El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha revelado un plan presupuestario para el año fiscal 2026 que destina $5.3 mil millones a sistemas marítimos no tripulados, según DefenseScoop.
Esta decisión responde al incremento de amenazas de fuerzas yemeníes, iraníes y chinas contra buques estadounidenses, lo que revela vulnerabilidades en las flotas tripuladas. Las nuevas prioridades del Pentágono asignan un rol central a la Armada sobre los dominios terrestre y aéreo en el desarrollo de autonomía, lo que representa una reorientación estratégica hacia el uso de medios navales no tripulados.
El presupuesto de defensa para 2026 asigna $13.4 mil millones a sistemas autónomos, una cifra sin precedentes. De este monto, la Marina recibe $5.3 mil millones, lo que representa un aumento de $2.2 mil millones respecto al año anterior. Ford ha incorporado kits anti-drones. Los oficiales indican que la defensa pasiva no resulta suficiente; se requieren activos no tripulados con capacidad de operar en aguas disputadas sin que las tripulaciones corran riesgo.
Los conflictos recientes, como el de Ucrania, han mostrado el efecto de los drones de bajo costo en escenarios bélicos actuales. Estados Unidos aplica estas observaciones a entornos marítimos, en particular en el mar de China Meridional y el mar Rojo. El presupuesto contempla $1.7 mil millones para buques autónomos de superficie, $734 millones para vehículos submarinos no tripulados y $1.2 mil millones para software de autonomía común, con el objetivo de integrar estos sistemas en una red funcional de operación conjunta entre dominios.
La estrategia también incluye $3.1 mil millones para capacidades anti-drones, con el fin de ofrecer protección a flotas e infraestructura frente a sistemas letales de bajo costo. Las acciones registradas en el área del CENTCOM, donde ocurren enfrentamientos diarios con drones, ya afectan el diseño de nuevas plataformas y doctrinas. La Armada prevé adquisiciones de mayor envergadura en 2026.
Este ajuste presupuestario comunica una postura directa a aliados y adversarios: Estados Unidos no mantendrá una actitud pasiva frente a las amenazas marítimas. Con la autonomía incorporada por primera vez como categoría presupuestaria independiente, el Pentágono formula una planificación naval basada en sistemas inteligentes no tripulados con capacidad de operar en superficie, en el aire y bajo el agua.