El B-2 Spirit, un bombardero furtivo, ha sorprendido por sus capacidades avanzadas y comodidades inusuales, como un microondas y un baño.
Controversia por la detección del B-2 en Google Earth
Un bombardero furtivo B-2 Spirit fue capturado por una imagen de Google Earth sobrevolando una granja en Missouri, cerca de la base aérea de Whiteman. Esta imagen, que generó controversia sobre las capacidades furtivas del avión, suscitó críticas acerca de cómo un avión tan avanzado podía ser detectado en una plataforma de acceso público. Los críticos se preguntaron por qué la tecnología furtiva del B-2 no evitó que fuera visible en Google Earth.
El ingenioso usuario de Google Earth que capturó la imagen describió la situación como una “misión de fumigación de cultivos”. En el video, se puede observar la escena agrícola con el bombardero sobrevolando. Este incidente plantea preguntas sobre la efectividad de la tecnología furtiva del B-2, aunque criticar su firma sigilosa basándose en un incidente puede no ser justo.
El B-2, siendo el bombardero más caro y avanzado de la Fuerza Aérea, podría ser monitoreado por adversarios potenciales a través de Google Earth, lo que genera inquietudes sobre la seguridad y la privacidad de sus misiones. La frecuencia de actualización de los mapas de Google Earth podría permitir el seguimiento de los despegues desde la base de Whiteman, contando vuelos y alertando sobre misiones intercontinentales y salidas de entrenamiento.
Un bombardero con historia y características únicas
El B-2 Spirit, aunque raramente visto en público, hizo una aparición destacada en el Super Bowl de enero de 2021, volando sobre el Estadio Raymond James en Tampa, Florida. La Fuerza Aérea planea mantener este bombardero en servicio hasta 2032, retirándolo gradualmente cuando el B-21 Raider esté operativo en los próximos cinco o seis años. Diseñado para penetrar defensas aéreas enemigas con su tecnología furtiva, el B-2 ha realizado vuelos históricos.
Después del 11 de septiembre, el B-2 voló hasta Afganistán para una misión de bombardeo de 44 horas, regresando a Missouri en 34 horas tras un cambio rápido de tripulación. Para manejar vuelos tan largos, el bombardero está equipado con una cama, un baño y un microondas, proporcionando las comodidades necesarias para los pilotos durante misiones prolongadas.
El alto costo de mantener y operar el B-2 es significativo. Con un precio de 2.000 millones de dólares por avión y un costo de mantenimiento anual de más de 44 millones de dólares, es el bombardero más caro jamás construido. Inicialmente, la Fuerza Aérea quería 132 unidades, pero el Congreso autorizó solo 21, de los cuales 20 están en servicio tras la pérdida de uno en un accidente en 2008. Ninguno ha sido derribado en combate.
La evolución del diseño de ala voladora
La idea de un ala voladora no es nueva; los diseñadores han experimentado con este concepto desde la Segunda Guerra Mundial con los modelos Northrop XB-35 y YB-35. Aunque los primeros desarrollos tuvieron dificultades, el diseño de ala voladora resurgió 40 años después como la mejor opción para un avión furtivo. Northrop Grumman introdujo el B-2 en 1993 en respuesta a las crecientes amenazas de defensas aéreas avanzadas en Rusia y China.
El debut en combate del B-2 fue durante la guerra de Kosovo, donde eliminó objetivos serbios sin enfrentar resistencia. Posteriormente, el B-2 participó en conflictos en Afganistán, Irak y Libia, destacándose por su capacidad de destruir objetivos clave con bombas guiadas por GPS. Este bombardero puede transportar hasta dieciséis bombas nucleares B-61 o B-83 y tiene un alcance global de 6.000 millas náuticas sin necesidad de reabastecimiento.
Su diseño le permite volar a baja altura y evadir la detección, una capacidad crucial en misiones de combate. A pesar de ser capturado recientemente en Google Earth, el B-2 sigue siendo un componente vital junto con el B-1 y el B-52 en las misiones de la Fuerza Aérea, capaz de penetrar profundamente en el espacio aéreo enemigo y cumplir con su misión.