El Grupo de Ataque Doce, liderado por el USS Gerald R. Ford, parte hacia Europa para reforzar la disuasión y proteger intereses aliados.
Portaaviones Gerald R. Ford lidera misión en el Mediterráneo
El 24 de junio de 2025, el Grupo de Ataque de Portaaviones Doce (CSG-12), centrado en el USS Gerald R. Ford (CVN 78), zarpó desde la Estación Naval de Norfolk hacia el área de responsabilidad del Comando Europeo de los Estados Unidos (EUCOM). Este despliegue, anunciado por la Marina de los EE. UU., posiciona al grupo de ataque más avanzado y letal de la historia en Europa y el Mediterráneo. La misión busca proyectar poder, disuadir amenazas y proteger los intereses de Estados Unidos y sus aliados en un contexto geopolítico tenso. El contralmirante Paul Lanzilotta, comandante del CSG-12, afirmó que la fuerza está preparada para “operaciones sostenidas y multidominio en el mar” en cualquier momento y lugar.
El USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande y tecnológicamente avanzado del mundo, encabeza el CSG-12, que incluye a 4.500 marineros y una flota diversa. El grupo integra el Ala Aérea de Portaaviones Ocho (CVW-8), el Escuadrón de Destructores Dos (DESRON 2) y destructores de misiles guiados de la clase Arleigh Burke, como el USS Winston S. Churchill, USS Mitscher, USS Mahan, USS Bainbridge y USS Forrest Sherman. La combinación de estos activos permite al CSG-12 ejecutar misiones de defensa antiaérea, control marítimo y ataques de precisión.
El USS Gerald R. Ford destaca por su sistema de lanzamiento electromagnético (EMALS) y su equipo de detención avanzado, que incrementan la eficiencia y la tasa de salidas aéreas. El CVW-8 opera aviones avanzados, incluidos los F/A-18E/F Super Hornets para misiones de ataque, los EA-18G Growlers para guerra electrónica, los E-2D Advanced Hawkeyes para alerta temprana y los MH-60R/S Seahawks para misiones antisubmarinas y logísticas. Estos sistemas hacen posible que el CSG-12 neutralice amenazas en múltiples dominios, desde ataques aéreos hasta guerra electrónica y defensa contra misiles.
El despliegue se produce en un momento de altas tensiones geopolíticas. Con otros dos grupos de portaaviones estadounidenses ubicados en Oriente Medio, cerca del mar Rojo y el Golfo Pérsico, la llegada del CSG-12 al Mediterráneo refuerza la presencia naval de EE. UU. en regiones estratégicas. El área de EUCOM abarca el Mediterráneo, donde las tensiones con Rusia persisten y el flanco sur de la OTAN enfrenta amenazas híbridas y actividad marítima irregular. La misión del CSG-12 también contribuye a la disuasión ante posibles escaladas en el estrecho de Ormuz o el eje Irak-Siria.
Datos clave del Grupo de Ataque Gerald R. Ford
- Portaaviones: USS Gerald R. Ford, con 100.000 toneladas y capacidad para 75 aviones.
- Tripulación: Aproximadamente 4.500 marineros, con personal optimizado gracias a la automatización.
- Aviones: Incluye F/A-18E/F, EA-18G, E-2D y MH-60R/S para misiones multidominio.
- Destructores: Cinco buques clase Arleigh Burke con misiles guiados.
- Tecnología: EMALS y radar avanzado para mayor letalidad y eficiencia.
Historial operativo y rol estratégico del CSG-12
El CSG-12 posee un historial operativo robusto. En 2023, su presencia en el Mediterráneo oriental reforzó la disuasión de la OTAN durante escaladas en el Levante. El grupo actuó como una fuerza de respuesta rápida ante posibles crisis cerca de Siria y Líbano. Comparado con los portaaviones de la clase Nimitz, el USS Gerald R. Ford ofrece mayor capacidad eléctrica, integración de sensores y una tripulación reducida, lo que mejora su capacidad de supervivencia y letalidad.
El grupo de ataque también contrarresta actividades de zona gris, como el acoso naval, la guerra de información y las amenazas con drones. Sus sistemas de radar avanzados y capacidades de guerra electrónica permiten la detección y neutralización de amenazas asimétricas. Además, el despliegue refuerza la presencia avanzada de la OTAN.
La misión del CSG-12 fortalece la estrategia de disuasión por capas de EE. UU., que posiciona fuerzas creíbles en todos los comandos combatientes. El USS Gerald R. Ford amplía el alcance marítimo de EE. UU. en zonas disputadas, tranquiliza a los aliados y complica la planificación de adversarios. Su capacidad para operar en entornos multidominio lo convierte en un activo crítico para mantener el equilibrio de poder.
El despliegue del CSG-12 también responde a la necesidad de salvaguardar los bienes comunes globales, como las rutas marítimas del Mediterráneo, esenciales para el comercio y la seguridad energética. La presencia del grupo garantiza la libertad de navegación y actúa como elemento de disuasión frente a actores estatales y no estatales que buscan desestabilizar la región.
Implicaciones del despliegue en el contexto global
La llegada del CSG-12 al teatro de EUCOM transmite un mensaje claro: Estados Unidos mantiene una capacidad inigualable para proyectar poder naval en cualquier región. En un entorno global volátil, el USS Gerald R. Ford actúa como un centro móvil del poder marítimo estadounidense, con capacidad para influir en eventos estratégicos en múltiples continentes.
El despliegue también resalta la importancia del Mediterráneo como un nexo estratégico. La región conecta Europa, África y Oriente Medio, y su estabilidad resulta vital para los intereses de la OTAN y sus aliados. La presencia del CSG-12 refuerza la capacidad de respuesta ante crisis y asegura que EE. UU. pueda liderar operaciones conjuntas con socios europeos.
Al mismo tiempo, el despliegue del CSG-12 complementa las operaciones de otros grupos de portaaviones en Oriente Medio. Esta distribución de fuerzas navales demuestra la flexibilidad estratégica de la Marina de los EE. UU. y su capacidad para gestionar múltiples teatros de operaciones de manera simultánea. La coordinación entre los comandos de EUCOM y CENTCOM asegura una postura de disuasión unificada frente a adversarios como Rusia e Irán.
A medida que el Grupo de Ataque Gerald R. Ford lleva a cabo operaciones en el Mediterráneo, el CSG-12 proyecta poder y garantiza la estabilidad en una región crítica, con el objetivo de preservar un orden internacional que favorezca los intereses de EE. UU. y sus aliados.