Un estudio chino afirma que la Fuerza Aérea de EE. UU. ha llevado a cabo 14 misiones de reconocimiento cercano a satélites chinos de órbita alta en menos de dos años, utilizando avanzados satélites espía del programa GSSAP.
Fuerza Aérea de EE. UU. y sus satélites GSSAP
El estudio, publicado en Infrared and Laser Engineering, indica que los satélites GSSAP han sido diseñados específicamente para vigilar y rastrear objetos en órbita geosíncrona. Están equipados con cámaras ópticas de alta resolución y avanzados equipos electrónicos de vigilancia.
Estas capacidades destacan los métodos sofisticados utilizados por EE. UU. para recolectar información de inteligencia y mantener el conocimiento de la situación en la órbita geosíncrona.
Los encuentros cercanos en el espacio suelen estar rodeados de secretismo debido a que los militares consideran que esa información es sensible o clasificada.
Satélites chinos bajo vigilancia
El estudio señala que los satélites GSSAP se han acercado a varios satélites chinos de alto valor, incluidos Tianlian 2-01 (seguimiento espacial y retransmisión de datos), BD-2 G8 (sistema de navegación BeiDou) y SJ-20 (comunicaciones de alto rendimiento).
Estos satélites desempeñan roles cruciales en la comunicación, navegación, teledetección y otros aspectos vitales del programa espacial chino.
Los encuentros más cercanos han llegado a una proximidad récord de 9,54 kilómetros (5,9 millas).
China en alerta
El equipo del Instituto de Óptica, Mecánica Fina y Física de Changchun, liderado por el investigador Cai Sheng, ha expresado su gran preocupación por la seguridad de los activos espaciales chinos debido a los recurrentes acercamientos del satélite GSSAP.
Según el estudio, el ejército estadounidense ha demostrado tanto su capacidad como su intención de interferir en el uso del espacio por parte de China.
EE. UU. y China: Implicaciones geopolíticas
Divulgar este tipo de incidentes podría exacerbar las tensiones entre países y desencadenar conflictos diplomáticos o militares.
El momento en que China ha decidido hacer pública esta información sigue sin estar claro, pero el estudio pone de manifiesto la intensa rivalidad por el dominio del espacio y los entresijos de la vigilancia orquestada por estos excepcionales logros tecnológicos.