El Chengdu J-20, primer caza furtivo de China, combina velocidad, alcance y armamento avanzado. Su desarrollo y despliegue masivo desafían la supremacía aérea de EE. UU. y sus aliados.
El Chengdu J-20 y su impacto en la estrategia aérea global
El Chengdu J-20, conocido como “Mighty Dragon”, representa la apuesta de China por un caza de quinta generación capaz de rivalizar con el F-22 Raptor de EE. UU. Fabricado por Chengdu Aircraft Industry Group, su diseño furtivo y avanzado lo ha convertido en una preocupación para Washington, Taipéi y otras potencias regionales.
Desde su primer vuelo en 2011 y su introducción en 2017, el J-20 ha demostrado capacidades que lo posicionan como un caza formidable. Su sección transversal de radar (RCS) oscila entre 0,01 y 0,1 m², menor que la del Su-57 ruso pero mayor que la del F-22, lo que le otorga una significativa capacidad de sigilo.
Uno de los episodios más notorios ocurrió en 2021, cuando un piloto chino afirmó haber sobrevolado Taiwán sin ser detectado. Si se confirma, este hecho evidenciaría vulnerabilidades en las defensas taiwanesas y reforzaría la efectividad del J-20 en misiones de infiltración.
El caza ha participado en ejercicios sobre el Mar de China Oriental, incluyendo un encuentro con F-35 estadounidenses en 2022. Según el general Kenneth Wilsbach, los pilotos chinos mostraron una coordinación avanzada, apoyados por sistemas de comando y control en red.
Características técnicas del J-20 y su armamento avanzado
El J-20 fue diseñado para misiones aire-aire y aire-tierra, operando a altitudes de hasta 66.000 pies (20.117 metros). Originalmente propulsado por motores rusos AL-31F, ahora utiliza el WS-10C chino, que genera 30.000 libras de empuje con postcombustión, permitiéndole alcanzar Mach 2 (2.467 km/h).

Con un alcance de 5.926 km con tanques externos, supera ampliamente al F-22 (1.864 millas) y rivaliza con el F-35 (2.200 millas). Esta autonomía le permite patrullar extensas áreas del Pacífico y mantener presencia sobre el Mar del Sur de China.
Datos clave sobre el caza J-20 y su poder estratégico
- Más de 250 unidades producidas para 2025, superando las 187 del F-22.
- Armado con misiles aire-aire PL-15 de 200 km de alcance y PL-10 de corto alcance.
- Utiliza un radar AESA Type 1475, capaz de detectar objetivos a más de 241 km.
- Posee una capacidad de carga de 10.886 kg en compartimentos internos y externos.
- Integrado con la red de comando y control china, que incluye satélites y AWACS KJ-500.
Comparación con el F-22 y la evolución del J-20
El J-20 comparte similitudes visuales con el F-22, lo que ha llevado a especulaciones sobre espionaje industrial en los 2000. Informes sugieren que China obtuvo información clave sobre el fuselaje y los materiales furtivos del Raptor, lo que habría acelerado su desarrollo.
Aunque el J-20 es más grande, con 18,9 metros de largo frente a los 18,8 metros del F-22, su diseño incorpora ala delta y canards, mejorando la maniobrabilidad a costa de un menor sigilo absoluto. Aún con esta diferencia, la producción masiva del J-20 contrasta con la exclusividad del F-22, retirado en 2011.

China planea equipar el J-20 con motores WS-15, que alcanzarían 40.000 libras de empuje, lo que mejoraría su rendimiento en supercrucero. De concretarse, el “Mighty Dragon” podría reducir la brecha tecnológica con el F-22.
El J-20 y su papel en el Indo-Pacífico
El despliegue del J-20 refuerza la postura de China en zonas de alta tensión como el Estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional. Su capacidad para operar en entornos disputados podría dificultar la intervención de EE. UU. y sus aliados en la región.
El general Wilsbach advirtió que la combinación de J-20 con una red de guerra electrónica y comando avanzado podría darle ventaja sobre cazas individuales en enfrentamientos prolongados. Su presencia refuerza la estrategia de negación de acceso (A2/AD), afectando las operaciones aéreas occidentales.
Si bien el F-22 mantiene superioridad en sigilo y maniobrabilidad, su producción limitada lo deja en desventaja numérica. Por su parte, el F-35, menos ágil y con menor alcance, enfrenta un rival inesperado en el J-20, que sigue evolucionando con mejoras en motores y sistemas de armas.
El J-20 de Chengdu no solo refleja la creciente capacidad de China en la aviación militar, sino que podría alterar el equilibrio estratégico en los cielos del Indo-Pacífico.