El diseño del Su-75 avanza hacia una producción prometedora, destacando su integración modular y la viabilidad de exportación según la UAC.
COntenidos sobre los avances en el Su-75
- La UAC destaca avances clave en el desarrollo del Su-75
- El Su-75 podría ser un puente hacia la sexta generación
- Comparaciones y controversias en torno al Su-75
- Características técnicas y proyección del Su-75
- Un enfoque de promoción distinto para el caza ruso Su-75
- Rostec anuncia avances mientras persisten los retrasos
- Impacto de la guerra en Ucrania sobre la industria armamentista rusa
- Mercado internacional y pérdida de compradores potenciales
La UAC destaca avances clave en el desarrollo del Su-75
El desarrollo del caza táctico ligero Su-75 Checkmate ha alcanzado un nivel de preparación significativo, lo que permite prever un futuro optimista para este proyecto aeronáutico. Así lo afirmó Serguéi Korotkov, diseñador general y subdirector de la Corporación Aeronáutica Unida (UAC), en declaraciones a RIA Novosti.
Korotkov explicó que el concepto detrás del Su-75 está enfocado en integrarlo dentro de un sistema de aviones que trabajen en conjunto, en lugar de ser una aeronave aislada. Según añadió, la UAC ya cuenta con solicitudes de compra de este modelo por parte de clientes potenciales. Además, destacó que la evaluación del mercado para cazas de esta categoría confirma la viabilidad del proyecto.
Durante el Salón Aeronáutico Internacional de Egipto, realizado a principios de septiembre de 2024, Alexander Mikheev, director general de Rosoboronexport, declaró que varios países de Oriente Medio y África han manifestado interés en el caza Su-75. Mikheev mencionó que ya se han presentado propuestas del proyecto a socios interesados, según reportó RIA Novosti.
Por otra parte, Korotkov subrayó que todos los recursos de ingeniería de la UAC están siendo empleados en la ejecución del programa del Su-75. Esta estrategia se basa en los planes internos aprobados por la corporación, lo que permite utilizar su personal de manera flexible. Según precisó, “la corporación permite mover libremente al personal de ingeniería en función de los planes aprobados, independientemente de los proyectos específicos como Tupolev, Ilyushin o Sukhoi”.
El Su-75 podría ser un puente hacia la sexta generación
El proyecto Su-75 tiene el potencial de abrir camino hacia la sexta generación de cazas de combate, gracias a los avances tecnológicos implementados en su diseño. La oficina de diseño de Sukhoi está trabajando en una plataforma versátil que puede cambiar radicalmente las funcionalidades del avión sin modificar su estructura básica.
En 2023, la Corporación Aeronáutica Unida patentó este diseño universal, el cual permite instalar unidades modulares en función de los requisitos de los clientes durante la fase de construcción. Estas unidades están diseñadas para adaptarse a diversas tareas, incluyendo configuraciones como cabinas monoplaza, biplaza o incluso de mando para aviones no tripulados.
Gracias a este enfoque modular, el Su-75 puede adaptarse a múltiples misiones sin alterar su diseño principal, manteniendo los costos en niveles accesibles. Según los desarrolladores, este tipo de sistema modular representa una solución innovadora para satisfacer las demandas de diversos clientes internacionales.
El concepto busca combinar eficiencia económica con capacidades avanzadas, posicionándolo como una alternativa viable a los aviones de combate tradicionales. Este diseño permite que el Su-75 pueda atender distintas necesidades operativas en un mercado en constante evolución.
Comparaciones y controversias en torno al Su-75
Frecuentemente, foros especializados en aviación debaten sobre afirmaciones polémicas como “el F-35 es un avión de un billón de dólares que no puede combatir en duelos aéreos” o “el Su-57 no cumple los criterios de un caza de quinta generación”. Dichas discusiones también han generado controversia sobre el Su-75.
Mientras Estados Unidos evalúa retirar algunos modelos de quinta generación más antiguos y avanza en prototipos de sexta generación, Rusia apuesta por fabricar un caza de quinta generación más asequible hacia finales de esta década. En este contexto, el Sukhoi Su-75 se presenta como una propuesta competitiva.
Los datos sobre el Su-75 provienen principalmente de los anuncios realizados por Rostec, la corporación responsable del proyecto. Sin embargo, aún existen interrogantes sobre la financiación necesaria para avanzar más allá de la fase conceptual.
De materializarse, el Su-75 podría convertirse en una opción económica para países con presupuestos limitados, combinando características de sigilo, capacidades avanzadas y un costo competitivo. Esto lo posicionaría como un sucesor natural de los antiguos MiG-21 en ciertas naciones.
Características técnicas y proyección del Su-75
De acuerdo con las especificaciones disponibles, el Sukhoi Su-75 ‘Checkmate’ es un caza de quinta generación diseñado con capacidades avanzadas a un costo significativamente menor que otros modelos occidentales. Su velocidad máxima alcanza Mach 1.8, con un alcance de traslado de aproximadamente 1,900 millas.
El costo inicial estimado por unidad sería de 30 millones de dólares, según informes de RIA Novosti. Esta cifra lo hace considerablemente más asequible que otros cazas de combate, lo que aumenta su atractivo en el mercado internacional. Rostec tiene previsto fabricar 300 unidades en los próximos 15 años.
Según Defense Express, el Su-75 puede describirse como “un MiG-21 modernizado”, que incorpora mejoras en sigilo, sistemas digitales y armamento guiado de precisión. Estas características lo convierten en una propuesta interesante para países que buscan modernizar su flota aérea sin incurrir en costos excesivos.
El Su-75 está diseñado para equilibrar funcionalidad, tecnología avanzada y economía, reforzando la competitividad de Rusia en el mercado global de aviones de combate.
Un enfoque de promoción distinto para el caza ruso Su-75
En contraste con proyectos secretos como el NGAD de EE. UU., el Su-75 ha sido presentado públicamente en ferias militares y promocionado a través de vídeos llamativos. Sin embargo, esta estrategia no ha convencido a muchos analistas, quienes sospechan que lo mostrado es solo un modelo a escala. Este caza busca posicionarse como una opción más asequible para países que no pueden adquirir cazas avanzados como los estadounidenses.
Perun, un destacado analista en economía de defensa, señaló que “Aún no es un producto exportable; es un proyecto en fase de desarrollo”. Según se informa, Rostec, la corporación rusa detrás del Su-75, no cuenta con financiación estatal directa, recurriendo en su lugar a estrategias de marketing para atraer posibles inversores internacionales que financien el programa.
El canal de YouTube Binkov’s Battlefields describió el Su-75 como una propuesta interesante, que podría convertirse en una alternativa clave si se logra la inversión necesaria. Asimismo, afirmaron que, antes de la guerra en Ucrania, el proyecto ya había despertado interés en al menos un comprador internacional.
No obstante, el panorama cambió significativamente tras la invasión rusa de Ucrania, lo que ha afectado tanto la percepción global de la industria de defensa rusa como la confianza en sus capacidades tecnológicas y financieras.
Rostec anuncia avances mientras persisten los retrasos
A pesar del escepticismo, Rostec asegura que el desarrollo del Su-75 continúa, afirmando que “la producción de las primeras muestras ya ha comenzado” y que el avión se encuentra en fase de preproducción. Según Interfax, el primer vuelo, originalmente planeado para 2023, fue pospuesto a 2024, mientras que las entregas iniciales se esperan para 2026 o 2027. Sin embargo, este calendario parece altamente ambicioso.
El ejemplo del Su-57, otro caza ruso de quinta generación, ilustra los retos de este tipo de desarrollos. El Su-57 voló por primera vez en 2010 y solo recientemente entró en producción en serie, sin haber sido desplegado en combate. The National Interest informó en febrero de 2024 que el vuelo inaugural del Su-75 podría estar a varios años de distancia.
Análisis de Rand indican que las proyecciones optimistas sobre el Su-75 son especulativas, especialmente considerando los problemas que Rusia enfrentó con el desarrollo del Su-57. Se estima que este último no alcanzará su plena capacidad operativa hasta 2027.
La falta de progreso tangible en el Su-75 refuerza las dudas sobre su viabilidad, particularmente en un contexto de crecientes dificultades financieras y de credibilidad para la industria militar rusa.
Impacto de la guerra en Ucrania sobre la industria armamentista rusa
El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) reportó un declive notable en las exportaciones de armas rusas desde el inicio del conflicto en Ucrania. No solo han disminuido las entregas, sino también los pedidos de exportación, lo que refleja un rechazo generalizado hacia los productos bélicos rusos.
Además, la percepción negativa del desempeño militar ruso en Ucrania y el temor a sanciones internacionales han complicado aún más la situación. Las sospechas de que Rusia podría intentar evadir sanciones para producir el Su-75 también podrían disuadir a potenciales compradores de involucrarse en el proyecto.
Incluso si Rusia decidiera financiar el Su-75 con recursos propios, esta posibilidad parece poco probable, dado el enfoque actual del Kremlin en la guerra en Ucrania y la falta de recursos disponibles para proyectos a largo plazo como este caza de quinta generación.
La combinación de estos factores representa un desafío significativo para el futuro del Su-75, cuya viabilidad está en duda debido a las condiciones actuales tanto internas como externas.
Mercado internacional y pérdida de compradores potenciales
El listado de posibles compradores del Su-75 incluye países como India, Argelia, Turkmenistán, Irán, Nigeria y operadores de MiG-29, así como los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, informes recientes de Bulgarianmilitary.com indican que los Emiratos, considerados un inversor clave, han abandonado el proyecto y optaron por adquirir los F-35 estadounidenses.
Adicionalmente, Janes reportó que Serbia, un aliado tradicional de Rusia, ha decidido adquirir cazas Rafale franceses, lo que evidencia las crecientes dificultades de Rusia para mantener su influencia en el mercado de armamento global.
Estas decisiones reflejan una pérdida de confianza en la capacidad de Moscú para cumplir con sus compromisos en el sector armamentista, lo que afecta directamente proyectos como el Su-75, diseñado originalmente para atraer compradores internacionales.
En un contexto donde la competencia internacional es cada vez más intensa, la falta de avances significativos y los desafíos económicos y políticos de Rusia complican aún más la posición del Su-75 como una opción viable en el mercado global.