China exhibe el J-10C en Dubái con maniobras que muestran su poder aéreo, tecnología avanzada y ambiciones como exportador militar competitivo.
J-10C marca un avance clave en la aviación militar china
El J-10C “Vigorous Dragon” representa un paso fundamental en el desarrollo de la aviación de combate de China y refuerza el rol de Chengdu Aircraft Corporation como protagonista en la industria aeronáutica. Mostrado ante el público en el Salón Aeronáutico de Dubái por el equipo acrobático del 1 de Agosto, este caza monomotor de peso medio captó la atención global por sus capacidades técnicas, su maniobrabilidad y su adaptabilidad a distintos escenarios.
Desde su concepción, el J-10C fue diseñado para misiones de superioridad aérea, aunque su evolución lo ha transformado en una plataforma multifuncional equiparable al F-16 estadounidense. Esta transformación refleja el interés de China en consolidarse como actor estratégico dentro del mercado internacional de defensa.
Conocido en Occidente como “Vigorous Dragon”, el J-10 entró en servicio en 2004 con la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF), siendo el primer caza desarrollado y fabricado íntegramente en territorio chino. Su estructura, con alas en delta y canards delanteros, toma elementos de diseños como el Mirage francés y el Typhoon europeo, aunque el J-10C ha superado ampliamente esas influencias mediante una profunda modernización.
El modelo J-10C apareció por primera vez en una exhibición pública en Oriente Medio durante el evento en Dubái. La presentación del equipo del 1 de Agosto —fundado en 1962— sirvió para mostrar su nueva configuración, aunque las aeronaves participantes no realizaron acciones militares. Esta presentación subrayó la intención de China de introducirse en nuevos mercados armamentísticos.

Características de vuelo y capacidades operativas del J-10C
Las modificaciones implementadas en el J-10C lo ubican dentro de la categoría de cazas de generación 4.5. Aunque mantiene la configuración estructural de sus versiones anteriores, se añadieron elementos clave que optimizan su desempeño en vuelo, como un sistema de control de vuelo fly-by-wire y alerones traseros que aumentan la maniobrabilidad en combate.
Con un peso máximo al despegue de alrededor de 42,000 libras, el J-10C puede alcanzar velocidades de Mach 1.8 y operar a alturas de hasta 59,000 pies. Estas capacidades le permiten enfrentar desafíos en escenarios de alta altitud con eficacia comparable a modelos occidentales.
El avión está equipado con 11 puntos de anclaje distribuidos entre el fuselaje y las alas, lo que le da una alta capacidad de carga. Su arsenal incluye misiles aire-aire como el PL-8, PL-11 y PL-12, así como los modelos rusos R-73 y R-77. Para misiones de ataque terrestre, puede portar bombas convencionales o guiadas por láser.
Entre su equipamiento adicional se incluye un cañón interno de 23 mm y un sistema de puntería infrarrojo/láser que facilita ataques precisos. Esto amplía significativamente su función táctica más allá del combate aire-aire.
Datos clave del J-10C y su impacto internacional
- El J-10C es una versión avanzada del primer caza desarrollado en China, el J-10A.
- Integra el motor WS-10B de fabricación nacional, reduciendo la dependencia de Rusia.
- Su radar AESA rastrea 10 objetivos y puede atacar 4 de ellos simultáneamente.
- Cuenta con sistemas de guerra electrónica integrados para contrarrestar amenazas modernas.
- Su presentación en Dubái fue la primera en Oriente Medio desde su modernización.

Modernización tecnológica en aviónica y propulsión
El progreso más notable del J-10C se encuentra en sus sistemas internos. A diferencia de versiones anteriores que utilizaban el motor ruso AL-31F, esta variante incluye el WS-10B Taihang, desarrollado en China. Este cambio amplía su autonomía y mejora su desempeño sin depender de suministros extranjeros.
La incorporación del radar AESA (Active Electronically Scanned Array) permite al J-10C detectar y seguir hasta diez objetivos al mismo tiempo, y atacar simultáneamente a cuatro de ellos. Esta capacidad multiplica su eficiencia en enfrentamientos aéreos complejos.
Sus sistemas integrados de guerra electrónica proporcionan protección contra amenazas como misiles guiados o interferencias electrónicas, fortaleciendo su posición frente a aeronaves de combate contemporáneas.
Además, la inclusión del misil PL-15, de largo alcance y alta velocidad, le otorga un nivel de letalidad que lo convierte en un contrincante directo para cazas occidentales como el F-16, el Eurofighter Typhoon o el Rafale.
Dubái como plataforma de lanzamiento para el J-10C
La exhibición en Dubái tuvo un objetivo más allá de lo acrobático. El equipo del 1 de Agosto usó este escenario para mostrar las mejoras operativas del J-10C frente a una audiencia estratégica del Medio Oriente.
Tras adoptar el J-10 en 2009 como sustituto de modelos anteriores, el equipo acrobático empleó la versión C en su presentación en Dubái, destacando su capacidad de maniobra y respuesta en situaciones extremas.
Esta fue la primera vez que el J-10C participó en una demostración pública en la región desde su modernización, lo que señala el interés de China en posicionarse como proveedor militar competitivo en Medio Oriente.
El evento permitió a Pekín subrayar que su tecnología militar ha alcanzado un nivel que puede competir con la de Estados Unidos, Rusia y Europa, actores tradicionales en el comercio de defensa en esa región.

Interés global por el J-10C crece ante su costo y capacidades
La competitividad del J-10C atrajo rápidamente a países como Egipto, Argelia y Arabia Saudita, que han evaluado su compra como una opción viable frente a modelos occidentales más caros. Este caza, con un precio estimado de 40 a 50 millones de dólares por unidad, representa una alternativa frente a los 80 a 100 millones que cuesta adquirir un F-16 o un F-35.
Entre los interesados, Pakistán fue el primero en cerrar una compra, con un total de 36 aviones encargados entre 2020 y 2021. De ellos, 20 unidades ya han sido entregadas en un periodo de dos años. Esta adquisición no solo refuerza la capacidad aérea pakistaní, sino que también estrecha la cooperación militar con China.
La elección del J-10C permite a Islamabad reducir su dependencia de proveedores occidentales, al tiempo que equilibra el poder aéreo frente a India, su rival regional. Esta venta simboliza el fortalecimiento de los lazos geoestratégicos en Asia.
China busca con estas exportaciones consolidarse como un proveedor confiable en el mercado de defensa, ofreciendo una plataforma tecnológicamente avanzada a países con limitaciones presupuestarias o restricciones políticas para adquirir armamento occidental.
Características técnicas del J-10C frente a sus rivales
- Precio por unidad: J-10C cuesta entre 40 y 50 millones de dólares, F-16/F-35 entre 80 y 100 millones.
- Radar: El J-10C incorpora radar AESA de última generación.
- Armamento: Usa el misil PL-15, con mayor alcance que el AIM-120 del F-16.
- Motor: Emplea el WS-10B, fabricado en China.
- Diseño: Dispone de ala delta y canards que mejoran su maniobrabilidad.
- Usuarios: Pakistán es el primer cliente internacional.
Comparaciones entre el J-10C y el F-16 revelan fortalezas clave

Los analistas suelen comparar al J-10C con el F-16 Fighting Falcon, debido a que ambos son cazas monomotores y multifuncionales, centrados en superioridad aérea y capacidad de ataque. Estas similitudes han favorecido su posicionamiento como opciones viables en mercados internacionales.
En términos de tecnología, el J-10C sobresale por su radar AESA, así como por su misil PL-15, que supera en alcance a muchas versiones del AIM-120 AMRAAM, empleado por el F-16. Estas características amplían su capacidad en combate más allá del alcance visual.
En maniobrabilidad, el diseño canard del J-10C le ofrece ventajas en combates a corta distancia, mientras que el F-16 mantiene superioridad en experiencia operativa y soporte logístico, gracias a su uso extendido en múltiples fuerzas aéreas.
A pesar de estas fortalezas, el J-10C aún no logra equipararse en red de mantenimiento, interoperabilidad y pruebas de combate con el F-16, lo que limita su adopción en alianzas militares establecidas como la OTAN.
El J-10C integra avances tecnológicos propios de China
Uno de los principales logros del J-10C radica en la incorporación de tecnología desarrollada en China, como el motor WS-10B. Aunque aún no tiene el historial de fiabilidad de los motores Pratt & Whitney, representa un paso hacia la independencia tecnológica del país asiático.
Además, sus sistemas de guerra electrónica y sensores muestran avances importantes en capacidad de detección, supervivencia y comunicación, acercándose al rendimiento de sistemas occidentales.
Aunque carece de características de furtividad propias de cazas como el F-35 o el F-22, su equipamiento lo ubica más cerca del F-16 Block 70/72, considerado uno de los modelos más avanzados de cuarta generación.
Estas capacidades le permiten al J-10C competir como una solución eficaz para fuerzas aéreas que no pueden acceder a tecnologías más sofisticadas por razones económicas o geopolíticas.

China busca consolidar al J-10C en el mercado internacional
La presentación del J-10C en la exhibición de Dubái y su adopción por Pakistán han consolidado su visibilidad en la industria de defensa, destacando la transformación del país asiático de imitador a desarrollador tecnológico.
Con este modelo, China demuestra su capacidad para competir con fabricantes establecidos, ofreciendo una aeronave que combina rendimiento, adaptabilidad y precio competitivo, sin depender de tecnologías extranjeras.
El J-10C no busca reemplazar a cazas como el F-35, pero sí posicionarse como una alternativa estratégica en mercados con presupuestos ajustados o restricciones políticas para acceder a armamento occidental.
Su futuro estará ligado a la evolución del motor WS-10B, la confianza de potenciales compradores y la capacidad de China para ofrecer actualizaciones regulares en aviónica y armamento que mantengan su relevancia en un entorno geopolítico cambiante.