Diseñado al final de la URSS, el Bella 1 pretendía revolucionar el transporte en regiones remotas como el Ártico o Siberia con un sistema híbrido único.
Un proyecto soviético ideado para regiones sin infraestructura aérea
Durante 1989, en medio del colapso de la Unión Soviética, el ingeniero Alexander Filimonov concibió el Bella 1, también conocido como BARS, como respuesta a un problema logístico crónico en las regiones más remotas del país. La aeronave buscaba ofrecer una solución funcional donde helicópteros y aviones convencionales no podían operar, como en los terrenos irregulares del Ártico, Siberia o el Lejano Oriente ruso, donde abundaban la nieve profunda, los pantanos y ríos congelados.
Desde el Instituto Industrial de Tyumen, Filimonov propuso un diseño híbrido capaz de aprovechar el efecto suelo para operar sin pistas. Así, combinó elementos de aeronaves STOL, helicópteros, aerodeslizadores y ekranoplanos en un solo vehículo aéreo, dando origen a un concepto único en la historia de la aviación soviética tardía.
La urgencia del desarrollo del campo gasífero de Jamburg en los años 80 reforzó la necesidad de una plataforma capaz de transportar grandes bloques sin depender de infraestructura. Frente a la ineficiencia de aviones con esquís como el An-2, el Bella 1 fue concebido como una opción revolucionaria para operaciones en condiciones extremas.
Aspectos técnicos innovadores del Bella 1 y su sistema de propulsión
- Ventilador central: generaba un cojín de aire similar al de un aerodeslizador.
- Ala plegable: permitía vuelo convencional y fácil almacenaje.
- Diseño toroidal: se planteó incluir helio para reducir peso y consumo.
- Empuje lateral: motores montados en las alas facilitaban la propulsión.
El Bella 1 fue construido en Letonia y operó bajo efecto suelo
Tras ser fabricado por Tumenecotrans a inicios de los años noventa en Letonia, ya fuera de la URSS, el prototipo Bella 1 comenzó sus pruebas en entornos extremos. Las imágenes disponibles confirman que la aeronave logró elevarse a baja altura, desplazándose gracias al efecto suelo, lo que lo acercaba más a un ekranoplano que a un avión convencional.
Si bien no alcanzó vuelos sostenidos a gran altitud, demostró su capacidad para operar en superficies cubiertas de nieve, pantanos y suelos blandos. Su robustez le permitió resistir climas severos del norte ruso. El Bella 1 se posicionaba como una solución práctica para el transporte industrial en zonas inaccesibles por otros medios.
El diseño anticipaba una versión de tamaño completo con capacidad para 60 toneladas de carga, lo que hubiese significado una transformación en la logística minera y energética de la región. Sin embargo, los desafíos financieros tras la disolución soviética truncaron la iniciativa.
En 1996, tras múltiples pruebas sin resultados concluyentes, el programa fue oficialmente cancelado debido a la falta de inversión estatal y privada.
Filimonov intentó revivir el concepto con versiones reducidas
Luego del cierre del proyecto original, Alexander Filimonov creó la empresa Inaljot con el objetivo de retomar su idea en formatos más pequeños. Diseños como el Inaljot-4 y el Inaljot-18 fueron concebidos, pero nunca se construyeron prototipos funcionales. La compañía eventualmente desapareció por la misma falta de recursos que afectó al Bella 1.
En la década de 2010, la Unión Europea mostró interés en revivir el concepto mediante el programa ESTOLAS (Extremely Short Take-Off and Landing on Any Surface). Inspirado directamente en el Bella 1, este proyecto presentó renders y modelos 3D de una aeronave con capacidad para operar sin infraestructura, aunque tampoco pasó de la fase de diseño preliminar.
La similitud conceptual con el Bella 1 dejó en claro que el trabajo de Filimonov había dejado una marca. Sin embargo, la ausencia de avances técnicos en ESTOLAS desde entonces sugiere que, al igual que su predecesor, el proyecto no logró atraer financiamiento suficiente.
El sitio oficial de ESTOLAS permanece inactivo desde hace años, consolidando la impresión de que el programa está suspendido o abandonado.
Legado del Bella 1: un diseño soviético adelantado a su tiempo
El Bella 1 continúa siendo un ejemplo fascinante de ingeniería no convencional en los últimos años de la URSS. Aunque no cumplió su ambicioso propósito, su diseño híbrido ha capturado la atención de historiadores y entusiastas de la aviación por igual. La forma circular, el ventilador central y sus alas plegables le otorgan una estética única que remite a visiones retrofuturistas.
El sueño de una aeronave capaz de superar cualquier terreno sin requerimientos logísticos sigue siendo relevante, especialmente en contextos como la exploración ártica o la respuesta a desastres en zonas aisladas. Aunque Filimonov no logró llevar su visión a producción, su propuesta sigue influyendo en proyectos conceptuales modernos.
Más allá de sus limitaciones técnicas y del contexto económico que frustró su desarrollo, el Bella 1 representa uno de los últimos grandes esfuerzos de innovación aeronáutica soviética. Su historia permanece como testimonio de una era de experimentos audaces y soluciones visionarias a problemas reales, incluso si sus resultados prácticos fueron efímeros.