La Fuerza Aérea estadounidense aumentó los contratos de desarrollo de motores a General Electric Aerospace y Pratt & Whitney, elevando el presupuesto a 3.500 millones de dólares.
La inversión en motores NGAP se eleva a 3.500 millones por proveedor
Con el objetivo de acelerar el desarrollo de los motores para sus cazas de sexta generación, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha adjudicado contratos actualizados tanto a General Electric Aerospace como a Pratt & Whitney Engines. Cada empresa recibirá hasta 3.500 millones de dólares para avanzar en el programa de propulsión adaptativa de próxima generación (NGAP).
Los contratos originales, emitidos en 2022, incluían también a otros contratistas como Boeing, Lockheed Martin y Northrop Grumman. Sin embargo, los acuerdos renovados con GE Aerospace y Pratt & Whitney ahora están diseñados para ejecutarse hasta 2032, enfocándose en madurar tecnologías clave.
Los motores NGAP buscan integrar mejoras de los desarrollos previos, como los modelos XA100 y XA101 del Programa de Transición de Motores Adaptativos (AETP). Dicho programa había explorado reemplazar los motores F135 del caza F-35 con motores más eficientes, aunque fue cancelado en 2023.
Los motores XA102 y XA103 optimizan rendimiento y eficiencia
Los prototipos XA102 de General Electric y XA103 de Pratt & Whitney representan motores adaptativos que ajustan sus ciclos de operación durante el vuelo. Estas capacidades les permiten ofrecer más potencia o mejorar la eficiencia en consumo de combustible.
General Electric afirmó que su motor XA100 es un 25% más eficiente que el F135 actual y proporciona entre un 10% y un 20% más de empuje. Estas mejoras podrían revolucionar la tecnología de propulsión para aviones militares.
Detalles sobre la evolución de los motores NGAP
- Los motores NGAP se basan en tecnologías desarrolladas durante el Programa AETP.
- Los modelos XA102 y XA103 cuentan con ciclos adaptativos para mejorar rendimiento y autonomía.
- General Electric reportó un incremento del 25% en eficiencia respecto al motor F135.
- Pratt & Whitney completó en febrero de 2024 una revisión clave de su motor XA103.
- La Fuerza Aérea prevé eliminar a uno de los dos fabricantes tras la fase de prototipos.
En paralelo, los contratos NGAP han sido modificados para financiar servicios de reducción de riesgos y pruebas avanzadas de integración con sistemas de armas, según las especificaciones del programa.
Incertidumbre sobre el programa Next Generation Air Dominance
A pesar del desarrollo de los motores, el futuro del programa Next Generation Air Dominance (NGAD) sigue sin definirse. Aunque los motores NGAP podrían propulsar el caza furtivo F/A-XX de la Armada, esta última planea desarrollar ese avión de manera independiente del proyecto de la Fuerza Aérea.
La administración Trump ha suspendido decisiones clave sobre el NGAD, que fue objeto de una revisión exhaustiva en 2024. Esta evaluación busca determinar si el proyecto es viable frente a las restricciones presupuestarias y los cambios en el entorno estratégico.
Nuevas estrategias consideran sistemas distribuidos y drones
Como parte de esta revisión, se evalúa la posibilidad de priorizar una red de sistemas integrados, combinando aviones tripulados, drones no tripulados y capacidades distribuidas. Los vehículos como el Collaborative Combat Aircraft (CCA) y bombarderos como el B-21 Raider podrían complementar las misiones de los cazas avanzados.
El costo de los futuros aviones NGAD es otro desafío. Se estima que cada unidad costará entre 250 y 300 millones de dólares, significativamente más que los 82,5 millones por fuselaje del F-35.
Con este enfoque, la Fuerza Aérea está explorando opciones para reducir costos al dividir las capacidades del NGAD en varias plataformas complementarias. Esto implicaría menos énfasis en un único caza integral y más en un ecosistema de sistemas distribuidos que combine vehículos no tripulados y otras aeronaves más asequibles.