La Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán se compone de aviones muy anticuados, incluido su arsenal de F-14 Tomcats, F-5 Tigers y F-4 Phantoms, de 40 años de antigüedad. Estados Unidos vendió al Sha estos cazas, antes de la revolución iraní de 1979, cuando Irán era todavía un aliado. Estos aviones, en gran parte retirados por Estados Unidos y sus otros importadores, siguen siendo un pilar de la Fuerza Aérea iraní. Aunque la capacidad de Irán para mantener e incluso mejorar estos viejos aparatos es notable, la falta de un caza furtivo ha preocupado al régimen.
En un intento de compensar su flota subdesarrollada y envejecida y de parecer más formidable, Irán presentó su propia versión de un caza furtivo hace varios años. Las dos apariciones públicas del Qaher “Conquistador” 313 en la última década confirmaron que el caza furtivo no era más que un espejismo creado con fines propagandísticos.
Un largo tiempo de espera
Una maqueta del Qaher-313 fue revelada por primera vez en febrero de 2013 por el expresidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, y al parecer fue diseñada por la Organización de Industrias de Aviación del Ministerio de Defensa de Irán. Según el exministro de Defensa del régimen, el caza furtivo tiene una sección transversal de radar minúscula, es capaz de volar a bajas altitudes y puede armarse con armas de fabricación nacional. El prototipo fue inmediatamente descartado por los expertos en aviación de todo el mundo. En Estados Unidos, los analistas señalaron la falta de tecnologías analíticas y de sensores de Irán para subrayar por qué su desarrollo del avión sería imposible. El minúsculo armazón del prototipo era en realidad demasiado pequeño para que cupieran armas o incluso un piloto. De hecho, sería imposible encajar un motor lo suficientemente pequeño como para luchar en el caza y potenciar el tamaño de la aeronave.
Según el editor del sitio web The Aviationist, David Cenciotti, al conducto de escape del motor del Conqueror le falta una boquilla. Por lo tanto, cualquier uso de un postcombustión probablemente haría arder todo el fuselaje en poco tiempo. Además, las especificaciones técnicas que se anunciaron en el lanzamiento del avión indicaban que el caza podía llevar dos bombas de 2.000 libras y al menos seis misiles aire-aire. Sin embargo, parece que el Qaher-313 carece de un compartimento interno para armas, lo que hace que esta afirmación sea escandalosa.
¿Construido a escala?
Un modelo a escala del Conqueror construido poco después de su debut, proporcionó información adicional sobre la composición del avión. El fabricante del modelo, Alfred Wong, descubrió “que ellos (Irán) cortaron las alas de un viejo MiG-17 para hacerlo; las alas tienen una forma de avión muy distintiva. Así que, para el modelo, compré un MiG-17 a escala 1:72 y corté las alas de la misma manera, ¡y efectivamente coincidía perfectamente! No hay manera de que una forma de ala claramente de los años 50 funcione en un diseño moderno”.
A pesar de los muchos componentes cuestionables del diseño del Qaher-313, los dirigentes iraníes han mantenido la realidad de su querido “caza furtivo de quinta generación”. El régimen ha llegado a afirmar que el fuselaje es “superior” al F-22 Raptor y al F-35 Joint Strike Fighter. Sin embargo, el caza nunca se materializó.
Una historia similar se produjo cuando Irán presentó su avión de combate “indígena” Kowsar unos años más tarde, en 2018. Los expertos en aviación de Estados Unidos descartaron inmediatamente el Kowsar como una débil réplica de un avión estadounidense muy antiguo diseñado en los años 70. Las falsas exhibiciones de desarrollo de aviones de Irán se prestan a sus esfuerzos de propaganda interna. Es probable que el mundo sea testigo de la tercera exhibición del país de un “caza furtivo” en el futuro.