El Departamento de Defensa de EE. UU. otorga contrato para apoyar la incorporación de Grecia al programa F-35, reforzando la OTAN.
Contrato de $17,2 millones impulsa la integración de Grecia al F-35
El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció el 2 de mayo de 2025 la adjudicación de un contrato de 17,2 millones de dólares a Lockheed Martin Aeronautics Co. para proporcionar servicios de ingeniería, soporte técnico, gestión de programas y entrenamiento destinados a facilitar la incorporación de Grecia al programa F-35 Joint Strike Fighter como cliente de Ventas Militares Extranjeras (FMS). Este acuerdo, gestionado por el Naval Air Systems Command en Patuxent River, Maryland, marca un paso crucial en el fortalecimiento de las capacidades de defensa aérea de Grecia y consolida el flanco sureste de la OTAN frente a crecientes tensiones geopolíticas en el Mediterráneo oriental. El contrato, no competitivo debido a la exclusividad de Lockheed Martin en el programa F-35, incluye 7,3 millones de dólares de fondos de clientes extranjeros y se espera que concluya en mayo de 2031.
Grecia, que firmó una carta de oferta y aceptación en julio de 2024 para adquirir 20 cazas F-35A con opción a 20 adicionales, recibirá sus primeros aviones en 2028, según el calendario establecido por el Departamento de Defensa y Lockheed Martin. Este contrato cubre actividades específicas como la integración de requisitos únicos no recurrentes y la capacitación del personal griego, lo que garantiza que la Fuerza Aérea Helénica esté preparada para operar estas aeronaves de quinta generación. La decisión de Grecia de unirse al programa F-35 responde a la necesidad de modernizar su flota de cazas, que incluye aviones F-16 y Rafale franceses, para mantener la superioridad aérea en una región marcada por disputas territoriales con Turquía y la inestabilidad en el Mediterráneo.
El F-35 Lightning II, diseñado como un caza polivalente con capacidades stealth, sensores avanzados y conectividad en red, es considerado el pilar de las fuerzas aéreas de múltiples aliados de la OTAN. Hasta abril de 2025, Lockheed Martin ha entregado más de 1.150 F-35 a 20 países, acumulando más de un millón de horas de vuelo. Grecia se convierte en el 19º operador de este avión, uniéndose a naciones como Israel, Noruega y Reino Unido. El programa F-35 genera aproximadamente 275.000 empleos en Estados Unidos y contribuye con 72.000 millones de dólares anuales a su economía, según datos de Lockheed Martin. La participación de Grecia también fortalece la interoperabilidad entre los aliados de la OTAN, permitiendo operaciones conjuntas más efectivas.
El contrato de 17,2 millones de dólares incluye fondos de socios no estadounidenses del programa F-35, lo que refleja el carácter colaborativo del proyecto. Además, Lockheed Martin ha invertido en Grecia mediante acuerdos industriales, como el establecimiento de un centro de mantenimiento regional para los F-35, lo que podría generar empleos y beneficios económicos a largo plazo para el país. Este movimiento se alinea con los esfuerzos de Grecia para diversificar sus capacidades de defensa y reducir su dependencia de plataformas más antiguas.

Datos clave sobre la integración de Grecia al programa F-35
- Contrato: $17,2 millones para ingeniería, soporte técnico y entrenamiento.
- Fecha de firma: 2 de mayo de 2025, con finalización prevista para mayo de 2031.
- Primeras entregas: Grecia recibirá sus primeros F-35A en 2028.
- Cantidad inicial: 20 cazas F-35A, con opción a 20 adicionales.
- Impacto económico: El programa F-35 genera 275.000 empleos en EE. UU. y $72.000 millones anuales.
- Interoperabilidad: Fortalece la capacidad de la OTAN para operaciones conjuntas.
Contexto regional y estratégico de la adquisición griega
La incorporación de Grecia al programa F-35 se produce en un momento de crecientes tensiones en el Mediterráneo oriental, donde las disputas con Turquía sobre los derechos marítimos y las zonas económicas exclusivas han intensificado la carrera armamentística regional. Turquía, expulsada del programa F-35 en 2019 tras adquirir sistemas de defensa aérea S-400 rusos, busca ahora reingresar y adquirir 40 F-35, según declaraciones del ministro de Defensa turco en noviembre de 2024. Esta dinámica plantea un desafío para la OTAN, que debe equilibrar las necesidades de seguridad de ambos aliados mientras mantiene la cohesión de la alianza.
El F-35A que adquirirá Grecia cuenta con el radar AN/APG-81, descrito por Lockheed Martin como el más avanzado del mundo, y está equipado para misiones de superioridad aérea, ataque terrestre y guerra electrónica. Estas capacidades permitirán a la Fuerza Aérea Helénica contrarrestar amenazas modernas, incluidas las de actores no estatales y potencias regionales. Además, la adquisición de los F-35 complementa los 24 cazas Rafale comprados a Francia en 2021, creando una flota diversa y robusta.
Lockheed Martin ha destacado que el F-35 es “probado en combate” y ofrece la opción más asequible para mantenerse por delante de las amenazas emergentes. Sin embargo, el programa ha enfrentado críticas por su alto costo, con un precio por unidad de aproximadamente 90 millones de dólares para el F-35A en los últimos lotes negociados, según el Joint Program Office. Los costos podrían aumentar debido a la inflación y las mejoras incluidas en los lotes 18 y 19, que aún no tienen un contrato finalizado.
El contrato de 17,2 millones de dólares también subraya el papel de Grecia como un aliado clave en la OTAN. En 2022, Lockheed Martin anunció inversiones en Grecia, incluyendo proyectos de coproducción y mantenimiento, lo que refuerza los lazos económicos y militares entre Atenas y Washington. Estas iniciativas podrían posicionar a Grecia como un centro logístico para los F-35 en el sur de Europa, beneficiando a otros operadores regionales.
Evolución del programa F-35 y su impacto global

El programa F-35 Joint Strike Fighter, iniciado en la década de 1990 para reemplazar aviones como el F-16, F/A-18 y AV-8B Harrier, ha evolucionado hasta convertirse en el núcleo de las fuerzas aéreas de múltiples naciones. La victoria de Lockheed Martin en la competencia de 2001 frente al X-32 de Boeing marcó el comienzo de un programa que hoy abarca tres variantes: el F-35A de despegue convencional, el F-35B de despegue corto y aterrizaje vertical, y el F-35C para portaaviones. Grecia optó por el F-35A, ideal para sus bases terrestres.
A pesar de los desafíos iniciales, como sobrecostos del 50% en su primera década, el F-35 ha ganado reconocimiento como el principal caza de quinta generación. Su capacidad para operar en entornos de alta amenaza, combinada con su integración con drones y sistemas de mando, lo convierte en una plataforma estratégica para el siglo XXI. En 2024, Lockheed Martin comenzó a entregar aviones Block 4, que incorporan mejoras en sensores, armamento y software, aumentando su letalidad.
La decisión de Grecia de adquirir el F-35 también responde a la necesidad de mantener un equilibrio de poder en la región. Mientras Israel opera F-35I Adir adaptados a sus necesidades, y otros aliados como Italia y Países Bajos despliegan sus propias flotas, Grecia busca evitar una brecha tecnológica con sus vecinos. El contrato de 17,2 millones de dólares asegura que la integración de Grecia se realice de manera eficiente, minimizando retrasos en la entrega y operación de los aviones.
En el contexto global, el programa F-35 enfrenta nuevos retos. La reciente adjudicación del contrato NGAD a Boeing para el caza F-47 de sexta generación, anunciada en marzo de 2025, ha llevado a Lockheed Martin a redoblar esfuerzos en mejorar el F-35. La empresa planea incorporar tecnologías de sexta generación, como sensores infrarrojos pasivos de largo alcance y materiales avanzados, para mantener la relevancia del F-35 frente a competidores emergentes como el KF-21 surcoreano.