El E-7A Wedgetail de la Real Fuerza Aérea Australiana se dispone a retornar a su base en Australia tras completar una comisión de seis meses en el continente europeo.
Durante su estancia, este avión jugó un papel crucial en la Operación Kudu, brindando apoyo esencial a las fuerzas operativas en Ucrania. La contribución del Wedgetail australiano ha sido fundamental para el derribo de aeronaves militares rusas, posicionándolo como un elemento determinante en el escenario bélico actual.
El Ministerio de Defensa de Australia confirmó el 2 de abril que el retorno del E-7A está previsto. Remontándonos a octubre de 2023, el despliegue del Wedgetail en Alemania, junto con un destacamento de hasta 100 miembros de las Fuerzas de Defensa Australianas, marcó el inicio de una misión de seis meses.
E-7A Wedgetail: Pivote en la Vigilancia y Ayuda a Europa del Este
La asignación consistía en proveer vigilancia crucial y facilitar la distribución de asistencia tanto militar como humanitaria a lo largo de Europa del Este. A lo largo de su misión, la tripulación del E-7A Wedgetail registró más de 250 horas de vuelo, con misiones que promediaban unas cinco horas de duración, de acuerdo a lo reportado por el Ministerio de Defensa.
El personal de las Fuerzas de Defensa de Australia desempeñó roles de soporte en la Base Aérea de Ramstein, Alemania, durante la totalidad de la misión. El teniente general Greg Bilton, comandante de operaciones conjuntas, destacó el compromiso del personal de las ADF para proteger esta vía de acceso esencial para el apoyo humanitario y militar hacia Ucrania.
“Este despliegue demuestra de manera contundente el compromiso de Australia con la preservación de un orden mundial basado en normas, en colaboración con nuestros aliados”, expresó.
El mariscal del aire Robert Chipman, líder de la Fuerza Aérea, también alabó la capacidad del E-7A Wedgetail, calificándolo como uno de los sistemas de alerta temprana y control aerotransportado más destacados a nivel global y perfectamente adecuado para respaldar esta misión crítica. “Estoy sumamente orgulloso de nuestro equipo por su dedicación, resistencia y creatividad; verdaderos representantes de nuestro ethos”, afirmó.
El regreso del E-7A Wedgetail a Australia marca el fin de un capítulo significativo en el apoyo a Ucrania. No obstante, esto no significa el cese del respaldo militar australiano a Ucrania.
La próxima fase involucra una extensión de la Operación Kudu, que contempla el despliegue de hasta 90 miembros para brindar entrenamiento esencial a las fuerzas armadas ucranianas en el Reino Unido durante el 2024, tal como lo ha planteado el Ministerio de Defensa.
El E-7A Wedgetail Australiano y Su Rol Estratégico en Ucrania
Durante el último año, el E-7A Wedgetail de la Real Fuerza Aérea Australiana se encontraba desplegado en Ucrania, un hecho que suscitó gran interés entre los especialistas militares. Este despliegue provocó diversas especulaciones sobre el impacto de su apoyo a las fuerzas ucranianas.
El debate se centró en la supuesta participación del Wedgetail en la neutralización de tres bombarderos Su-34 rusos, destacando la potencial desconexión de la RuAF con las capacidades del E-7A. Este punto de vista se reforzó por la relevancia atribuida a los aviones AWACS occidentales en los ataques de Ucrania contra posiciones rusas, tal como lo resaltaron fuentes rusas.
Los aliados occidentales, a través de sus capacidades de inteligencia y vigilancia, jugaron un papel decisivo en los éxitos ucranianos sobre la flota rusa en el Mar Negro durante los últimos dos años. A pesar de las afirmaciones de Australia de que el Wedgetail no contribuyó directamente a la inteligencia de estos ataques, su presencia fue vital para asegurar la continuidad del apoyo internacional a Ucrania, ofreciendo alertas tempranas frente a amenazas rusas.
Operando fuera del espacio aéreo de Rusia, Bielorrusia y Ucrania, el E-7A supervisaba rutas alternas como Polonia, preparado para informar a las defensas terrestres sobre incursiones aéreas.
El Wedgetail: Vigilancia Aérea y Marítima Avanzada
Basado en el Boeing 737 700, el E-7A Wedgetail destaca por su radar de largo alcance, capaz de monitorear objetivos aéreos y marítimos simultáneamente. El teniente general Bilton puso de relieve la importancia del E-7A en cubrir una laguna de capacidades no atendida por la OTAN. Las interacciones con aliados europeos y del Reino Unido subrayaron la valoración de esta contribución.
La tripulación del Wedgetail procedía mayormente del 2.º Escuadrón, con sede en Newcastle, y contó con el apoyo de unidades como el 1.er Escuadrón de Fuerzas de Seguridad y el 1.er Escuadrón de Comunicaciones de Combate de Canberra. La petición de Estados Unidos de posicionar al Wedgetail en Europa evidencia la coordinación multinacional en este esfuerzo.
Con el despliegue llegando a su fin en abril, según las indicaciones de Estados Unidos, la misión del E-7A no parece dejar un vacío en la capacidad de vigilancia de la coalición occidental, asegurando así la continuidad de la supervisión estratégica en la región.