El 30 de noviembre de 2025 Turquía informó que el Kizilelma destruyó un blanco a reacción con un misil Gökdoğan durante prueba frente a Sinop.
Prueba en Sinop y primer derribo aire-aire con misil de largo alcance
El 30 de noviembre de 2025 Turquía confirmó que su caza no tripulado Bayraktar Kizilelma destruyó por primera vez un blanco aéreo al emplear un misil aire-aire nacional de alcance más allá del alcance visual. La prueba de tiro real se realizó sobre el mar Negro, frente al polígono de Sinop. Las autoridades presentaron el resultado como el primer derribo aire-aire acreditado por un sistema de combate no tripulado con un misil de esa categoría.
🎦🔗🎛️ 1/ Selçuk Bayraktar shared new footage regarding the moments when the KIZILELMA Unmanned Fighter Jet achieved a world first by striking an aerial target with a beyond-visual-range air-to-air missile. pic.twitter.com/MnYfcJksKW https://t.co/iU6i5V71w5
— Emiraa Deniz Engelhardt (@DenizEmiraa) December 1, 2025
El ensayo unió varios desarrollos recientes de la industria de defensa turca. Un blanco aéreo impulsado por reactor despegó hacia la zona de tiro y el radar de exploración electrónica activa Murad, instalado en el morro del Kizilelma, lo detectó y siguió. Tras estabilizar el seguimiento, la aeronave lanzó desde un pilón un misil aire-aire Gökdoğan. Guiado por su buscador de radar activo y por los datos del radar, el misil impactó y destruyó el blanco.
Las autoridades enmarcaron el ensayo dentro de una campaña de pruebas desarrollada en los últimos días de noviembre. Diversas fuentes situaron la ejecución del lanzamiento el 28 de noviembre, mientras que la difusión de resultados ocurrió el 30 de noviembre, con comunicaciones de Baykar y del Gobierno. El carácter inédito combinó una plataforma de caza a reacción no tripulada y un misil aire-aire de largo alcance aplicado contra un blanco a reacción en perfil más allá del alcance visual.
Organismos oficiales y medios especializados describieron el resultado como el primer derribo aire-aire verificado por una aeronave de combate no tripulada con un misil de esa categoría. Las valoraciones lo situaron como un hito en la evolución de las operaciones aéreas no tripuladas, al demostrar una interceptación que incluyó detección, seguimiento, lanzamiento y destrucción de un blanco en un entorno de tiro real con parámetros comparables a un enfrentamiento más allá del alcance visual.
Datos clave del ensayo y la campaña de pruebas
- Ejecución del lanzamiento: 28 de noviembre de 2025.
- Difusión oficial de resultados e imágenes: 30 de noviembre de 2025.
- Área de tiro: mar Negro frente al polígono de Sinop.
- Plataforma: Bayraktar Kizilelma con radar Murad de Aselsan.
- Armamento: misil aire-aire Gökdoğan del programa Göktuğ.
Misil Gökdoğan y radar Murad: desarrollo nacional y capacidades claves
El arma utilizada, el Gökdoğan, forma parte del programa nacional Göktuğ de misiles aire-aire. El Instituto TÜBİTAK SAGE lo desarrolló como misil de medio y largo alcance con guiado por radar activo, motor cohete de combustible sólido y alta maniobrabilidad, con un alcance anunciado superior a 65 kilómetros. El objetivo estratégico consiste en sustituir de manera progresiva a los misiles estadounidenses AIM-120 AMRAAM en los cazas turcos dentro de un calendario de transición nacional.
Antes de su integración en el Kizilelma, el Gökdoğan superó campañas de tiro desde cazas tripulados. En febrero de 2025 un F-16 de la Fuerza Aérea Turca lanzó el misil contra un blanco aéreo durante un ejercicio de tiro real y el proyectil impactó directamente el objetivo. Ese resultado acreditó su madurez operativa y abrió la puerta a su certificación en plataformas adicionales, incluidas aeronaves no tripuladas de gran tamaño para misiones aire-aire.
El radar Murad, fabricado por Aselsan, constituye otro elemento nacional clave. Se trata de un radar de barrido electrónico activo capaz de detectar, seguir y clasificar objetivos a larga distancia, integrado tanto en cazas tripulados como en plataformas no tripuladas avanzadas. En el Kizilelma, el Murad trabaja junto al sistema electro-óptico de puntería de baja observabilidad Toygun y a enlaces de datos seguros de largo alcance para habilitar búsqueda y empleo de armamento aire-aire y aire-superficie.
La prueba mostró la integración de sensores y armas nacionales dentro de una cadena de interceptación. El radar Murad proporcionó datos para sostener el seguimiento del blanco y apoyar la guía del Gökdoğan, cuyo buscador de radar ejecutó la fase terminal. El proceso cubrió detección inicial, mantenimiento de pista, lanzamiento y neutralización del blanco, con parámetros coherentes con un enfrentamiento más allá del alcance visual en un entorno de tiro real sobre el mar Negro.
Kizilelma: diseño, motores y evolución operativa de 2022 a 2025 detallada
El Bayraktar Kizilelma es el primer caza a reacción no tripulado de diseño turco. Baykar lo concibió como aeronave de baja observabilidad, monomotor, con fuselaje integrado y entradas de aire protegidas para reducir la sección radar. El diseño admite armamento en bodegas internas o en soportes externos según el perfil de misión. La ficha del fabricante indica un peso máximo al despegue en torno a 8,5 toneladas y una carga útil de 1,5 toneladas.
Documentos técnicos anteriores referidos a los primeros prototipos hablaban de unas 6 toneladas de peso máximo, aunque las fuentes coinciden en que el aparato transporta alrededor de tonelada y media de armamento y sensores. La configuración admite misiles aire-aire, misiles antibuque, bombas guiadas y misiles de crucero ligeros, con integración en bodegas o soportes externos según misión. Esa flexibilidad permite adaptar carga útil y firma radar a requerimientos operativos y restricciones de perfil.
En prestaciones, la versión inicial se sitúa en régimen subsónico alto. Informes técnicos señalan una velocidad de crucero cercana a Mach 0,6 y una velocidad máxima próxima a Mach 0,9. El techo operativo habitual ronda 25.000 pies y el techo de servicio supera 40.000 pies. La autonomía de vuelo alcanza varias horas, en función del perfil de misión y de la carga de armamento instalada para cada configuración operativa aprobada por el fabricante.
Las primeras variantes emplearon motores ucranianos. La versión subsónica inicial integró el AI-25, mientras que variantes posteriores adoptaron el AI-322F con poscombustión para ampliar el sobre de vuelo y acercarse a velocidades transónicas o incluso supersónicas en modelos evolucionados. Estas decisiones de planta motriz funcionan como solución de transición, ya que la industria turca trabaja en motores propios de mayor empuje con miras a equipar ejemplares futuros dentro del programa nacional.
Desarrollo del programa y validaciones operacionales entre 2022 y 2025
El programa MIUS enmarcó el desarrollo del Kizilelma, cuyo primer vuelo ocurrió en diciembre de 2022 tras una serie de ensayos de rodaje y carreras de despegue realizados ese mismo año. Desde entonces acumuló campañas de vuelo que validaron la envolvente de maniobra, los sistemas de tren de aterrizaje, los sensores de misión y la integración de armamento guiado, con objetivos de expansión de capacidades y preparación para perfiles operativos más exigentes dentro del proyecto.
En 2023 el Kizilelma voló en formación con un F-16 de exhibición de la Fuerza Aérea Turca durante un festival aeronáutico, como demostración temprana de empleo conjunto de aeronaves tripuladas y no tripuladas. En 2024 un prototipo de producción con mejoras estructurales y nueva motorización completó su primer vuelo, lo que habilitó una fase de integración de sensores avanzados y elevó el peso máximo al despegue para sostener cargas útiles mayores en ensayos posteriores.
Antes del ensayo aire-aire de noviembre de 2025, el Kizilelma efectuó lanzamientos de armamento aire-superficie. Ensayos previos incluyeron el empleo de kits de guiado Tolun y Teber-82 contra objetivos terrestres, con resultados que demostraron capacidad para portar y lanzar municiones inteligentes en perfiles de ataque a tierra. En 2025 se ejecutaron pruebas específicas de combate aéreo, con transporte cautivo de misiles Gökdoğan y verificación en vuelo del radar Murad y del sistema electro-óptico Toygun.
La prueba de Sinop integró un escenario de cooperación entre aeronaves tripuladas y no tripuladas. En la misión participaron varios F-16 que escoltaron al Kizilelma y proporcionaron cobertura, mientras un Bayraktar Akıncı registró la secuencia. La formación combinada sobre la costa del mar Negro se presentó como demostración de conceptos en los que el caza no tripulado acompaña a los aviones tripulados, amplía el alcance de detección y ofrece opciones de ataque sin exponer a pilotos.
Tendencias internacionales y cooperación militar e industrial de Turquía
El concepto de caza no tripulado acompañante forma parte de una tendencia amplia en fuerzas aéreas principales, con aeronaves de combate colaborativas capaces de operar junto a cazas tripulados y de emplear misiles aire-aire de medio y largo alcance. La Fuerza Aérea de Estados Unidos impulsa dicho programa. En Australia, el programa MQ-28 Ghost Bat prevé pruebas con misiles AIM-120, mientras que en China la aeronave GJ-11 apareció en formación con J-20 y J-16D.
En ese contexto internacional, el derribo aire-aire del Kizilelma aporta un caso práctico en el que un caza no tripulado a reacción, dotado de sensores y armamento de fabricación nacional, ejecuta una interceptación completa contra un blanco aéreo a distancias más allá del alcance visual. La secuencia abarcó detección inicial, mantenimiento de pista, decisión de lanzamiento y destrucción del blanco mediante un misil Gökdoğan, con participación de un radar Murad integrado en la propia aeronave.
El desarrollo del Kizilelma y de sus sistemas asociados se inscribe en la estrategia de Turquía de reducir la dependencia exterior y, al mismo tiempo, consolidar una industria con capacidad de exportar sistemas complejos. Los vehículos aéreos no tripulados Bayraktar TB2 y Akıncı fueron adquiridos por decenas de países. En distintas fases incorporaron componentes clave de proveedores occidentales para sensores, motores y enlaces, después sustituidos de manera progresiva por equipos nacionales o suministradores alternativos.
En aviación de combate tripulada, la cooperación con Estados Unidos y la OTAN cimentó capacidades industriales. La adopción y coproducción del F-16 en los años ochenta marcó un punto de inflexión; la participación en motores F110 consolidó una base tecnológica. En los años recientes destacaron un paquete de F-16 y kits de modernización valorado en decenas de miles de millones, el contencioso del F-35 tras la compra del S-400 y un acuerdo para Eurofighter Typhoon en 2025.
Eurofighter, licencias industriales y rol complementario del Kizilelma
En julio de 2025 Turquía firmó un acuerdo con el Reino Unido para una posible adquisición de cazas Eurofighter Typhoon, posteriormente respaldada por la aprobación de exportación por parte de Alemania. En paralelo, Ankara mantuvo conversaciones con Qatar y Omán para comprar Eurofighter de segunda mano como solución provisional mientras avanza el desarrollo de su propio caza de quinta generación, el TF KAAN, que sigue un calendario nacional con participación de empresas británicas en áreas concretas.
Los programas de cooperación industrial con empresas y gobiernos occidentales abarcan, aparte de los aviones de combate, acuerdos de licencia para motores, turbinas navales y equipos. También incluyen contratos de alto valor destinados a sistemas de defensa antiaérea y a modernización de flotas, con transferencia de conocimientos y cadenas de suministro que reforzaron capacidades locales. Ese ecosistema proporcionó soporte para integrar sensores y enlaces nacionales en plataformas nuevas y heredadas dentro de la estructura de fuerzas.
En ese entorno de colaboración y de impulso a la autonomía tecnológica, el Kizilelma se presenta como complemento para los cazas tripulados F-16, para los futuros Eurofighter Typhoon y para el programa TF KAAN. La aeronave integra sensores, enlaces de datos y armamento de producción nacional, con respaldo de una industria aeronáutica fortalecida durante décadas mediante programas conjuntos, licencias de fabricación y adquisiciones de sistemas de combate procedentes principalmente de Estados Unidos y de Europa.
Las relaciones recientes incluyeron la aprobación de un paquete de venta de cazas F-16 y kits de modernización, seguido por una reducción del componente de actualización de flota decidida por Turquía. Ese proceso avanzó en paralelo a conversaciones sobre el contencioso del programa F-35, del que el país quedó excluido tras la adquisición del sistema S-400, y a contactos políticos orientados a explorar algún tipo de cooperación futura en ese ámbito sensible.