El cielo del sector militar aéreo es recorrido por un nuevo coloso de hierro, el dron de ataque Akinci turco, destinado a marcar un antes y un después en la historia bélica de Oriente Medio.
El dominio del cielo: Bayraktar TB2 y la supremacía turca en la industria dron
El acero turco alza su vuelo hacia un futuro sin precedentes, marcado por el pedido histórico del avanzado dron Akinci por parte de Arabia Saudita. Este contrato, exaltado como el “más grande jamás visto”, es el testimonio viviente de la reputación que goza el dron Bayraktar TB2 a escala global.
Este histórico pacto de defensa quedó formalmente sellado el 18 de julio, brindándole una victoria emblemática al presidente turco, Tayyip Erdogan. Un acuerdo nacido directamente de sus esfuerzos diplomáticos por estrechar lazos con las naciones del Golfo y fortalecer la economía de Ankara.
La ceremonia de ratificación contó con la presencia de personajes de peso, incluyendo a Erdogan, Mohammed bin Salman, Príncipe Heredero de Arabia Saudita, y representantes de Baykar, la compañía de defensa turca, así como del Ministerio de Defensa saudita. Este trato sin precedentes fue el eje central de la gira diplomática de Erdogan por la región del Golfo, que inició el 17 de julio.
Raider, la quintaesencia de la tecnología militar aérea
El Akinci, bautizado certeramente como “Raider” en turco, es un Vehículo Aéreo No Tripulado [UAV] de gran altitud y larga duración, equipado para misiones de combate aéreo a tierra y aire-aire.
Baykar, ansiosa y llena de anticipación, dejó entrever su júbilo a través de un tweet celebratorio de su CEO, Haluk Bayraktar. Él calificó el acuerdo con el Ministerio de Defensa de Arabia Saudita como el “contrato de defensa y exportación de aviación más grande” de la historia.
El comunicado de Baykar destacó los aspectos de transferencia de tecnología y producción conjunta del acuerdo, resaltando su potencial para realzar la capacidad tecnológica de ambas naciones.
Más allá del TB2: Akinci, la nueva joya de la corona turca
Bayraktar reveló a los medios turcos que otro “gigantesco” acuerdo para la compra de municiones inteligentes y otros payloads desde Turquía está en curso, y que implicará producción local.
Más allá de su papel como CEO, Bayraktar también tiene una conexión familiar con la empresa, ya que el yerno del presidente Erdogan, Selcuk Bayraktar, se desempeña como presidente. Recientemente, Baykar ha obtenido reconocimiento mundial por sus drones armados probados en combate, notablemente el Bayraktar TB2, que ha demostrado su valía en Azerbaiyán y Ucrania.
La industria de drones turca ha experimentado un aumento significativo en el progreso tecnológico y las capacidades de fabricación en los últimos años. Según los registros de Baykar, las exportaciones de la empresa ascendieron a $1.18 mil millones, y generó ingresos por $1.4 mil millones el año pasado.
Akinci, el paladín de la tecnología dron
El reciente contrato es un logro significativo para Turquía, especialmente teniendo en cuenta la promesa del presidente Erdogan en agosto de 2021 de establecer a Turquía como líder global en tecnología de drones durante la incorporación del primer Vehículo Aéreo de Combate No Tripulado [UCAV] Akinci al servicio.
La creciente tensión entre Rusia y Ucrania subraya el papel cada vez más crítico de la guerra con drones en el combate moderno. Esto no pasa desapercibido para Arabia Saudita, una nación que habita una región inestable.
Emergiendo como un pionero en la tecnología de drones de vanguardia, Turquía ha estado exhibiendo sus Vehículos Aéreos No Tripulados [UAV] de combate a nivel mundial. Con el triunfo del TB2, el foco se ha trasladado ahora al dron más formidable y listo para la batalla, Akinci.
El gigante de los cielos: desentrañando las capacidades de Akinci
El Akinci, un dron de grado militar, presume de impresionantes dimensiones, con una longitud de 12.2 metros, una altura de 4.1 metros, y una envergadura de 20 metros. Tiene un peso de despegue de 5,500 kilogramos y puede llevar un payload máximo de 1,350 kilogramos, ascendiendo hasta una altitud de 40,000 pies [12,192 metros].
El Akinci supera a su predecesor, el Bayraktar TB2, en términos de capacidad de carga de combate. Los expertos militares sugieren que este aumento podría permitir al Akinci desplegar armas más potentes y estrategias operacionales versátiles. El dron ya ha superado las expectativas en términos de rendimiento.
En un logro histórico, el año pasado, el Akinci lanzó con éxito el primer misil supersónico aire-tierra de Turquía, el TRG-230, alcanzando un objetivo a más de 100 kilómetros [62 millas] de distancia. Esto ha convertido al Akinci en el único UAV capaz de lanzar un misil balístico supersónico de aire a tierra.
Akinci: redefiniendo la guerra moderna con tecnología avanzada
Poco después de esta hazaña, el dron se sometió a una prueba de disparo con un kit de guía de próxima generación.
El Akinci dejó caer con precisión una bomba MK-83 de 1,000 libras [455 kilogramos] equipada con el sistema de guía Gökçe en el blanco asignado.
Desde entonces, el Akinci ha participado en pruebas con un kit de guía láser de Aselsan, impactando el objetivo con una precisión insuperable. El sistema de guía láser se utilizó en conjunción con una bomba MK-82 fabricada por Aselsan durante esta prueba.
El Akinci, desarrollado por la industria de drones turca, es un vehículo aéreo no tripulado (UAV) de gran altitud y larga duración, diseñado para misiones de combate aéreo y terrestre. Este dron de grado militar tiene dimensiones impresionantes, con una longitud de 12.2 metros, una altura de 4.1 metros, y una envergadura de 20 metros. El Akinci puede despegar con un peso de 5,500 kilogramos y puede llevar una carga útil máxima de 1,350 kilogramos, ascendiendo hasta una altitud de 40,000 pies (12,192 metros). El dron ha demostrado su capacidad para desplegar armas potentes y estrategias operativas versátiles, incluso lanzando el primer misil supersónico aire-tierra de Turquía, el TRG-230.
El Akinci supera a su predecesor, el Bayraktar TB2, en términos de capacidad de carga de combate. Los expertos militares sugieren que este aumento de capacidad podría permitir al Akinci desplegar armas más poderosas y estrategias operativas versátiles. Además, el Akinci ha demostrado un rendimiento superior en términos de precisión y capacidad para realizar misiones complejas.
La compra de drones por parte de Arabia Saudita marca un hito importante en la historia de la industria de drones de Turquía, ya que representa el “mayor contrato de defensa y exportación de aviación” en la historia de este país. Esto representa un impulso significativo para la economía turca y fortalece aún más su posición como líder global en tecnología de drones.
El Akinci, siendo un dron de combate de alto rendimiento, juega un papel crucial en la guerra moderna. Su capacidad para lanzar ataques precisos a gran distancia ofrece una ventaja táctica significativa. En el contexto de la región del Golfo, esta capacidad puede ser fundamental para manejar situaciones de inestabilidad y potencialmente actuar como un elemento disuasivo en la región.
Los drones turcos, en particular el Akinci, tienen el potencial de actuar como una “nave nodriza” para los ataques de enjambres de drones. Estas operaciones implican el despliegue de múltiples drones pequeños para llevar a cabo una variedad de tareas, desde reconocimiento hasta ataques aéreos, lo que puede aumentar significativamente la eficacia y la eficiencia en el campo de batalla moderno.