Estados Unidos y China desarrollan bombarderos furtivos de largo alcance B-21 y H-20 para operar en entornos de alta amenaza con capacidad convencional y nuclear.
Estados de avance y misiones declaradas oficiales en B-21 y H-20
Estados Unidos y China impulsan bombarderos furtivos de largo alcance para entornos de alta amenaza: el B-21 Raider y el H-20. El B-21 inició pruebas de vuelo tras su presentación pública de diciembre de 2022 y mantiene producción a baja cadencia. Washington lo define como sistema de penetración con doble capacidad, apto para misiones convencionales y nucleares. Pekín confirmó en 2016 un nuevo bombardero; en 2024 un vicecomandante anunció un debut público próximo para el H-20.
Una ficha técnica de la Fuerza Aérea de Estados Unidos describe al B-21 como “bombardero furtivo de penetración, de doble capacidad”, apto para portar munición convencional y nuclear y para escenarios de alta exigencia. El sistema se integra en una familia de capacidades con inteligencia, vigilancia y reconocimiento, ataque electrónico, comunicaciones y otras funciones. El diseño adopta arquitectura abierta para modernizaciones con menor riesgo de integración y permite operaciones tripuladas o no tripuladas.
La gestión del B-21 recae en la Oficina de Capacidades Rápidas del Departamento de la Fuerza Aérea, bajo el Subsecretario de Adquisiciones y el secretario. El contrato de Desarrollo de Ingeniería y Fabricación se adjudicó a Northrop Grumman el 27 de octubre de 2015. La empresa trabaja con Pratt & Whitney, Janicki Industries, Collins Aerospace, GKN Aerospace, BAE Systems y Spirit AeroSystems. En 2018 la Fuerza Aérea completó la Revisión Crítica de Diseño.
Tras la presentación en Palmdale el 2 de diciembre de 2022, el B-21 pasó a ensayos en Edwards Air Force Base con Centro de Pruebas Combinado y plan de sostenimiento en Tinker Air Force Base. El servicio fija una compra mínima de 100 aeronaves y publica un coste de adquisición de 550 millones de 2010, equivalente a 639 millones en 2019 y 692 millones en 2022, con entrada en servicio prevista para mitad de la década.
Datos clave del programa B-21 para contexto comparativo
- Adjudicación EMD a Northrop Grumman el 27 de octubre de 2015.
- Revisión Crítica de Diseño completada en 2018.
- Coste de adquisición APUC: 550 millones (2010), 639 (2019), 692 (2022).
- Mínimo de 100 unidades y primera base principal en Ellsworth Air Force Base.
- Whiteman y Dyess aprobadas en septiembre de 2024 como segunda y tercera sedes.
Infraestructura y despliegue del B-21 con bases operativas definidas
En 2019 la Fuerza Aérea seleccionó Ellsworth Air Force Base como primera base operativa y sede de instrucción. Tras el proceso ambiental, en 2021 firmó Decisión de Registro y formalizó esa elección. En septiembre de 2024, el secretario de la Fuerza Aérea aprobó Whiteman Air Force Base y Dyess Air Force Base como segunda y tercera sedes. Global Strike Command indica continuidad de pruebas de vuelo y producción a baja cadencia mientras avanza preparación de infraestructuras.
Los comunicados oficiales sitúan al B-21, junto con el B-52, como componente principal de la fuerza de bombarderos de largo alcance. Su función nuclear aparece dentro de la modernización de la tríada. La Revisión de la Postura Nuclear de 2022 incorpora la modernización de la aviación estratégica y de sistemas asociados. Global Strike Command recoge la doble capacidad del B-21 y su empleo previsto en escenarios de alta amenaza.
La infraestructura de pruebas y sostenimiento se organiza sobre instalaciones asociadas a operaciones de bombarderos pesados. Edwards Air Force Base aloja un Centro de Pruebas Combinado para la campaña del B-21, mientras Tinker Air Force Base asume el plan de sostenimiento de depósito. Según los comunicados, la planificación prioriza el uso de capacidades existentes con el objetivo de limitar costes y efectos sobre instalaciones, al tiempo que prepara la llegada de aeronaves a las bases designadas.
En la descripción funcional, la Fuerza Aérea define al B-21 como plataforma preparada para entornos de alta amenaza. El sistema admite armamento de ataque directo y a distancia y se integra en una familia con funciones de reconocimiento, enlace y ataque electrónico. La arquitectura abierta facilita modernizaciones con menor riesgo de integración. Además, los documentos del programa contemplan operaciones tripuladas y no tripuladas según necesidades de misión y nivel de riesgo en cada escenario.
Cronología pública y capacidades atribuidas al programa H-20 de China
El desarrollo del H-20 se documenta en septiembre de 2016, cuando el comandante de la Fuerza Aérea china, Ma Xiaotian, confirmó el programa en una jornada de puertas abiertas en Changchún. La prensa estatal informó que el nuevo avión aumentaría la capacidad de ataque a larga distancia. Desde 2018, material promocional y un vídeo de 2021 mostraron siluetas de ala volante sin especificaciones técnicas oficiales, lo que alimentó interpretaciones sobre el diseño sin detalles confirmados.
En marzo de 2024, el vicecomandante de la Fuerza Aérea china Wang Wei afirmó en una entrevista difundida por medios estatales que el H-20 sería anunciado públicamente pronto y que su incorporación, una vez superadas las fases de prueba, avanzaría con rapidez. La prensa estatal señaló que la entrada en servicio incrementaría de forma significativa las capacidades del arma aérea y reforzaría su proyección de largo alcance, según esas fuentes.
Los informes anuales del Departamento de Defensa de Estados Unidos sobre el poder militar chino ofrecen los datos más extensos publicados por un organismo gubernamental sobre el H-20. El documento de 2023 señala que la Fuerza Aérea china desarrolla un bombardero estratégico furtivo con misión nuclear además de convencional. Según ese análisis, se espera un diseño de ala volante con alcance superior a 10.000 kilómetros y posible aparición pública en la próxima década.
El mismo informe indica que la unidad equipada con el H-6N constituye el primer componente de una tríada nuclear incipiente en la fuerza aérea china y vincula el desarrollo del H-20 con la formación gradual de esa capacidad. El documento asocia este proceso con la ampliación del alcance operativo hacia la segunda cadena de islas y otras zonas del Pacífico occidental, con extensión global mediante reabastecimiento en vuelo, según su evaluación.
Industria y comparación documental entre B-21 y H-20 según fuentes oficiales
En el plano industrial, el B-21 concentra producción en torno a Northrop Grumman y socios como Pratt & Whitney, Janicki Industries, Collins Aerospace, GKN Aerospace, BAE Systems y Spirit AeroSystems. En China, la información pública asocia el H-20 a la Corporación de Industria de Aviación de China y a su filial de Xi’an. Material corporativo divulgado desde 2018 y coberturas estatales sostienen esa atribución con imágenes que sugieren una plataforma de ala volante.
La comparación se apoya en definiciones oficiales y documentos gubernamentales. Estados Unidos describe el B-21 como plataforma furtiva de penetración con arquitectura abierta, apta para integrar municiones de ataque directo y a distancia, con opción no tripulada. El servicio publica una meta de al menos cien unidades, sedes, centro de pruebas y plan de sostenimiento. China confirma un bombardero estratégico y difunde anticipos; Defensa atribuye misión dual, ala volante y alcance intercontinental ampliable mediante reabastecimiento.
El B-21 presenta hitos con fechas concretas: adjudicación contractual en 2015; Revisión Crítica de Diseño en 2018; definición de bases principales desde 2019; presentación pública en 2022; inicio de pruebas en Edwards y continuidad de la producción a baja cadencia en 2024; aprobación de Whiteman y Dyess como segunda y tercera sedes en 2024. Además, la Oficina de Capacidades Rápidas comunicó la llegada de un segundo avión de pruebas a la fase de ensayos.
Para el H-20, la cronología pública reúne hitos institucionales y mediáticos: confirmación del programa por Ma Xiaotian en 2016; piezas corporativas y de captación estatales entre 2018 y 2021 con alusiones a un bombardero de ala volante; referencia en 2024 a un anuncio próximo. El informe del Departamento de Defensa de 2023 atribuye misión dual, carácter furtivo, alcance superior a 10.000 kilómetros y proyección ampliada hacia la segunda cadena insular con extensión global mediante reabastecimiento.