El exjefe del Estado Mayor, Mark Milley estima que para 2039, la IA y robots conformarán un tercio del ejército de EE. UU.
Predicción del General Mark Milley sobre el futuro del ejército estadounidense
Para el año 2039, los robots y los sistemas autónomos podrían representar hasta un tercio del ejército estadounidense, siendo potencialmente operados y comandados por inteligencia artificial (IA), según predice el general retirado del ejército de EE. UU., Mark Milley. El ex jefe del Estado Mayor Conjunto sugirió que, para finales de 2039, el ejército de Estados Unidos podría estar compuesto en un tercio por robots y otros sistemas autónomos. En un plazo de diez a quince años, estima que alrededor de un tercio del ejército estadounidense será robótico.
A diferencia de los sistemas aéreos no tripulados actuales, que son controlados a distancia, estos nuevos sistemas robóticos podrían ser manejados e incluso comandados directamente por IA. No obstante, Milley admitió que la tecnología carece de mortalidad. Por lo tanto, la política vigente en Estados Unidos establece que un operador humano debe estar al mando en el uso de municiones letales y mantener el “marco ético” en cualquier toma de decisiones.
Sin embargo, Milley añadió que el desarrollo continuo de la IA podría llevar a un escenario donde la IA tenga la capacidad de decidir cuándo atacar a un enemigo. Desde un punto de vista técnico, se puede imaginar un futuro donde una máquina habilitada por IA podría tomar decisiones por sí misma.
Sistemas autónomos y su integración en las fuerzas armadas
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El Pentágono ha recurrido a sistemas autónomos, desde pequeños drones no tripulados hasta sistemas en los superportaaviones nucleares clase Gerald R. Ford, como respuesta a los desafíos de reclutamiento militar, que no han satisfecho la demanda. Estos sistemas controlados por IA podrían ayudar a completar las filas mientras las fuerzas armadas enfrentan problemas de reclutamiento y retención. De acuerdo con Axios, el Ejército de EE. UU. está evaluando formaciones integradas de hombre y máquina.
La Fuerza Aérea está desarrollando el Avión de Combate Colaborativo (CCA) que actuaría como un “compañero leal” de un caza tripulado. La “flota híbrida” de la Marina del futuro podría incluir vehículos de superficie y submarinos no tripulados junto a sus combatientes tripulados. Sin embargo, durante años, los líderes tecnológicos han advertido sobre los peligros de confiar en la IA para decisiones de vida o muerte.
A medida que una porción significativa del ejército se componga de robots, dejando a menos humanos a cargo, es probable que estas preocupaciones se intensifiquen. Mientras Estados Unidos avanza cautelosamente con la tecnología de IA, otros países también están adoptando plataformas robóticas.
Competencia global en el desarrollo de armas autónomas
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Rusia y China, considerados adversarios casi equivalentes, han comenzado a utilizar armas autónomas. Según el Defense Post, la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) de China ha empezado a desarrollar sus propios vehículos submarinos no tripulados. El mes pasado, Pekín presentó un perro robot armado con una ametralladora montada en su espalda.
Los funcionarios chinos han indicado que este perro robot se utilizaría para realizar reconocimiento, identificar al enemigo y luego “atacar el objetivo”. En futuros conflictos, es posible que los robots se enfrenten entre sí, pero también existe la preocupación de que estos robots puedan llegar a considerar a su creador como el verdadero enemigo.
El desarrollo de la tecnología robótica y su integración en las fuerzas armadas plantea importantes desafíos éticos y operativos. La evolución continua de estas tecnologías requiere una supervisión cuidadosa para garantizar que se mantengan los principios éticos y que se minimicen los riesgos asociados con su implementación en situaciones de combate.