Según un informe de origen israelí, Egipto estaría considerando adquirir el misil de crucero Guangdong Hongda HD-1A de fabricación china. Este sistema de largo alcance, superior a 290 kilómetros, podría ser integrado en la flota de cazas Rafale de fabricación francesa, actualmente operados por la Fuerza Aérea egipcia.
La posible incorporación de los misiles Guangdong Hongda HD-1A brindaría a Egipto una ventaja estratégica significativa en la región. El informe también resalta las complicaciones logísticas y políticas que enfrenta El Cairo al intentar obtener armamento avanzado, como los misiles SCALP-EG, debido a los esfuerzos conjuntos de Israel y Estados Unidos para preservar la superioridad militar israelí en el Medio Oriente.
A pesar de los obstáculos, Egipto ha logrado adquirir los misiles SCALP-EG después de extensas negociaciones, lo que refleja su creciente estrategia de diversificación en la obtención de armamento más allá de las potencias occidentales.
El Guangdong Hongda HD-1A se distingue por su capacidad de largo alcance y precisión, lo que lo convierte en una posible adición transformadora al arsenal egipcio. Este misil proporcionaría a Egipto la capacidad de atacar objetivos estratégicos mucho más allá del alcance de los sistemas actuales, mejorando su capacidad de disuasión.
El creciente vínculo de Egipto con China en defensa militar
La relación fortalecida entre China y Egipto refleja una estrategia más amplia en la que El Cairo busca reducir su dependencia de fuentes de armamento occidentales. Esta posible compra de misiles Guangdong Hongda HD-1A es solo un aspecto de esta nueva orientación.
El interés por los misiles chinos aumentó cuando, en el Salón Aeronáutico de Zhuhai en China, se exhibió un modelo de un caza Rafale armado con dos misiles HD-1A, lo que despertó especulaciones sobre un posible acuerdo real. Aunque algunos lo vieron como una táctica de marketing, la creciente cooperación entre Egipto y China ha convertido esta posibilidad en algo cada vez más tangible.
El informe israelí ahora plantea una situación en la que Egipto podría superar las restricciones políticas occidentales y adquirir los misiles chinos, alineándose con su estrategia de expandir sus alianzas militares con países no occidentales como China.
Además de los misiles, Egipto está en negociaciones con Italia para adquirir hasta 24 cazas Eurofighter Typhoon, valorados en unos 3.000 millones de dólares. Este acuerdo refleja la creciente cooperación europea en defensa y la diversificación de las opciones militares de Egipto.
Egipto avanza hacia la adquisición de cazas F-15 y Eurofighter Typhoon
La Fuerza Aérea egipcia está cerca de obtener los cazas F-15 “Strike Eagle” de fabricación estadounidense, aunque el acuerdo aún depende de la aprobación final de Estados Unidos. Esta incorporación fortalecería aún más su flota, que ya incluye 54 Rafale de Dassault Aviation junto con aviones más antiguos de la era soviética.
No obstante, Egipto podría enfrentar restricciones similares a las que experimentó al adquirir los Rafale, con la probable exclusión de misiles aire-aire avanzados como el Meteor, debido a las políticas de Francia y Estados Unidos para mantener la ventaja militar cualitativa de Israel en la región.
A pesar de la postura israelí, que no se opone a la venta de los Eurofighter Typhoon, Israel sigue vetando acuerdos que involucren misiles aire-aire de largo alcance, replicando su actitud durante la compra de los Rafale. Esto ha llevado a Egipto a buscar otras alternativas de armamento fuera del ámbito occidental, como el acceso a misiles chinos.
Así, un acuerdo con China para adquirir el misil Guangdong Hongda HD-1A se perfila como una opción cada vez más probable, lo que fortalecería la cooperación militar entre Egipto y China y desafiaría el dominio de Occidente en la región.
Características del misil Guangdong Hongda HD-1A
El Guangdong Hongda HD-1A es un misil de crucero supersónico desarrollado por Guangdong Hongda Blasting Co. Ltd., basado en tecnología derivada del misil ucraniano Bliskavka. Este sistema tiene una longitud de 5,7 metros, un diámetro de 375 mm y un peso de aproximadamente 1.200 kg al lanzamiento.
Su sistema de propulsión se basa en un estatorreactor de combustible sólido, permitiéndole alcanzar velocidades de hasta Mach 3,5 y cubrir distancias de hasta 290 km en pocos minutos. Su sistema de guiado, compuesto por navegación inercial y GPS, permite una alta precisión con una probabilidad de error circular (CEP) de 20 metros, reducida a 10 metros mediante guía infrarroja.
El HD-1A está equipado con una ojiva de fragmentación-explosión de 240 kg, diseñada para causar daños significativos a objetivos tanto navales como terrestres. El misil también incluye un buscador infrarrojo en la parte frontal y superficies de control en la parte trasera para estabilizar su vuelo.
Este sistema es compatible con plataformas aéreas y terrestres. La versión terrestre, conocida como HD-1C, incorpora un propulsor adicional y se lanza desde un transportador-erector-lanzador montado sobre un camión 10×10, con capacidad para disparar cuatro misiles. Esta configuración proporciona flexibilidad operativa y tiempos de respuesta rápidos.
El HD-1A y su eficacia en combate
El HD-1A sobresale por su precisión en entornos complejos, logrando una probabilidad de éxito del 75 % contra objetivos navales en movimiento. Su combinación de velocidad, precisión y versatilidad lo convierte en una herramienta formidable para el ataque tanto a objetivos marítimos como terrestres.
Gracias a sus avanzados sistemas de radar y sensores, el HD-1A asegura una alta tasa de destrucción con un solo disparo, lo que aumenta su valor estratégico para Egipto y otras naciones interesadas en mejorar sus capacidades de ataque.
Este misil, junto con otras adquisiciones de armamento no occidental, podría ser un factor clave en la reconfiguración de las alianzas militares en el Medio Oriente, donde Egipto busca diversificar sus fuentes de tecnología de defensa.
El Guangdong Hongda HD-1A podría representar una mejora significativa para las capacidades militares de Egipto, convirtiéndose en un componente esencial en su estrategia de disuasión y ataque estratégico.