El F-15, bimotor de superioridad aérea, aporta alcance, carga y persistencia; el F-16, monomotor multirrol, ofrece agilidad y costes contenidos en combates definidos por misión.
Origen de diseño y parámetros técnicos del enfrentamiento en combate
En un escenario de combate entre el F-15 Eagle y el F-16 Fighting Falcon, la comparación parte de su concepción original y de sus parámetros técnicos verificables. El F-15, bimotor, nació para superioridad aérea y evolucionó a tareas de largo alcance y ataque profundo en su versión Strike Eagle. El F-16, monomotor y más ligero, se diseñó como caza de superioridad diurna y se consolidó como plataforma multirrol de alto rendimiento con costes contenidos.
Estos rasgos de origen determinan capacidades distintas en aceleración, carga de armas, alcance y persistencia sobre el área de operaciones, que condicionan el resultado de un enfrentamiento bajo reglas y perfiles de misión concretos. En desempeño cinemático puro, el F-15E alcanza Mach 2,5 y opera por encima de los 18.000 metros, con una célula de baja carga alar y una relación empuje-peso elevada que le permite mantener trepadas pronunciadas y virajes sostenidos sin perder velocidad.
El F-16C llega a Mach 2 a gran altitud y supera los 15.000 metros, con una estructura optimizada por estabilidad relajada y control de vuelo por impulsos eléctricos que admite hasta 9 g con combustible interno completo. Estas cifras sitúan al F-15 con ventaja en techo y velocidad máxima y al F-16 con una envolvente de maniobra muy exigente en combate cercano.
La propulsión refuerza esas diferencias. El F-15E emplea dos turbofanes Pratt & Whitney F100 (-220 o -229), con aceleración de ralentí a poscombustión plena en menos de cuatro segundos y un empuje conjunto que, con configuraciones típicas de combate, mantiene superioridad en ascenso y reataque a gran altitud. El F-16C/D integra, según bloque, un único F100 o un General Electric F110, con paquetes de propulsión comparables en empuje máximo, pero con menor masa de la célula.

Datos técnicos clave del F-15 Eagle y F-16 Fighting Falcon
- F-15E: Mach 2,5 y por encima de 18.000 m; F-16C: Mach 2 y por encima de 15.000 m.
- F-15E: dos Pratt & Whitney F100 (-220 o -229); F-16C/D: un F100 o un General Electric F110.
- F-15E: cuatro AIM-9 y hasta ocho AIM-120; F-16: hasta seis misiles aire-aire y cañón M61A1.
- Traslado: F-15E 3.840 km; F-16 más de 3.200 km; F-16 aire-tierra con radio superior a 500 millas.
Sensores, aviónica y gestión de tripulación en misiones complejas
La arquitectura de sensores y ayudas a la puntería define la detección inicial y la calidad del tiro. El F-15E se documenta con radar APG-70 en su ficha básica y ha incorporado capacidades de localización pasiva mediante pod infrarrojo de búsqueda y seguimiento. La Fuerza Aérea confirmó capacidad operativa inicial del Legion Pod en F-15C y posibilidad de integración en F-16 y F-15EX.
Este tipo de sensor permite clasificar y mantener contactos sin emitir, algo crítico para preparar disparos desde fuera del alcance visual y para sostener la solución de tiro si el adversario intenta negar la iluminación radar. El empleo en combate real exige medir la plataforma por el sensor principal y por la suite completa, con navegación inercial y por satélite, enlaces de datos y contramedidas.
El F-16 dispone de cabina con amplia visibilidad, palanca lateral y asiento reclinado que favorecen la tolerancia a altas cargas y la gestión fina de la aeronave en combates sostenidos. En ambos casos la aviónica integra ayudas a la supervivencia con alertadores y contramedidas, y la disciplina de emisiones condiciona la detección inicial y la preparación del tiro cooperativo.

El F-15E incorpora cabina frontal con pantalla de proa y un puesto trasero para oficial de sistemas que distribuye carga de trabajo en misiones complejas, con gestión de sensores, identificación y asignación de blancos. La posibilidad de dividir tareas entre piloto y operador incide cuando la intercepción se cruza con amenazas de superficie o cuando se combinan funciones de escolta y ataque profundo.
Armamento, combate cercano, firma radar y logística operativa sostenida
La carga de armamento y la arquitectura de pilones determinan la potencia de fuego disponible por salida. La ficha del F-15E detalla integración de armas aire-tierra del inventario estadounidense, además de AIM-9 y AIM-120, con posibilidad de configurar cuatro Sidewinder y hasta ocho AMRAAM. El F-16 puede portar hasta seis misiles aire-aire y aceptar depósitos externos y pods según misión.
En un cruce aire-aire puro, la diferencia de misiles por célula favorece al F-15 cuando la geometría del combate requiere múltiples lanzamientos secuenciales o cobertura a un paquete de ataque, mientras que el F-16 mantiene una penalización de arrastre por pilones menor para sostener combates a media cota con mayor agilidad sostenida. El tránsito del más allá del alcance visual al combate cercano depende de la fusión de sensores.

En ambos cazas, la integración de misiles de guía infrarroja y de designadores en casco permite disparos a gran ángulo de puntería si los equipos están presentes, pero la resistencia estructural a 9 g y el control de vuelo por impulsos eléctricos del F-16 facilitan mantener energía útil en sucesiones de giros cruzados. El F-15 compensa con disponibilidad de empuje y con la posibilidad de imponer altura y velocidad inicial superiores.
En entornos saturados y con defensas antiaéreas avanzadas, la firma de radar y la gestión de emisiones importan. La célula mayor del F-15 implica una sección de referencia radar superior a la del F-16, penalizando aproximaciones frontales si no se emplean tácticas de silencio electromagnético o sensores pasivos. El uso de un IRST operativo y de enlaces de datos para tiro cooperativo mitiga esa desventaja.
Evolución de variantes y factores que deciden el duelo aéreo
El vector logístico incide en la disponibilidad para sostener un combate prolongado o repetido. El F-16 ofrece una relación alcance-coste favorable con menor consumo de combustible y menor complejidad de mantenimiento en pista. El F-15 requiere más soporte, pero aporta persistencia y capacidad de carga para mantener misiles adicionales, tanques conformados y pods simultáneamente, con menor impacto en prestaciones.
Las variantes más recientes consolidan estos papeles. La línea F-15EX, con estructura de 20.000 horas, gran área de pantalla y guerra electrónica de nueva generación, mantiene el concepto de “camión de misiles” con elevada persistencia y crecimiento para armamento de gran tamaño, lo que refuerza su empleo como escolta y como vector de superioridad aérea de largo alcance.

En paralelo, los bloques modernos del F-16 incorporan aviónica actualizada, integración nativa de pods de designación y mejoras en navegación y comunicaciones, que sostienen su rol multirrol con capacidad de supresión de defensas, ataque de precisión y autodefensa aire-aire. La existencia de IRST operativo en la flota Eagle y su posible integración en ambas plataformas reduce la dependencia del radar cuando la misión exige discreción.
En suma, en un enfrentamiento directo, el F-15 impone ventajas de velocidad, techo, autonomía y densidad de armamento aire-aire por salida. El F-16 aporta agilidad sostenida a 9 g, menor penalización por arrastre en configuraciones aire-aire típicas y tiempos de reacción cortos. La efectividad final depende de sensores activos y pasivos, disciplina de emisiones, misiles cargados, estado de la tripulación y geometría del encuentro.
