad anual de 15 millones de toneladas o 300.000 barriles diarios, empeoró la situación, aunque autoridades locales lo atribuyeron a causas técnicas y no a un ataque.
Las operaciones ucranianas con drones de largo alcance, capaces de recorrer más de 1.000 kilómetros, alcanzaron instalaciones en regiones como Bashkortostán, con ataques en la refinería de Ufa, y en Samara. El Estado Mayor ucraniano confirmó ataques en Afipsky como parte de esfuerzos por interrumpir logística de combustibles para fuerzas rusas, que dependen de diesel y queroseno de aviación.
Instalaciones como la de Volgogrado suspendieron procesamiento tras daños, mientras que otras en el Báltico enfrentaron interrupciones en estaciones de bombeo. Fuentes de la industria indicaron que reparaciones en plantas afectadas podrían extenderse meses, dada la complejidad de unidades de destilación primaria.
Rusia, con una capacidad total de refinación de alrededor de 890.000 toneladas diarias de crudo primario, procesó en 2024 cerca de 9,2 millones de barriles diarios, un 4% menos que en 2023 según datos de la Agencia de Información Energética de Estados Unidos. Exportaciones marítimas de petróleo cayeron un 5% en junio de 2025, a 24,8 millones de toneladas, y un 7% en abril, a 23,5 millones.
Refinerías impactadas y respuestas estratégicas rusas
Los ataques ucranianos, que inhabilitaron al menos 10 refinerías desde principios de año, representan pérdidas diarias en ingresos por decenas de millones de dólares, ya que el petróleo proporciona fondos para operaciones militares. Autoridades ucranianas declararon que estos ataques responden a bombardeos rusos en su territorio, con el presidente Volodímir Zelenski que destaca su efectividad como sanciones rápidas.
Instalaciones clave como la de Saratov, que aporta el 2,54% del refinado nacional con más de 7 millones de toneladas anuales, y la de Ryazan, que suministra a la capital, muestran el alcance. En total, 16 de las 38 refinerías rusas recibieron impactos desde agosto, según reportes.
El gobierno ruso elevó planes de exportación para agosto en respuesta a disrupciones, pero la acumulación de crudo sin procesar persiste. Fuentes de la industria estiman que, sin reparaciones rápidas, la capacidad ociosa podría mantenerse elevada, lo que afecta cadenas de suministro internas y externas.