La Marina estadounidense avanza con el F/A-XX, un caza furtivo de sexta generación que mejorará el alcance, carga útil y defensa aérea en portaaviones.
El F/A-XX buscará superar las limitaciones de los cazas actuales
El F/A-XX, parte del programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD), entraría en servicio en la década de 2030. Este caza de sexta generación está diseñado para abordar deficiencias de los actuales aviones de combate embarcados, como su limitado alcance y capacidad de carga útil.
Dotado de tecnología avanzada, el F/A-XX podría operar con drones impulsados por inteligencia artificial. Además, es posible que incorpore motores adaptativos, sistemas de defensa láser y bahías de armas internas ampliadas capaces de transportar misiles de gran tamaño, como el AIM-174.
Ante el aumento de la flota de portaaviones de China, este nuevo caza se vuelve esencial para que la Armada estadounidense mantenga la superioridad aérea naval en la región del Pacífico. El equilibrio de poder marítimo en las próximas décadas podría depender de su éxito operativo.

Datos clave sobre el desarrollo del F/A-XX
- El caza formará parte del programa independiente de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD) de la Marina, distinto al de la Fuerza Aérea.
- Se espera que pueda realizar misiones tanto aire-aire como aire-tierra, además de cooperar con drones.
- Unas bahías de armas internas más grandes permitirán transportar misiles avanzados y armas hipersónicas.
- Contará con tecnologías emergentes como armas láser e inteligencia artificial para mejorar la gestión del combate.
El desarrollo naval chino desafía la supremacía estadounidense
La Armada de China ha incrementado significativamente su flota de portaaviones en los últimos años. Desde la entrada en servicio del Liaoning en 2012, China ha lanzado otros dos portaaviones: el Shandong y el moderno Fujian, este último equipado con catapultas electromagnéticas.
Para la década de 2040, se estima que la flota de portaaviones chinos podría llegar a seis o más unidades. Además, el país trabaja en el reemplazo de sus cazas actuales Shenyang J-15 con el más avanzado J-35 y otras posibles aeronaves de combate.

Este desarrollo chino ha erosionado progresivamente la ventaja de la Armada estadounidense, no solo en términos de cantidad de buques, sino también en capacidades tecnológicas.
El F/A-XX incluirá importantes mejoras en alcance y carga útil
Las limitaciones del F-35 Lightning II han evidenciado la necesidad de un nuevo caza para la Marina. Aunque es el caza tecnológicamente más avanzado, su capacidad de almacenamiento interno de armas y combustible limita tanto su alcance como su carga útil.
El F/A-XX pretende superar estas restricciones con un diseño más grande, que permitiría transportar misiles de mayor tamaño, como el AIM-174, en compartimentos internos sin comprometer su capacidad furtiva.
También se prevé que el nuevo caza tenga un rango de combate superior al del F-35, que actualmente alcanza unas 600 millas. Tanques de combustible internos más grandes contribuirán a ampliar esta capacidad.
El papel de la tecnología en el diseño del F/A-XX
La incorporación de nuevas tecnologías es crucial para el éxito del F/A-XX. Un posible motor de ciclo adaptativo permitirá una mayor eficiencia tanto en vuelos subsónicos como supersónicos, incrementando así su alcance operativo.

Otra tecnología clave es un sistema láser integrado para defensa, que podría derribar misiles enemigos antes de que alcancen su objetivo. Asimismo, se anticipa que la inteligencia artificial será una herramienta vital, permitiendo al piloto delegar tareas complejas a un asistente automatizado.
Finalmente, el caza podría tener una configuración de tripulación opcional, lo que le permitiría realizar misiones autónomas en situaciones de alto riesgo.
El futuro de la superioridad aérea en el siglo XXI
El F/A-XX está diseñado para reemplazar al actual F/A-18E/F Super Hornet en los portaaviones. Este desarrollo es una oportunidad estratégica para que la Armada estadounidense refuerce sus capacidades frente a amenazas emergentes.
El éxito de este caza de sexta generación será crucial para determinar si los portaaviones estadounidenses o chinos dominarán los océanos en las próximas décadas. La balanza del poder aéreo y naval en el siglo XXI podría depender de ello.