China ha desarrollado su primer caza de quinta generación, el Chengdu J-20 “Mighty Dragon”, un avión de combate fabricado por Chengdu Aircraft Industry Group. A menudo comparado con el F-22 Raptor de Estados Unidos, el J-20 ha demostrado ser capaz de realizar vuelos furtivos, incluyendo uno sobre Taiwán sin ser detectado.
Este caza monoplaza es más grande que el F-22A Raptor, el mayor avión de guerra de quinta generación estadounidense. Lo que llama la atención es que la parte delantera del J-20 se asemeja mucho al diseño del F-22, lo que llevó a observadores occidentales a criticarlo durante años como una simple imitación. Sin embargo, los chinos han demostrado que este avión es realmente de quinta generación, y lo hicieron de una manera que generó temor.
El capitán Yang Jucheng, perteneciente a la brigada “Wang Hai” de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF), aseguró haber sobrevolado Taiwán sin ser interceptado. Si esto es cierto, los avanzados sistemas de defensa aérea de Taiwán no habrían detectado al J-20 mientras sobrevolaba su territorio.
En 2022, el general Kenneth Wilsbach de la Fuerza Aérea de EE. UU. mencionó que un escuadrón de F-35 Lightning II tuvo un encuentro “profesional” con varios J-20 sobre el Mar de China Oriental. En lugar de menospreciar las capacidades tecnológicas chinas, como es común entre algunos observadores estadounidenses, Wilsbach admitió estar “relativamente impresionado con el comando y control asociados con el J-20”.
Esta declaración es una admisión tácita de que, contrario a lo que muchos expertos occidentales sugieren, el J-20 es el primer avión de combate verdaderamente furtivo de China. Diseñado para llevar a cabo misiones de ataque terrestre para la PLAAF, el J-20 puede alcanzar altitudes superiores a la mayoría de los aviones, gracias a su diseño de ala delta.
Originalmente, el J-20 utilizaba motores Saturn 117S de origen ruso, pero tras años de perfeccionamiento, China ha desarrollado su propio motor de postcombustión, el Shenyang WS-10, capaz de generar 30,000 libras de empuje, lo que ahora impulsa al J-20.
El avión tiene una velocidad estimada de 1,533 millas por hora y un alcance máximo de 3,682 millas, lo cual es notable para cualquier fuerza aérea. En cuanto a su armamento, el J-20 cuenta con un cañón interno para combate cercano, ocho puntos de anclaje externos y un gran compartimento interno para armamento, lo que le permite mantener su capacidad furtiva. Este compartimento puede llevar misiles aire-aire de largo alcance PL-12C/D y PL-21.
Además, dispone de dos compartimentos más pequeños para misiles aire-aire de corto alcance PL-10, así como la capacidad de transportar misiles antirradiación, bombas guiadas por láser y bombas de caída libre. No es un avión de combate que deba tomarse a la ligera, y con la capacidad de producción masiva que tiene China, no es un adversario que deba subestimarse.
China ha avanzado enormemente desde la era de Mao Zedong. Atrás quedaron los días de aislamiento y autosuficiencia anticuada. Hoy en día, China ha logrado obtener, de una forma u otra, algunos de los secretos más importantes del diseño del F-22A Raptor estadounidense.
En cualquier caso, China ha conseguido construir un avión de quinta generación que es verdaderamente formidable. Si Estados Unidos y Taiwán no toman las precauciones necesarias, podrían enfrentarse a un escenario donde el J-20 domine los cielos en su entorno.