El Growler combina velocidad y sistemas electrónicos avanzados para dominar el espectro electromagnético y proteger a fuerzas aliadas en combate.
El EA-18G reemplazó al veterano Prowler con tecnología de punta
La incorporación del EA-18G Growler al arsenal de la Marina de Estados Unidos en 2009 marcó el inicio de una nueva era en la guerra electrónica aérea. Desarrollado por Boeing a partir del caza F/A-18F Super Hornet, el Growler asumió las funciones del EA-6B Prowler, retirado tras casi cinco décadas de servicio.
El diseño del Growler se basa en la plataforma probada del Super Hornet biplaza, pero adaptada para enfrentar amenazas electrónicas contemporáneas. El primer vuelo de prueba tuvo lugar en agosto de 2006 y, tras evaluaciones intensivas, el avión alcanzó su capacidad operativa en septiembre de 2009, siendo entregado inicialmente al escuadrón VAQ-129 en Whidbey Island, Washington.
En lugar del cañón M61 Vulcan de 20 mm, el Growler incorpora sistemas como el ALQ-99, un pod de interferencia electrónica montado externamente, que bloquea señales enemigas. A ello se suma el receptor ALQ-218, con cobertura de 360 grados, que identifica y geolocaliza emisiones de radiofrecuencia con gran precisión.
La integración del sistema ALQ-227 amplía su capacidad para interceptar y anular comunicaciones enemigas en distintas bandas de frecuencia, lo que consolida al Growler como una herramienta esencial para operaciones SEAD (supresión de defensas aéreas enemigas).
Capacidades clave del EA-18G Growler en guerra electrónica moderna
- Radar AESA APG-79: rastreo de múltiples objetivos, supresión y detección pasiva
- Cabina biplaza: piloto y oficial de guerra electrónica con pantallas táctiles avanzadas
- JHMCS: sistema de puntería por casco que mejora la conciencia situacional
- Dispositivo ALE-47: contramedidas para misiles guiados por radar o infrarrojos
- Misiles AGM-88 HARM: para destruir emisores de radar enemigos
- Misiles AIM-120 AMRAAM: armamento aire-aire para autodefensa
- Velocidad máxima: Mach 1.8 (1.190 mph)
- Transición completa: reemplazo del Prowler finalizado en 2019

Armamento y sensores permiten misiones ofensivas y de escolta
Además de sus capacidades electrónicas, el EA-18G puede portar misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM y misiles antirradiación AGM-88 HARM, diseñados para atacar sistemas de radar enemigos. Esta combinación permite ejecutar misiones de escolta, interferencia electrónica y ataques selectivos.
El radar APG-79 AESA, fabricado por Raytheon, proporciona mapeo de alta resolución, rastreo simultáneo de múltiples blancos y funciones de detección pasiva. Estas capacidades, sumadas al sistema de contramedidas ALE-47, incrementan la supervivencia del Growler en entornos hostiles.
La cabina está equipada con pantallas táctiles de gran formato y el sistema JHMCS, que permite al piloto y al oficial de guerra electrónica interactuar de forma más eficiente con el entorno de combate, mejorando la toma de decisiones en tiempo real.
Su arquitectura le permite operar tanto desde portaaviones como desde bases terrestres, ampliando su alcance táctico. Esta flexibilidad lo convierte en un activo fundamental para operaciones de coalición y despliegues internacionales.
El Growler se consolida como pieza clave en conflictos recientes
El debut en combate del EA-18G ocurrió en 2011 durante la Operación Odyssey Dawn en Libia, donde apoyó la imposición de una zona de exclusión aérea al neutralizar sistemas de defensa antiaérea. Desde entonces, ha intervenido en Irak, Siria y múltiples misiones embarcadas.
En 2024, un Growler del escuadrón VAQ-130 logró su primera victoria aire-aire confirmada al derribar un blanco sobre el mar Rojo. Este hecho demostró que el avión puede adaptarse a roles más allá de la guerra electrónica.
En 2022, Estados Unidos desplegó seis Growlers en Alemania como parte de una estrategia de disuasión ante la guerra en Ucrania. Esta acción reafirmó el papel del EA-18G en operaciones multinacionales de alta prioridad.

Actualmente, la Marina estadounidense opera 172 unidades distribuidas en 18 escuadrones, de los cuales cuatro son expedicionarios, destinados a apoyar misiones conjuntas con la Fuerza Aérea y aliados internacionales.
Australia opera una flota exclusiva y mejora localmente sus sistemas
Australia es el único país fuera de Estados Unidos que opera el EA-18G. En 2015, la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) recibió 12 unidades bajo un acuerdo de ventas militares extranjeras (FMS) con el Pentágono.
Los Growlers australianos han sido modificados con misiles de mayor alcance y sensores actualizados, operando desde la base aérea de Amberley y complementando su flota de F/A-18F y F-35A. Esta integración fortalece las capacidades de defensa electrónica de Australia en el Pacífico.
El control estricto de exportaciones por parte del gobierno de EE. UU. ha limitado la expansión internacional del Growler, cuya venta adicional requeriría autorización de la Defense Security Cooperation Agency.
La exclusividad de esta tecnología refleja su sensibilidad estratégica, especialmente ante la creciente sofisticación de las amenazas aéreas y electrónicas en el entorno global.
Mejoras futuras mantienen vigente la supremacía del Growler

El programa Block II del EA-18G introduce mejoras clave para enfrentar amenazas emergentes. Entre ellas destaca el Next Generation Jammer (NGJ), un pod de interferencia más potente que sustituirá al ALQ-99, ampliando la capacidad disruptiva del avión.
La cabina será actualizada con pantallas táctiles de 10×19 pulgadas, mejorando la interacción del operador con los sistemas de misión. Estas adaptaciones aseguran que el Growler se mantenga operativo en el contexto de radar de baja detectabilidad y sistemas antiaéreos avanzados.
Desde 2019, la Marina y Boeing han evaluado funciones autónomas para el Growler, incluyendo su capacidad de controlar vehículos aéreos no tripulados. Esta innovación representa un paso hacia su integración en operaciones en red del futuro.
Con estas actualizaciones, el Growler se consolida como un componente esencial de la estrategia aérea estadounidense, capaz de evolucionar junto a las nuevas dinámicas del combate electrónico moderno.