Estados Unidos ha entregado a Ucrania “emisores de amenazas” o lo que también puede llamarse radares falsos destinados a confundir a los pilotos de caza rusos para compensar la pérdida del menguante inventario ucraniano de sistemas de misiles tierra-aire.
Transcurridos más de diez meses de guerra, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS), numérica y tecnológicamente superiores a las fuerzas aéreas ucranianas, aún no han conseguido hacerse con el control total del espacio aéreo ucraniano.
Como EurAsian Times ha explicado anteriormente, la guerra en el dominio aéreo no se centró tanto en la superioridad aérea de Ucrania como en la denegación del espacio aéreo a la aviación de combate rusa mediante el uso de una serie de sistemas de defensa antiaérea.
Ucrania desplegó defensas aéreas de medio y largo alcance, como los S-300 y los Buk-M1, que obligaron a los cazas rusos a volar a altitudes inferiores a los 4.500 metros, justo en el radio de acción de los sistemas portátiles de defensa antiaérea (MANPADS) que han sido responsables de un número significativo de derribos de aviones rusos.
Sin embargo, en la actualidad, el inventario ucraniano de estos SAM y de sus lanzadores parece estar disminuyendo a un ritmo que podría suponer un grave problema para el ejército ucraniano.
Ucrania pierde rápidamente S-300
Ucrania ha perdido hasta ahora unos 36 lanzadores S-300, según las cifras recopiladas por el blog de rastreo militar Oryx basándose en confirmaciones visuales. Es posible que el número real de pérdidas sea mayor.
Los informes de julio sugerían que los defensores aéreos de Ucrania están perdiendo lanzadores S-300 a un ritmo de al menos tres o cuatro por semana.
Además, en los últimos meses, el ejército ruso ha estado llenando repetidamente los cielos ucranianos con una salva de misiles y municiones de merodeo para abrumar a los sistemas de defensa antiaérea ucranianos, lo que ha estado agotando las reservas ucranianas de misiles tierra-aire a un fuerte ritmo.
Por ello, según anunció recientemente el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, Kiev está en conversaciones con otros países para reponer las existencias ucranianas de misiles S-300.
“Los S-300 funcionan muy bien. El hecho es que no se fabricaron en Ucrania; es decir, no tenemos misiles S-300, por lo que utilizamos existencias. Por lo tanto, con los colegas ministros de Defensa de los países en los que también hay S-300, estamos negociando la posibilidad de reponer esta reserva de misiles de sus almacenes y arsenales”, dijo Reznikov.
Al parecer, EE.UU. podría haber proporcionado proveedores de amenazas a Ucrania para reforzar sus defensas aéreas hasta que Kiev encuentre otra fuente de sistemas S-300.
¿Estados Unidos suministra a Ucrania radares S-300 falsos?
Aviation Week informó por primera vez el 4 de diciembre del suministro de emisores de amenazas por parte de Estados Unidos a Ucrania. Los emisores de amenazas emiten una señal de radio similar a la de un radar de defensa aérea sin tener los mismos sistemas de procesamiento de señales.
Los ejércitos suelen utilizarlos para entrenar a sus tripulaciones aéreas a identificar y reaccionar ante amenazas en escenarios de combate simulados, en los que los pilotos aprenden las firmas de aviones y misiles hostiles y llegan a saber cómo detectarían sus sensores dichas amenazas en circunstancias reales.
Uno de estos sistemas es el Joint Threat Emitter desarrollado por Northrop Grumman. Consta de una unidad de mando operada por soldados y emisores de amenazas por radar montados en remolques. Una unidad de mando puede controlar hasta 12 emisores de amenazas diferentes, y cada emisor puede simular hasta seis amenazas simultáneamente.
Sin embargo, cuando se despliegan en un conflicto real, estos emisores de amenazas podrían engañar a un piloto de caza enemigo dándole la impresión de que las defensas locales son más potentes de lo que son en realidad, lo que podría disuadirle de llevar a cabo una incursión.
El empleo de emisores de amenazas no es más que una táctica de engaño, que Rusia y Ucrania han utilizado mutuamente desde el comienzo de la guerra desplegando maquetas o dummies de sistemas de armas como los sistemas de defensa antiaérea HIMARS y S-300, como ya analizó anteriormente en profundidad EurAsian Times.
Aún no está claro qué amenaza estarían reproduciendo exactamente los emisores proporcionados a Ucrania. Los informes sugieren que los emisores de amenaza en cuestión podrían estar replicando el radar de defensa aérea 36D6M1-1 vendido al Ejército estadounidense en 2018 por Iskra, una empresa ucraniana de fabricación de radares.
El 36D6M1-1, también apodado ‘Escudo de Estaño’, es un radar móvil de vigilancia 3D del espacio aéreo capaz de detectar objetivos aéreos de vuelo bajo bajo protección de interferencia activa y pasiva. Se dice que está asociado al sistema de defensa aérea S-300.
El Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), General Charles Q. Brown Jr., dijo al parecer que el suministro de emisores de amenazas a Ucrania es un ejemplo de cómo el Pentágono puede encontrar formas rápidas de resolver problemas durante una crisis, al tiempo que señaló la entrega de misiles Raytheon AGM-88 de alta velocidad antirradiación (HARM) a Ucrania en agosto.
Brown dijo que antes de la invasión rusa de Ucrania, la idea de modificar un HARM para integrarlo con un Mikoyan MiG-29 se habría descartado inmediatamente por ser muy difícil, pero ante la crisis, el Pentágono y los contratistas consiguieron que funcionara.
“Así que hay formas de trabajar con la industria y con los que realmente construyen sistemas para resolver los detalles y avanzar en ciertas áreas debido a una necesidad y a un sentido de urgencia”, dijo Brown, según cita Aviation Week.
El ejército y la industria tienen que seguir haciendo esto y no “volver a nuestro programa habitual”, continuó. “Tenemos que anticiparnos a las crisis para estar mejor preparados”.