El Ejército de Estados Unidos planea adquirir miles de interceptores Coyote, lanzadores y radares en los próximos cinco años.
El Ejército de Estados Unidos ha presentado planes para expandir su inventario de interceptores, lanzadores y radares Coyote en los próximos cinco años. Esta iniciativa incluye la compra de 6.000 variantes del Bloque 2 propulsadas por reactores, armadas con cabezas explosivas para la eliminación precisa de objetivos, y otras 700 versiones del Bloque 3 con cargas útiles “no cinéticas”. Los detalles de la adquisición se dieron a conocer a través de un anuncio de contratación y se refieren a un contrato anticipado con el fabricante Raytheon.
Junto con los interceptores, el Ejército planea adquirir 252 lanzadores fijos, 52 lanzadores móviles, 118 radares fijos de banda Ku y 33 radares móviles. Raytheon se encargará del mantenimiento y la reparación de al menos 15 sistemas Coyote en ubicaciones nacionales e internacionales.
Aunque no se mencionaron los costos específicos, se estima que el precio unitario de un Coyote Block 2 es de aproximadamente 100,000 dólares, lo que implicaría un posible valor de adquisición de hasta 670 millones de dólares para los 6,700 interceptores previstos.
El Coyote Block 2, con su configuración similar a un misil y sistema de propulsión a chorro, representa una evolución del Block 1 original. Por otro lado, el Block 3, en fase de pruebas desde 2020, mantiene la hélice de empuje con motor eléctrico del diseño original.
Raytheon no ha revelado la naturaleza de la carga útil “no cinética” del Block 3, pero ha destacado su capacidad para atacar varios tipos de drones simultáneamente. Además, se destaca que los Coyote Block 3 son recuperables y reacondicionables, a diferencia de los Block 2, de un solo uso.
Estos interceptores han sido utilizados para defender puestos de avanzada estadounidenses en Siria contra ataques con drones. El Ejército actualmente posee sistemas Coyote móviles y fijos contra drones, con la capacidad de rastrear y neutralizar los drones que se aproximan.
Se ha debatido la consolidación de estas capacidades en una plataforma única, posiblemente utilizando el vehículo blindado 8×8 Stryker. La estrategia de adquisiciones aún plantea incógnitas sobre la integración de sensores y efectores y la posible colaboración entre sistemas de lanzamiento y radares.