Hace cuarenta años, la película de James Cameron, The Terminator, popularizó el concepto de “robots asesinos”.
El legado de The Terminator y el surgimiento de armas autónomas
Aunque Cameron no fue el primero en sugerir que estos robots se volverían contra sus creadores, su impacto en la cultura popular fue significativo. Desde entonces, películas, series de televisión y videojuegos han seguido explotando la amenaza de robots autoconscientes.
Hoy en día, esta amenaza ya no es una ficción exagerada. En la Conferencia Internacional sobre Inteligencia Artificial de 2018 en Estocolmo, algunos de los principales científicos del mundo pidieron leyes contra las armas autónomas letales. Estas armas, aunque pueden salvar vidas al asumir tareas peligrosas, plantean importantes preocupaciones éticas.
Rusia está avanzando notablemente en sus capacidades de drones autónomos, incluyendo el “robot kamikaze” Scorpion-M, lo que subraya la seriedad de esta amenaza emergente.
Esfuerzos internacionales y desafíos éticos en la prohibición de armas autónomas
A pesar de los esfuerzos de las Naciones Unidas para prohibir los “robots asesinos”, tanto Estados Unidos como Rusia continúan desarrollando estas tecnologías. En la Conferencia Internacional sobre Inteligencia Artificial de 2018, se destacó la necesidad de regular las armas autónomas para evitar un futuro donde estas tecnologías representen una amenaza para la humanidad.
Las armas autónomas pueden actuar como multiplicadores de fuerza, fortaleciendo la disuasión contra la escalada de conflictos. Sin embargo, el desarrollo de estos sistemas plantea preguntas éticas sobre la confiabilidad de los militares en su manejo.
Los avances en inteligencia artificial están llevando a la creación de plataformas que podrían operar junto a aeronaves de combate y buques de apoyo en el mar. No obstante, la preocupación más grande es cómo otras naciones podrían utilizar la tecnología de los “robots asesinos”.
Desarrollo de drones autónomos en Rusia y su impacto en el futuro
El 4 de junio, TASS informó que en Rusia se están realizando esfuerzos para desarrollar drones autónomos más avanzados en los próximos tres a cinco años. Según Pavel Kamenev, director Comercial de la Future Laboratory Company, la autonomía de los drones aumentará gracias a la visión por computadora y la inteligencia artificial.
Kamenev también sugirió que la inteligencia artificial podría controlar retransmisores de señales de control, vuelo a bordo y electrónica de potencia, lo que incrementaría el alcance y la carga útil de los drones. El desarrollo del espacio cercano a la Tierra también influirá en los drones.
En mayo, se informó que las fuerzas rusas habían desplegado el “robot kamikaze” Scorpion-M en la región de Donetsk. Este robot, del tamaño de un coche teledirigido, puede transportar más de 25 kg de explosivos y buscar objetivos que podrían escapar del bombardeo aéreo.
Preocupaciones globales sobre el uso de robots asesinos en conflictos
Tanto Rusia como Estados Unidos han bloqueado los esfuerzos formales de las Naciones Unidas para prohibir los “robots asesinos”. La tecnología está avanzando rápidamente y plantea una amenaza significativa para la humanidad.
Si bien hay razones para preocuparse por los esfuerzos de Estados Unidos con esta tecnología, Rusia ha demostrado que está dispuesta y es capaz de usar casi cualquier plataforma de armas en combate.
Esto debería verse como un peligro no solo para los que están en Ucrania hoy, sino quizás para toda la humanidad en un futuro no tan lejano. La ironía sería que si, y quizás cuando, las armas se vuelvan contra sus creadores humanos, serán los rusos quienes estarán en el punto de mira.