El F-22 Raptor de la Fuerza Aérea de EE. UU. está probando nuevos sensores avanzados que podrían prolongar su vida útil y contribuir al desarrollo de sistemas para la Next Generation Air Dominance.
Fuerza Aérea de EE. UU. prueba sensores avanzados en el F-22 Raptor
Durante la conferencia Life Cycle Industry Days, se reveló que la Fuerza Aérea de Estados Unidos está evaluando varios sensores avanzados en el caza F-22 Raptor. Estos nuevos equipos no solo podrían alargar la vida operativa de esta aeronave, sino que también se espera que influyan en el desarrollo de los sistemas de la familia Next Generation Air Dominance. Según el general de brigada Jason D. Voorheis, responsable del programa de cazas y aeronaves avanzadas, el equipo del F-22 ha realizado seis vuelos de prueba para demostrar la eficacia de estos nuevos sensores.
Voorheis también explicó que la Fuerza Aérea está impulsando un esfuerzo de creación rápida de prototipos para acelerar la implementación de estos sensores. “Estamos logrando resultados exitosos, lo que permitirá una puesta en marcha rápida en un futuro cercano”, afirmó Voorheis. La información inicial sobre estos desarrollos fue publicada por la revista *Air and Space Forces Magazine*, que también señaló que las cápsulas furtivas observadas en el F-22 desde el año pasado contienen sensores de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST).
Estos avances forman parte de un programa de actualización valorado en 7.800 millones de dólares, con una asignación de 3.100 millones para investigación y desarrollo y 4.700 millones destinados a adquisiciones. Este plan de modernización contrasta con informes previos que sugerían que la Fuerza Aérea tenía planes de retirar el F-22 alrededor del año 2030. “No tengo una fecha específica para la retirada del F-22”, comentó Voorheis, “pero estamos enfocados en modernizarlo para asegurar su capacidad de combate en entornos altamente disputados por el tiempo que sea necesario”.
Modernización del F-22 incluye nuevos tanques de combustible y sensores IRST
El programa de actualización del F-22 también incluye el desarrollo de nuevos tanques de combustible externos furtivos conocidos como tanques de baja resistencia y pilón (LDTP, por sus siglas en inglés). Estos tanques, diseñados para ser más sigilosos y eficientes aerodinámicamente que los actuales de 600 galones, tienen como objetivo reducir la resistencia y mejorar la capacidad de vuelo supersónico del F-22. La Fuerza Aérea mencionó en su solicitud de presupuesto para el año fiscal 2023 que estos LDTP proporcionarían mayor persistencia y alcance, mientras que mantienen la letalidad y la capacidad de supervivencia.
Además de los tanques de baja resistencia, se han observado cápsulas bajo los puntos duros exteriores del ala del F-22. Estas cápsulas, vistas por primera vez durante pruebas de vuelo en las instalaciones de la Planta 42 de la Fuerza Aérea en Palmdale, California, en febrero de 2022, alojan sensores IRST y posiblemente otras capacidades avanzadas. En julio de 2024, una de estas cápsulas fue avistada en un banco de pruebas Rockwell Sabreliner 65, aunque su apariencia opaca generó especulaciones sobre la presencia de diferentes variantes.
El desarrollo de estos sensores IRST y los tanques LDTP está alineado con los objetivos de la Fuerza Aérea de mantener la superioridad aérea en futuros escenarios de combate. Estos avances tecnológicos aseguran que el F-22 siga siendo una plataforma de combate viable y adaptable a las crecientes amenazas globales.
Software GRACE y misiles AIM-260 destacan en la evolución del F-22
Otra innovación clave en el F-22 es la introducción del software Government Reference Architecture Compute Environment (GRACE), diseñado para permitir la integración de aplicaciones de software no tradicionales en el Raptor. Este entorno informático de arquitectura abierta proporcionará interfaces de piloto y capacidades de procesamiento adicionales, aumentando la flexibilidad operativa de la aeronave. Aunque no está claro si GRACE está relacionado con el Proyecto FOX, su desarrollo refleja la tendencia hacia la integración de aplicaciones tácticas comunes en plataformas de quinta generación como el F-22 y el F-35.
El programa de modernización también incluye un nuevo misil aire-aire, cuya identidad no se ha confirmado oficialmente, pero que podría estar relacionado con el secreto misil AIM-260. Este misil, conocido como Misil Táctico Avanzado Conjunto, fue anunciado por primera vez en 2019 y está diseñado para superar al AIM-120 AMRAAM y competir con amenazas avanzadas como el misil chino PL-15. El AIM-260 está siendo desarrollado para ser compatible con las dimensiones del AMRAAM, pero con un alcance significativamente mayor.
Las primeras pruebas de vuelo del AIM-260 ya están en marcha y se espera que el misil sea desplegado en los próximos años. El diseño avanzado del AIM-260 garantizará que las fuerzas aéreas de Estados Unidos mantengan una ventaja decisiva en el combate aire-aire, proporcionando una respuesta efectiva a las crecientes amenazas de misiles de largo alcance de adversarios potenciales.
Nuevos sistemas y equipamiento mejoran las capacidades del F-22
Entre otras mejoras destacadas para el F-22 se incluyen la integración de un Sistema de Identificación Amigo o Enemigo (IFF) Modo 5, un Enlace 16, un Sistema de Distribución de Información Multifunción y un Sistema de Radio Táctico Conjunto (MIDS JTRS). Además, se están modernizando el sistema de navegación inercial/GPS integrado (INS) y se están implementando nuevas radios encriptadas y protección electrónica avanzada para el radar.
Los pilotos del F-22 también están probando un nuevo casco como parte del programa de cascos de ala fija de próxima generación, diseñado para reemplazar el casco HGU-55P que ha sido utilizado durante las últimas cuatro décadas. Este nuevo casco busca ofrecer una mayor comodidad y estabilidad, permitiendo a los pilotos usar dispositivos montados sin causar molestias en el cuello ni comprometer la visibilidad.
Sin embargo, a pesar de los intentos previos, el F-22 aún no cuenta con un casco que ofrezca información de vuelo y puntería a través de imágenes en la línea de visión. La forma optimizada de la cubierta del Raptor, diseñada para preservar su baja observabilidad, limita el rango de movimiento y la visibilidad necesaria para emplear cascos como el JHMCS o el Scorpion. Estos desafíos reflejan la complejidad de integrar nuevas tecnologías sin comprometer las características furtivas de la aeronave.