El SR-71 Blackbird utilizaba un combustible único, el JP-7, lo que obligó a la Fuerza Aérea a diseñar un avión cisterna específico para reabastecerlo.
El SR-71 Blackbird y sus capacidades técnicas incomparables
Durante la Guerra Fría, el SR-71 Blackbird se diseñó como un avión de reconocimiento de largo alcance, destinado a misiones tanto para la CIA como para la Fuerza Aérea de los EE. UU. Sus capacidades destacaban por una velocidad de Mach 3, un techo operativo de 85,000 pies y la habilidad de ascender 11,820 pies por minuto. Estas características le permitían superar cualquier misil tierra-aire al volar más rápido y más alto que otras aeronaves.
El desarrollo de este avión requirió una inversión considerable en investigación y la creación de componentes específicos para soportar las altas temperaturas y condiciones extremas de operación. Su diseño no compartía elementos con otras aeronaves; cada pieza fue construida exclusivamente para cumplir con sus necesidades únicas. Según el medio 19FortyFive, “cada componente del Blackbird era especializado y distinto; el avión necesitaba hacer cosas que ningún otro podía hacer”. Este enfoque encareció significativamente el proyecto.
Uno de los aspectos más destacados fue el diseño de su combustible, el JP-7, una solución creada específicamente para soportar las altas temperaturas que generaban los motores a velocidades supersónicas. Este combustible no solo era esencial para el funcionamiento del SR-71, sino que también se convirtió en un ejemplo de cómo la tecnología de este avión estaba adelantada a su tiempo.
Datos destacados sobre el SR-71 y su combustible JP-7
- El SR-71 alcanzaba velocidades de Mach 3 y operaba a 85,000 pies de altitud.
- El combustible JP-7 tenía un punto de inflamación extremadamente bajo y era altamente estable térmicamente.
- Se necesitaba trietilborano (TEB) para encender los motores del SR-71 debido a las características del JP-7.
- El SR-71 consumía hasta 44,000 libras de combustible por hora en vuelo.
- El KC-135Q fue diseñado específicamente para reabastecer al SR-71 con JP-7.
La creación del JP-7 y su impacto en las operaciones del SR-71
A diferencia de otros aviones militares que empleaban combustibles como el JP-4 o JP-8, el SR-71 necesitaba un combustible capaz de soportar temperaturas extremas. Esto llevó al desarrollo del JP-7 por Pratt & Whitney, un combustible altamente estable que podía incluso entrar en contacto con una llama abierta sin encenderse. Sin embargo, esta propiedad creó un nuevo desafío: la dificultad de encender el motor.
Para solucionar este inconveniente, se incorporó un sistema que utilizaba trietilborano (TEB), una sustancia que permitía la ignición de los motores al ser inyectada. Aunque eficaz, este método aumentó la complejidad y los costos del programa, reflejando nuevamente las demandas técnicas de operar el SR-71.
El consumo de combustible del SR-71 era igualmente notable. A una tasa de entre 36,000 y 44,000 libras por hora, sus tanques se vaciaban tras recorrer 3,000 millas. Esto hacía indispensable el reabastecimiento en vuelo, que debía realizarse aproximadamente cada 90 minutos para mantener sus misiones de reconocimiento.
Modificación de aviones cisterna: el nacimiento del KC-135Q
Debido a las características únicas del JP-7, ningún avión cisterna estándar de la Fuerza Aérea podía utilizarlo para reabastecer al SR-71. Por ello, se modificaron aviones KC-135, dando lugar al KC-135Q, una variante específicamente adaptada para manejar este combustible. Esta adaptación fue esencial para las operaciones del SR-71, aunque representó un gasto adicional significativo.
El reabastecimiento en vuelo no solo garantizaba la autonomía del Blackbird, sino que también permitía extender sus misiones de reconocimiento a nivel global. Sin el KC-135Q, las capacidades del SR-71 habrían sido limitadas, afectando su efectividad estratégica durante la Guerra Fría.