El presidente Donald Trump ordenó la reanudación de las entregas de armas defensivas de Estados Unidos a Ucrania, según informó la Agencia de Prensa Asociada (AP) el 10 de julio de 2025. El anuncio oficial, emitido el 7 de julio, revierte la suspensión de meses que afectó el suministro militar. El nuevo paquete incluye proyectiles de artillería de 155 mm y cohetes GMLRS guiados, compatibles con el sistema HIMARS en operación por las fuerzas ucranianas.
Un sistema HIMARS suministrado por EE. UU. disparó un cohete GMLRS durante ejercicios militares, según registros del Departamento de Defensa. Estas unidades utilizan artillería pesada para destruir fortificaciones enemigas y bloquear las líneas logísticas rusas en sectores activos del frente.
El regreso de los GMLRS permite a Ucrania restablecer ataques de precisión sobre objetivos estratégicos rusos. Estas municiones, diseñadas para operar desde plataformas HIMARS, alcanzan entre 70 y 85 kilómetros. El armamento está orientado a neutralizar depósitos de municiones, centros de comando y equipos de ingeniería enemigos mediante impacto guiado, con capacidad de degradar posiciones críticas ubicadas fuera del alcance habitual de la artillería convencional.
El suministro sostenido de proyectiles de 155 mm ha sido clave para impedir los avances rusos. Estas municiones aseguran continuidad operativa en zonas disputadas y permiten mantener la interoperabilidad con obuses de origen occidental como el M777 estadounidense, el Caesar francés o el PzH 2000 alemán. Sin un flujo constante, las fuerzas ucranianas quedarían expuestas a bombardeos intensivos que comprometerían tanto posiciones militares como infraestructura civil.
Las fuerzas ucranianas reportan déficit de municiones mientras combaten en sectores del este y sur. El restablecimiento de los suministros estadounidenses podría tener efectos inmediatos sobre la operatividad y la coordinación del fuego indirecto, al reducir la asimetría de recursos frente al ejército ruso, que continúa empleando grandes volúmenes de artillería no guiada.
La decisión también apunta a una posible reactivación del aparato industrial de defensa estadounidense orientado a Ucrania. Este reinicio puede generar un aumento en la producción nacional de municiones, reactivación de programas de financiamiento internacional y nuevas instancias de coordinación logística con aliados europeos. El Pentágono anunciará próximamente datos sobre volúmenes, rutas de entrega y tiempos estimados de llegada.