La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha estado retirando progresivamente su flota de bombarderos Rockwell B-1 Lancer. De los 100 bombarderos estratégicos de largo alcance que entraron en servicio durante la Guerra Fría, menos de 50 permanecen activos en la actualidad. En 2021, 17 bombarderos fueron retirados de la flota, aunque algunos de los viejos “Bones”, enviados al célebre “Boneyard”, han regresado al servicio debido a incidentes recientes.
Entre estos se encuentra el bombardero apodado “Lancelot”, seleccionado este año para reemplazar a un B-1 Lancer que sufrió daños irreparables tras un incidente en el motor durante un mantenimiento “de rutina” en la Base de la Fuerza Aérea Dyess (AFB), Texas, en abril de 2022. Este avión fue trasladado a la Base de la Fuerza Aérea Tinker, en Oklahoma, para completar su proceso de regeneración.
El mes pasado, otro B-1B Lancer, conocido como “Rage”, también fue restaurado. Este avión, con número de serie 86-0115, fue uno de los cuatro seleccionados entre los 17 retirados para ser mantenidos “en condiciones de recuperación”. Se lo vio recientemente en vuelo en la Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan en Tucson, Arizona, donde opera el 309.º Grupo de Mantenimiento y Regeneración Aeroespacial (AMARG), la unidad encargada del almacenamiento de aviones del Departamento de Defensa.
Por mandato del Congreso, la Fuerza Aérea debe mantener una flota de 45 B-1B en servicio hasta que el Northrop Grumman B-21 Raider esté operativo en la próxima década.
Los aviones mantenidos en el Boneyard en condiciones de recuperación no están simplemente expuestos al sol. Los B-1 se almacenan en la categoría Tipo 2000, un nivel inferior al Tipo 1000, que implica que estos aviones están recubiertos con un sellador de silicona que protege los huecos, motores y cristales.
El “Rage” fue reactivado después de que otro B-1B Lancer del 7th Bomb Wing sufriera una avería en el motor de bomberos, considerándose las reparaciones “prohibitivamente costosas”, lo que llevó a la decisión de regenerar uno de los cuatro aviones en almacenamiento.
Según The Aviationist, el “Rage” aún requiere mantenimiento a nivel de depósito para actualizar su estructura y aviónica antes de volver a una unidad de primera línea.
El AMARG probablemente tendrá más trabajo por delante, ya que podría necesitar restaurar uno de los dos B-1B restantes en condiciones de recuperación. Aunque la Fuerza Aérea no ha confirmado si el B-1B 85-0085 “Ruptured Duck”, que se estrelló en la Base de la Fuerza Aérea Ellsworth en Dakota del Sur el 4 de enero, volverá a volar, esto parece poco probable.
Actualmente, no hay ningún esfuerzo de regeneración anunciado para el “Ruptured Duck”, y es difícil imaginar que este avión vuelva al servicio. Tal vez la Fuerza Aérea debería considerar revisar los 13 B-1 que no están almacenados en el Tipo 2000 para asegurar que haya suficientes bombarderos disponibles mientras se despliega el programa B-21 Raider.