El sistema de entrenamiento del F-35 de Lockheed Martin ha graduado recientemente a su piloto número 2.000, un logro considerable en la formación de pilotos de cazas de quinta generación.
Los pilotos y el F-35
El proceso de formación de un piloto de F-35 requiere una media de 192 horas de entrenamiento. Con casi la mitad de los vuelos de calificación realizados en simuladores, el entrenamiento de los pilotos es más singular que nunca.
Los simuladores de alta fidelidad ayudan a los pilotos a realizar una transición perfecta del entrenador al avión, proporcionando una experiencia totalmente inmersiva con el mismo software que el avión real.
Preparándose para misiones futuras
Los simuladores del F-35 permiten entrenar para una amplia gama de misiones, incluyendo aire-aire, aire-tierra y guerra electrónica. Estos entrenamientos aseguran que los pilotos estén preparados para enfrentar desafíos futuros en el campo de batalla.
El mayor Chris “Blade” Jeffers es el piloto número 2.000 en graduarse en el programa de entrenamiento del F-35. Tras su formación, el Mayor Jeffers operará el F-35A para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
El crecimiento del programa
Desde el primer graduado en 2012 hasta ahora, el sistema de entrenamiento ha madurado rápidamente. En marzo de 2020, Lockheed Martin graduó al piloto número 1.000, y en tan solo tres años, otros 1.000 pilotos se han unido al programa.
Actualmente, más de 2.000 pilotos y 14.000 encargados de mantenimiento han sido formados en 10 países. Con 24 bases de entrenamiento en funcionamiento y 32 previstas para 2025, se espera que el número de pilotos y personal de mantenimiento siga creciendo.
Entrenamiento continuo y preparación para misiones
Una vez graduados, los pilotos regresan al simulador para recibir entrenamientos adicionales y prepararse para misiones futuras. El uso de simulaciones reduce costes y desgaste de los aviones, asegurando que las flotas estén listas para las misiones y los pilotos mantengan sus habilidades al máximo.
Lockheed Martin sigue redefiniendo la forma de entrenar a los pilotos, proporcionándoles la experiencia necesaria para aprovechar al máximo las capacidades del F-35 y garantizar la seguridad en cada vuelo.