La modernización y operación del arsenal nuclear de EE. UU. costará 946.000 millones de dólares entre 2025 y 2034, según la CBO.
Proyección de costos nucleares de EE. UU. para la próxima década
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) proyecta que Estados Unidos gastará 946.000 millones de dólares entre 2025 y 2034 para operar y modernizar su arsenal de armas nucleares. Esta cifra representa un aumento del 25% respecto a la estimación de 2023, que calculó 756.000 millones de dólares para el período 2023-2032. El incremento se atribuye a ajustes en las estimaciones y mayores asignaciones presupuestarias para las fuerzas nucleares. La CBO detalla que 817.000 millones de dólares corresponden a los planes presupuestados, mientras que 129.000 millones de dólares adicionales se incluyen para cubrir sobrecostos, requisitos cambiantes y otros factores no especificados en las solicitudes de presupuesto.
Los costos operativos del arsenal nuclear representan el 44% del total, equivalentes a 357.000 millones de dólares. La modernización de sistemas de lanzamiento y ojivas nucleares constituye el segundo mayor segmento, con 309.000 millones de dólares. El resto se destina a la modernización de los sistemas de comando, control y comunicaciones nucleares (NC3) y de alerta temprana, así como a las instalaciones del Departamento de Energía. Un factor clave en el aumento de costos es el programa de misiles balísticos intercontinentales LGM-35 Sentinel, cuyo costo estimado creció un 81% tras una revisión de Nunn-McCurdy, aunque los detalles completos de este incremento aún no están definidos.
El programa Sentinel, diseñado para reemplazar los misiles Minuteman III de la Fuerza Aérea de EE. UU. a partir de 2030, enfrenta desafíos presupuestarios significativos. La CBO señala que los costos asociados a este programa son un impulsor principal del aumento proyectado, aunque la falta de datos precisos sobre el impacto total de la revisión limita la exactitud de las estimaciones. Otros programas, como la modernización de ojivas y la infraestructura de apoyo, también contribuyen al crecimiento del gasto.
La mayor partida presupuestaria, con 228.000 millones de dólares, corresponde a la flota de submarinos de misiles balísticos de la Marina de EE. UU.. Esto incluye el mantenimiento de los submarinos de la clase Ohio y la construcción de los nuevos submarinos de la clase Columbia, que comenzarán a reemplazar a los primeros a partir de 2031. Además, se destinan recursos para el mantenimiento y modernización del misil balístico lanzado desde submarinos Trident II D5, cuyo programa de extensión de vida útil garantizará su operatividad hasta 2084.
Datos clave sobre el gasto nuclear de EE. UU. 2025-2034
- Costo total proyectado: 946.000 millones de dólares, un 25% más que la estimación de 2023.
- Costos operativos: 357.000 millones de dólares, el 44% del total.
- Modernización de sistemas: 309.000 millones de dólares para ojivas y sistemas de lanzamiento.
- Submarinos clase Columbia: 228.000 millones de dólares, la mayor partida individual.
- Programa Sentinel: Incremento del 81% en costos tras revisión Nunn-McCurdy.
Detalles de los programas nucleares y su impacto presupuestario
En el ámbito de los bombarderos estratégicos, los costos reflejan solo una fracción del total, dado su uso dual para misiones nucleares y convencionales. La adquisición del bombardero Northrop Grumman B-21 Raider y el misil AGM-181 Long Range Standoff representan la mayor parte de este segmento. Por otro lado, los costos de las armas nucleares tácticas, como la bomba B61-12, disminuyen tras la finalización de su desarrollo, lo que reduce su peso en el presupuesto general.
Los sistemas NC3 incluyen programas críticos como el reemplazo de los aviones E-4B Nighthawk y E-6B Mercury, responsables del mando y control de las fuerzas nucleares. El E-6B será sustituido por el E-130J, basado en el C-130, mientras que el E-4B dará paso al E-4C, una variante adaptada del Boeing 747-8. Estos aviones, diseñados para operar en escenarios de ataque nuclear, aseguran la continuidad de las comunicaciones estratégicas. El E-130J se enfocará en las operaciones con submarinos, mientras que el E-4C asumirá un rol más amplio en la cadena de mando.
La administración del presidente Donald Trump, iniciada en 2025, ha mantenido los planes de adquisición nuclear sin cambios significativos, salvo la continuidad del programa NGAD. Trump ha expresado su intención de reducir el gasto en armas nucleares, afirmando en febrero de 2025: “No hay razón para que estemos construyendo armas nucleares completamente nuevas; ya tenemos muchos”. Sin embargo, los recortes de personal en agencias como la Administración Nacional de Seguridad Nuclear han limitado la capacidad de implementar cambios sustanciales. La reversión de estos recortes, tras críticas por su impacto en la gestión del arsenal nuclear, refleja la complejidad de alterar la política nuclear actual.
La estructura del gasto nuclear refleja la prioridad de mantener una tríada nuclear robusta, compuesta por misiles balísticos intercontinentales, submarinos y bombarderos estratégicos. La modernización de estos sistemas responde a la necesidad de contrarrestar amenazas globales, especialmente de potencias como China y Rusia, que también invierten en sus capacidades nucleares. La CBO advierte que los costos podrían aumentar aún más si los programas enfrentan retrasos o mayores sobrecostos, un riesgo histórico en proyectos de esta magnitud.