La Fuerza Aérea de EE. UU. planea retirar los A-10 Thunderbolt II para 2028, dado su menor uso en operaciones de contrainsurgencia.
EE. UU. confirma la retirada del A-10 Thunderbolt II a partir de 2028
La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha anunciado que comenzará a retirar su icónico avión A-10 Thunderbolt II para el año fiscal 2028. Este modelo, conocido por su capacidad de apoyo aéreo cercano, jugó un papel clave en las campañas de contrainsurgencia en Irak y Afganistán. Sin embargo, con la reducción de las fuerzas terrestres estadounidenses en el extranjero, su utilidad ha disminuido considerablemente, lo que ha llevado a esta decisión de retiro programado.
A pesar de su retirada del servicio activo, el A-10 podría encontrar una nueva vida en manos de otras naciones. En una audiencia del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, señaló que al menos un país ha mostrado interés en adquirir los aviones retirados. Sin embargo, también advirtió sobre los desafíos de mantenimiento y la falta de soporte técnico una vez que los aviones salgan del inventario de EE. UU.
Algunos legisladores han sugerido que Ucrania sería un destinatario ideal para la flota de A-10, pero hasta ahora, Kiev no ha mostrado un interés significativo. Según Kendall, las dificultades para encontrar piezas de repuesto y el envejecimiento de los aviones, con más de 45 años en servicio, podrían ser obstáculos importantes para su transferencia a otros países.
El A-10 Thunderbolt II, una máquina de combate con 45 años de historia

Tras la Segunda Guerra Mundial, la atención de los militares estadounidenses se centró en aviones tácticos destinados al lanzamiento de armas nucleares, como el Republic F-105 Thunderchief y el McDonnell F-101 Voodoo. Sin embargo, la experiencia en Vietnam mostró la necesidad de un avión de ataque terrestre más eficaz y resistente. El Douglas A-1 Skyraider, aunque efectivo, era vulnerable al fuego enemigo debido a su velocidad reducida.
Para abordar estas deficiencias, el entonces secretario de Defensa, Robert McNamara, impulsó el desarrollo de nuevos aviones tácticos, lo que se saldó con modelos como el General Dynamics F-111 Aardvark y el McDonnell Douglas F-4 Phantom II. Además, se decidió crear una plataforma más económica y adaptada para operar en cualquier clima, lo que dio lugar al programa AX y, posteriormente, al desarrollo del A-10 Thunderbolt II.
Diseñado por Fairchild Republic, el A-10 se ganó el apodo de “bañera de titanio” gracias a su blindaje de titanio que protege a la cabina. Esta característica permite que los pilotos sobrevivan a los ataques terrestres mientras el avión lleva a cabo misiones de ataque aéreo contra vehículos blindados, tanques y otras instalaciones enemigas. Su capacidad para volar bajo y brindar apoyo cercano lo ha convertido en uno de los mejores aviones de ataque terrestre.
El poder destructivo del A-10: armamento y capacidad de ataque

El A-10 Thunderbolt II está armado con una ametralladora Gatling GAU-8/A Avenger, que dispara hasta 4.200 proyectiles por minuto. Esta arma, situada bajo el fuselaje del avión, combina proyectiles incendiarios de alto explosivo con proyectiles perforantes que contienen uranio empobrecido, permitiéndole destruir tanto vehículos blindados ligeros como objetivos más fuertemente protegidos.
El A-10 ha demostrado ser una plataforma formidable en conflictos, proporcionando apoyo aéreo cercano en diversas condiciones. Su capacidad de operar a baja altitud y mantenerse en el aire durante largos períodos ha sido crucial para proteger a las tropas terrestres en múltiples escenarios de combate. A pesar de su retiro planificado, su diseño robusto y su potencia de fuego continúan siendo reconocidos como elementos fundamentales en el apoyo aéreo.
Con la retirada del A-10, la Fuerza Aérea de EE. UU. se enfoca en modernizar su flota con aviones más avanzados, como el F-35 Lightning II. Sin embargo, la eficacia del Thunderbolt II en combate sugiere que otros países podrían beneficiarse de su uso, especialmente aquellos que enfrentan amenazas en sus fronteras.
Europa del Este: un potencial nuevo hogar para el A-10 Thunderbolt II

En Europa del Este, las naciones con fronteras cercanas a Rusia podrían mostrar interés en adquirir los A-10 una vez que estos sean retirados de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Las crecientes tensiones en la región han aumentado la demanda de plataformas de apoyo aéreo cercano, y el A-10 podría ofrecer una solución efectiva y probada en combate.
Rumania y Polonia son posibles candidatos para adquirir estos aviones. Ambos países han estado fortaleciendo sus capacidades militares en respuesta a las hostilidades en la región y podrían aprovechar la capacidad de ataque terrestre del A-10 mientras esperan la llegada de aviones más avanzados como el F-35 Lightning II.
El legado del A-10 Thunderbolt II, conocido por su durabilidad y potencia de fuego, continúa influyendo en las estrategias de defensa. Aunque su tiempo en la Fuerza Aérea de EE. UU. está llegando a su fin, su capacidad para proporcionar apoyo aéreo cercano asegura que seguirá siendo valorado por las fuerzas militares de todo el mundo.