Actualizaciones de software, recalibración y rediseños estabilizaron el cañón GAU-22/A del F-35A; la Oficina del Programa Conjunto declaró capacidad plena en marzo de 2024.
El GAU-22/A en el F-35A: recuperación y funciones principales operativas
El cañón GAU-22/A de 25 milímetros del F-35A recuperó la capacidad operativa plena después de correcciones en alineación y precisión. La Oficina del Programa Conjunto del F-35 informó ese hito en marzo de 2024, tras actualizaciones de software y la incorporación de herramientas de ajuste en campo. El sistema, fabricado por General Dynamics Ordnance and Tactical Systems, utiliza un conjunto rotativo de cuatro tubos en configuración Gatling y aporta una opción para apoyo aéreo cercano y combate aire-aire a corta distancia.
El fabricante desarrolló el GAU-22/A a partir del GAU-12/U del AV-8B Harrier II y aplicó modificaciones orientadas a reducir peso y volumen, con el fin de permitir la instalación interna en la variante A. En las variantes B y C, el cañón se integra en un contenedor externo con capacidad para 220 cartuchos; en la variante A, el avión transporta 182 cartuchos en instalación interna sin afectar la baja firma radar del F-35.
Las correcciones incluyeron opciones de recalibración del cañón y ajustes en la simbología del casco del piloto. El programa abordó desviaciones en la alineación mediante herramientas de fijación de posición del conjunto de tubos y estabilizó la representación en el casco con software actualizado. Estas medidas restablecieron la precisión necesaria para empleo operativo y abrieron la puerta a nuevas campañas de prueba, después de limitaciones iniciales en aeronaves de lotes tempranos del programa.

En conjunto, el desarrollo del GAU-22/A mantuvo la premisa del programa F-35: conservar la baja observabilidad con armamento interno. El conjunto de cuatro tubos y la integración en la célula del F-35A aseguraron un volumen y un peso compatibles con esa exigencia. El resultado dio al avión una capacidad orgánica de corto alcance que complementa misiles, con control desde la aviónica del F-35 y con apoyo de sensores electro-ópticos para designación de objetivos.
Datos clave del GAU-22/A en servicio y pruebas recientes
- Cadencia de 3300 disparos por minuto y velocidad inicial de 3560 pies por segundo.
- Precisión de 5 milirradianes para un círculo del 80 por ciento a 4000 pies.
- Capacidad de 182 cartuchos en F-35A interno y 220 en contenedor de variantes B/C.
- Integración con software Block 3F confirmada tras evaluaciones de 2017.
- Simbología del casco estabilizada con actualizaciones de 2020 en el programa.
Características del GAU-22/A y precisión con munición 25×137 milímetros
El GAU-22/A emplea munición de 25 por 137 milímetros y alcanza una cadencia de 3300 disparos por minuto, con velocidad inicial de 3560 pies por segundo. Entre los tipos compatibles figura el PGU-47/U APEX de Nammo, un proyectil perforante explosivo con efectos múltiples contra objetivos blindados y no blindados. Esta combinación permite impactos sobre blancos diversos con un número de cartuchos ajustado a la misión y con control desde los sistemas de misión del F-35.
La precisión del cañón se sitúa en 5 milirradianes para un círculo del 80 por ciento. En términos prácticos, el 80 por ciento de los proyectiles impacta dentro de un círculo de 40 pies de diámetro a una distancia de 4000 pies. Este parámetro coincide con el del GAU-12/U y con el del GAU-8/A del A-10 Thunderbolt II, lo que alinea el rendimiento del GAU-22/A con estándares previos en sistemas similares.

A pesar de esa coincidencia en precisión, el GAU-22/A difiere en dos rasgos clave frente al GAU-8/A del A-10: utiliza calibre de 25 milímetros en lugar de 30 milímetros y dispone de cuatro tubos en vez de siete. Las características obedecen a requisitos de volumen y peso para integración interna en el F-35A, sin comprometer la firma radar y con la potencia adecuada para las misiones asignadas.
El sistema también admite opciones en evaluación para ampliar su empleo. En discusiones técnicas, el programa consideró ráfagas programables, con selección del número de cartuchos por disparo desde el casco y corrección fina de puntería por la aviónica. Además, evaluó municiones con espoleta de proximidad, como el ME 327 de 25 por 137 milímetros, para empleo contra drones y con el objetivo de ampliar el radio efectivo y reducir la cantidad necesaria de cartuchos.
Pruebas, ajustes y estado del programa del cañón entre 2015 y 2025
El desarrollo del GAU-22/A se inició dentro del programa del F-35 bajo la dirección industrial de Lockheed Martin, con la meta de dotar al avión de armamento interno sin afectar la baja firma radar. Las primeras pruebas de disparo en vuelo ocurrieron en 2015 en la Base Aérea de Edwards, California, donde un F-35A completó ráfagas iniciales con el cañón y verificó integración básica del sistema.
En 2017, el Equipo Integrado de Pruebas del F-35 concluyó evaluaciones de precisión en la entrega de armamento; esas evaluaciones incluyeron disparos del GAU-22/A en diciembre de ese año sobre polígonos militares en California. Las pruebas abarcaron las tres variantes del F-35 y confirmaron la integración del cañón con el software Block 3F, que habilitó capacidades completas de combate en la flota certificada con ese estándar.
A pesar de aquellos hitos, las fases iniciales de operación revelaron dificultades técnicas vinculadas con la alineación del cañón y con la simbología en la pantalla montada en el casco. Informes de 2017 y 2020 de la Oficina de Pruebas y Evaluación Operativa del Departamento de Defensa documentaron errores de alineación con imprecisiones inaceptables y describieron grietas en recubrimientos y paneles próximos al cañón por presiones superiores a lo previsto, lo que derivó en restricciones temporales de uso. En un primer momento, el empleo se limitó a los lotes 9 y posteriores.

Para corregir esas deficiencias, Lockheed Martin y la Fuerza Aérea aplicaron actualizaciones de software que estabilizaron la simbología del casco en 2020 y posibilitaron nuevas pruebas. El programa incorporó opciones de recalibración del cañón y rediseñó paneles de contención de la detonación para reducir grietas. Como medida interina, el mantenimiento incluyó inspecciones visuales posdisparo. Los paneles rediseñados se instalaron en los lotes 10 y posteriores y recibieron planes de retroajuste para la flota existente.
Integración, Block 4, entrenamiento aliado y mantenimiento del sistema
En marzo de 2024, la Oficina del Programa Conjunto del F-35 declaró efectivo el cañón después de las correcciones, lo que cerró una fase prolongada de ajustes y permitió la integración operativa completa del GAU-22/A en la Fuerza Aérea. En diciembre de 2024, el Pentágono indicó la necesidad de pruebas adicionales para verificar el funcionamiento del cañón en la variante A y confirmar la resolución de posibles problemas residuales.
Durante 2025, las actividades incluyeron pruebas y demostraciones con participación del cañón. En junio, aviones F-35A del 493.º Escuadrón de Caza con base en RAF Lakenheath realizaron disparos de práctica en el polígono de Holbeach y emplearon munición PGU-47/U contra objetivos blindados fijos. Las sesiones registraron sonido continuo del cañón y evidenciaron retrasos de varios segundos entre el destello del disparo y el audio, como efecto de la distancia.

En paralelo, el programa Block 4 del F-35, que incorpora la actualización Technology Refresh 3, continuó entregas previstas para mediados de 2025 e incluyó mejoras de software y subsistemas con el fin de mejorar la integración de armas como el GAU-22/A. La actualización acumuló un retraso de tres años respecto al cronograma original y abordó deficiencias detectadas en etapas previas de desarrollo y prueba dentro del programa.
El GAU-22/A se integra con el Sistema de Apuntado Electro-Óptico del F-35 y permite designación de objetivos con ajuste automático de alineación en vuelo. El cañón forma parte del armamento interno del F-35A y se combina con misiles AIM-120 y AIM-9X en configuraciones de baja observabilidad. En “beast mode”, el avión transporta opciones externas que suman hasta dos mil libras adicionales. Nammo realizó disparos en vivo en Europa en 2018 y confirmó compatibilidad con munición estándar de la OTAN.
Mantenimiento y compatibilidad de sistemas en la flota del GAU-22/A
El mantenimiento del GAU-22/A requiere inspecciones periódicas para detectar grietas inducidas por presiones asociadas al disparo, con protocolos establecidos por el Departamento de Defensa para preservar la integridad estructural del avión. En lotes recientes, los ajustes de alineación emplean una herramienta de campo que fija la posición correcta del conjunto de tubos; el programa introdujo esa herramienta dentro de las actualizaciones de 2020 y aplicó refinamientos en años posteriores a fin de asegurar consistencia en la configuración.
Las grietas reaparecieron en lotes 13 a 15 en años recientes, aunque el programa las trató mediante protocolos de inspección sin cambios en la precisión. Con estas medidas, el cañón puede operar en escenarios reales sin restricciones de entidad y aporta una opción adicional para misiones multifunción del F-35 en distintas regiones, con procedimientos claros de verificación posterior al uso y con criterios de seguridad incorporados al plan de mantenimiento.

La Fuerza Aérea de Estados Unidos, junto con aliados como el Reino Unido, mantuvo la incorporación del cañón en actividades de entrenamiento. En el Rango de Pruebas y Entrenamiento de Utah, en febrero de 2025, el sistema se utilizó por primera vez en sesiones de capacitación dentro de ese marco. Estas actividades respaldaron el dominio del empleo del cañón y fortalecieron la interoperabilidad con fuerzas asociadas en entornos de práctica y validación.
El programa F-35, con más de mil aviones entregados hasta 2025, integra el GAU-22/A para disponer de capacidad de corto alcance cuando el empleo de misiles resulta menos adecuado. En evaluaciones continuas, el cañón mostró compatibilidad con el radar AESA y con sensores electro-ópticos, que aportan datos para cálculos precisos de trayectoria. Pruebas en condiciones extremas realizadas por las fuerzas armadas estadounidenses validaron su rendimiento y confirmaron la integración con el sistema de control de vuelo del avión.
