Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda militar de 500 millones de dólares para Ucrania, que incluye misiles de defensa aérea, municiones aire-tierra y equipamiento destinado a los aviones de combate F-16. La medida refuerza el apoyo estadounidense en el contexto de la guerra con Rusia.
La administración estadounidense informó que la mayoría de las armas ya han sido entregadas, mientras que el resto está en tránsito. Según declaraciones oficiales, Ucrania mantiene su arsenal en óptimas condiciones, lo que le permite continuar las operaciones militares de manera efectiva.
El envío de misiles balísticos tácticos ATACMS está previsto entre los suministros clave de 2024. Estos misiles, capaces de ataques de precisión a distancias de hasta 300 km, han mejorado significativamente el alcance operativo de las fuerzas ucranianas. Ucrania los ha utilizado para atacar objetivos estratégicos en Crimea, aunque los analistas consideran que estos avances no han alterado radicalmente el curso de la guerra.
Funcionarios estadounidenses reconocen que, pese a la entrega de tanques M1 Abrams y aviones F-16, el impacto en la dinámica de la guerra ha sido limitado. Por su parte, Rusia insiste en que la llegada de armas extranjeras no modificará su determinación ni los objetivos de su “operación militar especial”.
En materia de defensa aérea, Estados Unidos ha reforzado el apoyo con sistemas avanzados como Patriot y NASAMS, esenciales para contrarrestar amenazas aéreas. Desde junio de 2024, se priorizó el envío de sistemas Patriot a Ucrania, junto con más de 500 misiles interceptores para fortalecer la capacidad defensiva ante los persistentes ataques rusos.
Además, en abril de 2024, se enviaron municiones adicionales y equipos complementarios para los sistemas NASAMS, conocidos por su adaptabilidad y capacidad de integrar distintos tipos de misiles. Este sistema se ha consolidado como un pilar en la defensa aérea ucraniana, protegiendo infraestructuras clave y áreas civiles.
En el terreno, la entrega de tanques M1 Abrams ha representado una mejora significativa para las fuerzas terrestres ucranianas. Estados Unidos suministró 31 tanques, aunque varios han sido destruidos o dañados en combate. Para 2025, Australia planea enviar modelos adicionales M1A1 Abrams, mitigando estas pérdidas y fortaleciendo la capacidad de combate terrestre.
Por otro lado, los esfuerzos para dotar a Ucrania de cazas F-16 continúan siendo una prioridad. Países como Noruega, los Países Bajos, Dinamarca y Bélgica han comprometido la entrega de estos aviones, esenciales para potenciar la defensa aérea y las operaciones ofensivas de Ucrania. Los F-16, reconocidos por su versatilidad, representan un recurso crucial en el contexto de las necesidades militares actuales.