El interés por el arsenal aéreo ruso ha resurgido durante la invasión de Ucrania, y el MiG-29, una plataforma de combate de la era soviética, ha llamado la atención. A pesar de parecer extraño, el ejército estadounidense adquirió 21 de estos aviones tras la disolución de la URSS.
Esta inusual compra se debió a la preocupación de Washington de que Irán armara los cazas moldavos, que supuestamente podían transportar armas nucleares. En la actualidad, el MiG-29 sigue en servicio en Rusia y en otras antiguas repúblicas soviéticas.
MiG-29: Un caza de la Guerra Fría con poderosas capacidades
En la época de la Guerra Fría, la Unión Soviética buscaba una plataforma de combate capaz de enfrentarse a los cazas estadounidenses de cuarta generación. Así nació el MiG-29, desarrollado a finales de los años 60 para reemplazar al MiG-23 en el papel de aviación frontal de las Fuerzas Aéreas soviéticas.
Con una velocidad máxima de Mach 2,25 y una capacidad de transporte de armamento de hasta 9.000 libras, este caza de la era soviética demostró ser una adquisición valiosa para el ejército estadounidense.
EE. UU. compra cazas MiG-29
La compra de los MiG-29 por parte de Estados Unidos fue una decisión estratégica. En la década de 1990, Moldavia informó a Washington sobre el interés de Irán en adquirir estos cazas.
Ante la posibilidad de que Irán los armara con armas nucleares y representara una amenaza para los intereses estadounidenses, Estados Unidos decidió adquirirlos para examinar su diseño y evitar que cayeran en manos iraníes. Esta adquisición formó parte del Programa Cooperativo de Reducción de Amenazas del Departamento de Defensa.