La Fuerza Aérea de EE. UU. suspendió las entregas del avión cisterna KC-46 Pegasus y ordenó inspecciones tras detectar grietas en la estructura de soporte de dos aeronaves.
Fuerza Aérea inspecciona flota de KC-46 por fallas estructurales
La Fuerza Aérea de EE. UU. detuvo temporalmente la recepción del KC-46 Pegasus, fabricado por Boeing, luego de descubrir grietas en la estructura de soporte del borde de fuga fijo externo de dos aeronaves programadas para su entrega. Ante esta situación, ordenó la inspección de toda la flota, que actualmente cuenta con 89 aviones en servicio.
Las grietas se ubican en las bisagras de los alerones, sin afectar directamente las superficies de vuelo. El diseño del Boeing 767, base del KC-46, ya presentaba antecedentes de fallas similares con el tiempo, pero la detección de este problema en aeronaves recién fabricadas llevó a una respuesta inmediata.
Un portavoz de la Fuerza Aérea afirmó que, si bien este daño no compromete la seguridad en vuelo, las grietas deben repararse antes de que el avión pueda volver a operar. Boeing, junto con la Oficina del Programa y el Comando de Movilidad Aérea, trabaja para identificar la causa raíz y determinar soluciones a corto y largo plazo.
Retrasos y problemas persistentes afectan al KC-46 Pegasus
El sitio The War Zone, que dio a conocer la noticia, informó que el problema fue identificado por Boeing durante la inspección de cuatro aviones antes de su envío al Centro de Entrega Militar. El KC-46, una pieza clave en la modernización de la flota de reabastecimiento aéreo de EE. UU., enfrenta nuevos retrasos en un programa que ya ha enfrentado numerosas dificultades.

Desde su inicio, el programa KC-46 ha estado bajo escrutinio por problemas técnicos y sobrecostos. Diseñado para reemplazar a los KC-135 Stratotankers, el Pegasus prometía capacidades avanzadas de reabastecimiento, nueva tecnología y mayor flexibilidad operativa. Sin embargo, el proceso de desarrollo ha estado plagado de complicaciones.
Datos clave sobre las fallas detectadas en el KC-46
- Las grietas se encontraron en la bisagra del alerón, una parte estructural del avión.
- El problema fue detectado en inspecciones previas a la entrega de nuevos aviones.
- La Fuerza Aérea de EE. UU. ordenó inspeccionar los 89 KC-46 en servicio.
- Aunque no afectan la seguridad en vuelo, las aeronaves deben ser reparadas antes de operar.
- Boeing y la Fuerza Aérea trabajan para determinar la causa raíz del problema.
Deficiencias en el KC-46 generan costos millonarios
El hallazgo de grietas en aviones nuevos agrava la crisis del programa, que ya ha enfrentado problemas como defectos de software y fallas en el sistema de reabastecimiento, generando miles de millones de dólares en sobrecostos. Boeing ha tenido que realizar múltiples rediseños y ajustes en la aeronave.

El fallo en la bisagra del alerón preocupa porque afecta la integridad estructural del avión. Aunque las grietas fueron detectadas en inspecciones de rutina y no han causado incidentes en vuelo, su presencia en aviones recién construidos plantea dudas sobre la confiabilidad del modelo.
El Departamento de Pruebas y Evaluación Operativa (DOT&E) ya había señalado que el KC-46 no cumplía con varios criterios de idoneidad. A pesar de sus innovaciones, sigue acumulando problemas técnicos.
El complejo desarrollo del KC-46 Pegasus
Aunque el KC-46 deriva del Boeing 767, es una aeronave completamente modificada. Su fuselaje es más largo y cuenta con motores, cabina, alas y sistemas diferentes. Una de sus características distintivas es la eliminación de la ventana trasera del operador de la pluma de reabastecimiento, sustituida por un sistema de cámaras.

El avión surgió del programa KC-X, con el que Boeing compitió en 2007 para desarrollar un nuevo cisterna basado en el 767-200LRF (Long Range Freighter). Su diseño combina elementos de varios modelos de la familia 767, integrando mejoras como la pluma fly-by-wire de sexta generación.
El contrato para la producción del KC-46 se otorgó en 2011, con el primer vuelo en 2015. Desde entonces, Boeing ha enfrentado constantes desafíos en el programa, acumulando más de 7.000 millones de dólares en pérdidas debido a problemas técnicos y retrasos en la entrega.
Fallas estructurales y tecnológicas comprometen al KC-46 Pegasus
Desde enero de 2024, la Fuerza Aérea de EE. UU. ha identificado seis deficiencias de categoría 1 en el KC-46 Pegasus, consideradas de alto riesgo por su potencial para causar la pérdida de una aeronave, heridos o incluso víctimas fatales. Boeing y las autoridades trabajan en soluciones para corregir estos problemas.
Uno de los fallos más críticos se encuentra en el Sistema de Visión Remota (RVS), que reemplazó la ventana del operador de la pluma de reabastecimiento por un conjunto de cámaras. Este sistema, dividido en dos grupos —uno enfocado en la pluma y otro con una vista panorámica—, presenta dificultades bajo ciertas condiciones ambientales. Boeing desarrolla el RVS 2.0, que debería estar listo para finales de 2025.

Otro problema está relacionado con el actuador de la pluma de reabastecimiento, que impide repostar al A-10C Thunderbolt II. Dado que esta aeronave no genera suficiente fuerza para mantenerse conectada a la pluma debido a su baja velocidad, el actuador hidráulico debe compensar la diferencia. La solución, en forma de un nuevo actuador, está programada para 2026.
Deficiencias en la calidad del KC-46 afectan su fiabilidad
Más allá de los problemas en el sistema de reabastecimiento, el KC-46 también ha mostrado deficiencias en la calidad de fabricación. Tres componentes de la aeronave han requerido modificaciones debido a fallas estructurales:
- Los mástiles de drenaje de la unidad de potencia auxiliar (APU), propensos a agrietarse, fueron reforzados para evitar rupturas.
- Un sello defectuoso en el colector de combustible, que permitió fugas de combustible, fue reemplazado por un nuevo diseño flexible.
- La línea de drenaje del receptáculo AAR, ubicada sobre la cabina, presentaba riesgo de agrietamiento y posibles fugas de combustible dentro de la aeronave. Boeing ya encontró una solución que será implementada en 2025.
Otro inconveniente afecta las cápsulas de reabastecimiento en las alas (WARP). Estas unidades permiten reabastecer a dos aviones al mismo tiempo, pero aún no han superado la Prueba y Evaluación Operativa Inicial (IOT&E) debido a problemas en la certificación de la Administración Federal de Aviación (FAA). Según el informe del director de Pruebas y Evaluación Operativa (DOT&E) de 2023, los WARP no cumplen con los requisitos de resistencia a impacto de aves, tolerancia a rayos y protección contra la corrosión del cableado. La certificación está en proceso y la IOT&E podría iniciarse este año.

El KC-46 enfrenta retrasos en su integración operativa
Ante estos problemas, Boeing trabaja en conjunto con la Fuerza Aérea de EE. UU. para corregir las deficiencias del KC-46. La compañía ha prometido acelerar las soluciones, pero las grietas estructurales recién descubiertas generan preocupaciones adicionales sobre la viabilidad del programa.
La integración del KC-46 Pegasus con el resto de las plataformas aéreas militares ha sido más lenta de lo previsto, debido a dificultades para cumplir con sus requisitos operativos. La retirada del KC-10 Extender y la antigüedad de los KC-135 Stratotanker, que ya superan los 70 años en servicio, han incrementado la necesidad urgente de nuevos aviones cisterna.
Impacto en la disponibilidad operativa del KC-46 Pegasus
Por el momento, no hay una fecha establecida para la reanudación de las entregas del KC-46, y cualquier nuevo inconveniente podría retrasar aún más su disponibilidad total. La Fuerza Aérea aún evalúa cómo estos problemas afectarán la operatividad de la flota.
El Pegasus ha asumido un mayor número de misiones de reabastecimiento de combustible, lo que hace que cualquier inspección adicional pueda dejar temporalmente fuera de servicio varios aviones. En casos urgentes, es posible que se requieran exenciones especiales para que los aviones continúen operando mientras se implementan las correcciones necesarias.