Desde 2017, el J-20 opera con variantes, despliegue regional y mejoras de motores y misiles; exhibiciones recientes y contactos con F-35 reforzaron su condición furtiva.
Ingreso en servicio, exhibiciones iniciales y estatus furtivo reconocido
El Chengdu J-20, primer caza furtivo operativo de China, forma parte de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación desde 2017. El Departamento de Defensa de Estados Unidos lo reconoce como “caza furtivo” en servicio y describe un programa en expansión. En China, exhibiciones públicas, incluida la parada del 3 de septiembre de 2025 en Pekín, mostraron al biplaza J-20S y a la versión modernizada J-20A dentro del inventario activo de la Fuerza Aérea.
El 1 de noviembre de 2016, dos J-20 realizaron la primera presentación pública durante el salón aeronáutico de Zhuhai. En marzo de 2017, unidades iniciales ingresaron en servicio con la Fuerza Aérea china. En noviembre de 2018, China abrió las compuertas de la bodega interna y exhibió su configuración de misiles, coherente con diseños de baja detectabilidad que evitan cargas externas. Estos hitos establecieron aparición, entrada en servicio e integración de armamento del modelo.
En ese marco, valoraciones públicas describieron al J-20 como un sistema con capacidad de alterar la correlación aérea regional. Los datos verificables disponibles confirman su condición como primer avión de combate verdaderamente furtivo de China puesto en operaciones. La visibilidad internacional del programa aumentó con demostraciones escalonadas que alinearon cronológicamente la presentación, el servicio y la validación de su arquitectura de baja observabilidad.

Las apariciones oficiales en China reforzaron esa narrativa. La parada militar de Pekín del 3 de septiembre de 2025 incluyó al J-20S y al J-20A en formaciones de caza. La combinación de variantes en vuelo, junto con la calificación de “caza furtivo” en documentos estadounidenses, consolidó el estatus del programa dentro de la categoría de quinta generación y fijó referencias públicas sobre su alcance, su misión y su presencia en el orden de batalla chino.
Fechas y datos clave del programa J-20
- 1 de noviembre de 2016: debut público del J-20 en el salón de Zhuhai.
- Marzo de 2017: entrada en servicio en la Fuerza Aérea china.
- Noviembre de 2018: exhibición de bodegas internas y misiles en Zhuhai.
- 2022: encuentro confirmado entre F-35 y J-20 sobre el mar de China Oriental.
- 3 de septiembre de 2025: desfile en Pekín con J-20, J-20S y J-20A en formación.
Encuentros, arquitectura de mando y despliegue por mandos chinos
Mandos de la Fuerza Aérea estadounidense confirmaron en 2022 al menos un encuentro entre F-35 y J-20 sobre el mar de China Oriental. En ese contexto, la autoridad destacó al KJ-500 de alerta temprana como pieza de la “cadena de derribo” de largo alcance que sustenta a la aviación china. Esa referencia aportó la primera indicación abierta sobre el encuadre del J-20 dentro de un sistema de combate de mayores dimensiones.
La arquitectura operativa vinculada al J-20 combina sensores aerotransportados y plataformas de mando para sostener detecciones y tiros a gran distancia. El citado general subrayó el papel del KJ-500 en la creación de “cadenas de muerte” más extensas, lo que sugiere empleo coordinado con aeronaves de vigilancia que aportan designación de blancos y enlaces de datos de gran radio. Esa aproximación coincide con la doctrina de cazas de quinta generación y nodos distribuidos.

La distribución del J-20 por unidades chinas se amplió por regiones operativas. En 2024, evaluaciones especializadas identificaron brigadas equipadas con J-20 en al menos tres mandos de teatro —oriental, occidental y meridional— respecto del año previo. La Fuerza Aérea incorporó nuevas brigadas y ordenó rotaciones dentro del orden de batalla, con un patrón de despliegue que avanzó más allá de las primeras unidades del litoral oriental y reforzó la cobertura territorial.
Ese despliegue territorial incrementó la presencia del modelo en misiones de patrulla y defensa antiaérea dentro de los principales teatros de China. La integración del J-20 en cadenas de mando y sensores de largo alcance explicó su función como elemento de intercepción a distancia, con prioridad sobre blancos de alto valor. El enfoque operativo descrito por fuentes abiertas encuadra al J-20 como nodo de una red que persigue negación aérea en profundidad.
Variantes, motores y armamento en bodegas con baja firma radar
El desarrollo de variantes evidenció madurez. El J-20S, primera versión biplaza de un caza furtivo puesta en servicio por un país, apareció documentado en 2021 y el informe anual al Congreso de Estados Unidos de 2024 reconoció su existencia y anticipó mejoras en la familia. El 3 de septiembre de 2025, medios estatales situaron al J-20S y al J-20A en la parada conmemorativa del final de la Segunda Guerra Mundial dentro de la serie J-20.
La propulsión marcó un eje de mejora. Documentación oficial estadounidense afirma que China ha sustituido motores importados por turbofán WS-10 de fabricación nacional en el J-20 y planifica dotarlo del WS-15 para obtener mayor empuje, toberas de empuje vectorial y capacidad de supercrucero. En septiembre de 2023, informes industriales recogidos por Reuters informaron de ensayos en vuelo a pequeña escala del J-20 con dos WS-15, lo que señaló avances hacia esa transición.

El armamento compatible con la furtividad se integra de forma prioritaria en bodegas internas. La demostración de 2018 en Zhuhai mostró cuatro misiles de alcance medio-largo alojados en el fuselaje y dos de corto alcance en compartimentos laterales. Esa configuración reduce la sección radar cuando el avión opera en baja detectabilidad. El informe de 2024 del Departamento de Defensa describió la introducción de misiles aire-aire de muy largo alcance, identificados como PL-17, dentro de una línea que incluye el PL-15.
Esa evolución de misiles encaja en un concepto que prioriza interceptaciones a gran distancia y la negación contra aeronaves de alto valor. En paralelo, el fabricante Chengdu Aircraft Industry Group amplió la capacidad de producción del J-20 mediante una nueva planta de montaje, con el objetivo de sostener incrementos posteriores de fabricación. La suma de variantes, motores y armamento interno expone una hoja de ruta que preserva la firma radar baja del conjunto.
Exhibiciones 2024–2025 y convergencia oficial sobre estatus furtivo
Los hitos de exhibición posteriores mantuvieron la visibilidad internacional del programa. En el salón de Zhuhai de noviembre de 2024, medios documentaron la presencia del J-20 dentro de una muestra con plataformas de nueva generación. En septiembre de 2025, la parada de Pekín presentó por primera vez al J-20S biplaza y a la versión modernizada J-20A integrados en formaciones de caza, dentro del conjunto de aeronaves de “quinta generación” de la Fuerza Aérea china.
La caracterización del J-20 como caza de baja observabilidad no procedió solo de terminología occidental. El 3 de septiembre de 2025, China Daily describió al J-20S como “avión de evasión al radar” de largo alcance dentro de la serie J-20. Esa terminología coincidió con la empleada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos desde 2024, que citó expresamente “caza furtivo” en documentos anuales.

Agencias internacionales ya habían informado en 2016 sobre su debut público y, en 2018, sobre la apertura de bodegas de armamento. La convergencia terminológica entre fuentes oficiales de ambos países y medios internacionales fijó el estatus de furtividad del aparato como un hecho reconocido. Esa coincidencia pública reforzó la lectura de un sistema en operaciones con baja firma radar y con capacidad de integración en arquitecturas de mando extensas.
En conjunto, la secuencia de exhibiciones y definiciones oficiales consolidó la percepción del J-20 como plataforma madura. La combinación de variantes visibles, bodegas internas, misiles de gran alcance y una red de sensores y mando de largo radio colocó al programa en el centro de las discusiones sobre balance aéreo regional. Las apariciones de 2024 y 2025 aportaron una validación visual a esa percepción.
Industria, despliegue regional y hoja de ruta tecnológica del J-20
El informe al Congreso de 2024 recogió que, ya en 2023, el fabricante había iniciado la expansión de capacidad mediante una nueva planta de montaje, con incrementos de cadencia previstos. Publicaciones de referencia sobre órdenes de batalla señalaron durante 2024 la incorporación de brigadas equipadas con J-20 en varias regiones de mando. La combinación de capacidad fabril y despliegue regional explicó una presencia mayor en patrullas y defensa antiaérea dentro de los principales teatros chinos.
Desde la perspectiva de integración tecnológica, el Pentágono describió para la familia J-20 un aumento de la carga de misiles en baja observabilidad, la posible instalación de toberas de empuje vectorial y la búsqueda del supercrucero mediante el WS-15. Esa hoja de ruta apuntó a ampliar la envolvente de vuelo y la persistencia en combate sin comprometer la firma radar, con énfasis en intercepciones a distancia y negación contra plataformas de alto valor.

El encuadre operativo se completó con sensores aerotransportados y plataformas de mando que sostienen cadenas de detección y tiro a larga distancia. La referencia de 2022 al KJ-500 consolidó la idea de empleo del J-20 junto a nodos de vigilancia que aportan designación de blancos y enlaces de datos de gran radio. Ese esquema concuerda con doctrinas que combinan cazas de quinta generación y redes distribuidas dentro del espacio aéreo disputado.
Los hechos verificables —servicio en 2017, bodegas internas abiertas en 2018, encuentros con F-35 en 2022, despliegue regional desde 2024, aparición del J-20S y del J-20A en 2025 y un plan de motores orientado al WS-15— sitúan al J-20 como primer caza furtivo de China en operaciones y como un programa en evolución. El 3 de septiembre de 2025, la parada de Pekín mostró simultáneamente al J-20, al J-20S y al J-20A en formación.
