El rendimiento operativo de los cazas F-35 de Estados Unidos sigue siendo motivo de preocupación, ya que la flota se enfrenta a continuos problemas de fiabilidad, mantenimiento y disponibilidad (RMA). Según el último informe anual del director de Pruebas y Evaluación Operativa, la disponibilidad operativa de la flota se situó en un mero 51% en el último año fiscal. Esta cifra es muy inferior al objetivo del 65%, lo que pone de manifiesto los persistentes problemas a los que se enfrenta este avanzado avión.
El informe, publicado a finales de enero, ofrece un panorama desolador de las capacidades operativas del F-35. “La idoneidad operativa de la flota del F-35 sigue estando por debajo de las expectativas y los requisitos del servicio”, afirma, poniendo de relieve la brecha existente entre el rendimiento del avión y las necesidades militares.
Un examen más detallado de la disponibilidad del F-35 revela una tendencia preocupante. Tras alcanzar su punto álgido en enero de 2021, la disponibilidad del avión ha experimentado un descenso constante. El informe señala: “En [el año fiscal 2023], la disponibilidad de las aeronaves fue ligeramente inferior a la del año fiscal 22, tras haber disminuido durante la mayor parte del año fiscal 21”. Este descenso es especialmente preocupante, ya que indica una tendencia y no un retroceso temporal. El término “disponible” en este contexto se refiere a que un F-35 esté listo para ejecutar al menos una de sus innumerables misiones designadas.
El rendimiento del F-35 en RMA no ha pasado desapercibido, y ha sido objeto de escrutinio en numerosas audiencias del Congreso e informes de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno a lo largo de los años. En respuesta, el Pentágono ha puesto en marcha varias estrategias destinadas a mejorar los índices de capacidad de misión de la flota de F-35.
El informe también arroja luz sobre el diferente rendimiento de los F-35 en función de su antigüedad. Los aviones más nuevos, equipados con componentes más fiables, han mostrado en general un mejor rendimiento que sus homólogos más antiguos dentro del programa de 20 años de antigüedad. Esta observación ha llevado al Pentágono a argumentar que la sofisticada naturaleza del F-35 -un avión sigiloso e informático- implica que sus índices de disponibilidad no deben compararse directamente con los de aviones más sencillos de generaciones anteriores.
A pesar de no cumplir los criterios de salida del desarrollo para la “producción a pleno rendimiento”, las horas de vuelo acumuladas por la flota del F-35 sugieren que se está acercando a la madurez. Esta perspectiva ofrece cierta esperanza para el futuro del programa, ya que indica que, aunque siguen existiendo retos, el camino a seguir puede conducir a una mejora del rendimiento y la fiabilidad.
En conclusión, la flota del F-35 sigue enfrentándose a importantes obstáculos para alcanzar los niveles deseados de fiabilidad y disponibilidad. Aunque se están realizando esfuerzos para resolver estos problemas, la complejidad del avión y los matices de su entorno operativo lo convierten en una tarea de enormes proporciones. Los próximos años serán decisivos para determinar si estas iniciativas pueden invertir la tendencia y liberar todo el potencial de este avanzado caza.
Ampliación de la flota del F-35 y retos operativos
En septiembre de 2023, el ejército estadounidense había recibido 628 aviones F-35 de las Fuerzas Aéreas, el Cuerpo de Marines y la Armada. Este recuento, sin embargo, no tiene en cuenta las unidades designadas para pruebas de desarrollo ni los F-35 actualmente almacenados a la espera de la finalización de las pruebas de actualización Tech Refresh-3 (TR-3). Es importante señalar que el rendimiento de los F-35 operados por socios internacionales no se incluyó en esta evaluación.
El informe destaca que los F-35 con código de combate -aquellos a los que se da prioridad en cuanto a piezas de repuesto y mantenimiento debido a su función operativa- mostraron tasas de disponibilidad superiores. Por término medio, el 61% de estos aviones estuvieron disponibles mensualmente para realizar misiones, aunque todavía por debajo del objetivo de disponibilidad del 65%. Sorprendentemente, la flota superó este objetivo de disponibilidad en solo un mes del ejercicio fiscal 2023, mientras que la tasa de disponibilidad global de todas las variantes del F-35 se situó en el 51%.
Al evaluar la capacidad de misión completa de la flota -una métrica que indica la preparación de un avión para realizar todas las misiones asignadas-, los F-35 con código de combate volvieron a superar a sus homólogos. Sin embargo, alcanzaron una media mensual de sólo el 48% en capacidad de misión completa a lo largo de 2023, un rendimiento considerablemente inferior a los objetivos fijados. A la flota en general le fue incluso peor, con una tasa de plena capacidad de misión de apenas el 30%. En concreto, las aeronaves de prueba operativas registraron un pésimo índice de capacidad total de misión de solo el nueve por ciento. A estas cifras contribuyen las aeronaves no designadas con código de combate, incluidas las que están en mantenimiento, estacionadas en depósitos o utilizadas para entrenamiento diario.
A finales de septiembre de 2023, los aviones con código de combate constituirán el 51% de toda la flota de F-35, lo que indica que la mayoría aún tiene dificultades para cumplir los objetivos de rendimiento.
El informe también arroja luz sobre la parte de la flota que se considera “no disponible” debido a que se encuentra en depósito o está apartada por problemas de mantenimiento o suministro. La tasa de aviones inmovilizados por problemas de suministro se situó en el 27%, una cifra descrita como “relativamente plana”, pero que muestra un ligero deterioro en comparación con la tasa del año fiscal 2023. Esta tendencia al empeoramiento de la indisponibilidad relacionada con el suministro se viene observando desde julio de 2021, lo que pone de manifiesto los continuos problemas logísticos del programa F-35.
Esta evaluación exhaustiva subraya la compleja interacción de factores que afectan a la disponibilidad operativa de la flota del F-35. A pesar del importante número de aviones entregados y de los esfuerzos dedicados a priorizar las unidades con código de combate, alcanzar y mantener los niveles deseados de fiabilidad, mantenimiento y disponibilidad sigue siendo un reto importante. El camino a seguir requerirá una atención continua a la mejora del apoyo logístico, la resolución de los problemas de la cadena de suministro y el perfeccionamiento de las prácticas de mantenimiento para elevar la eficacia operativa de la flota y los índices de capacidad de misión.
Estrategias para mejorar la preparación de la flota del F-35
En 2023, un significativo 15 por ciento de la flota de F-35 estaba en tierra, a la espera de mantenimiento, lo que indica un área crucial para mejorar la preparación de la flota. El informe del Director de Pruebas y Evaluación Operativa (DOT&E) subraya la necesidad de avanzar en las mejoras del sistema de mantenimiento para aumentar la disponibilidad de las aeronaves. Entre las principales recomendaciones se incluye el perfeccionamiento de los procesos comunes que se extienden entre los diversos factores no aptos para misiones de mantenimiento (NMCM), como las reparaciones de componentes poco observables (stealth), la optimización de los tiempos de curado de los adhesivos para la fijación de herrajes como las placas de tuerca, y la garantía de la disponibilidad de las piezas de repuesto más críticas y demandadas.
El informe DOT&E sugiere además dar prioridad a las mejoras de fiabilidad de los componentes que suelen sufrir escasez de suministro. Esta estrategia es especialmente crucial para la variante F-35A del Ejército del Aire, que ha sufrido una acusada falta de motores F135 plenamente operativos, lo que ha afectado significativamente a la disponibilidad de la aeronave.
Para contrarrestar la escasez de motores F135, el programa F-35 ha puesto en marcha medidas agresivas, como el refuerzo de los recursos de depósito, la mejora de la eficiencia de los depósitos, el refuerzo de los componentes clave de los motores y el aumento del inventario de módulos de repuesto listos para su distribución. Estas iniciativas representan un esfuerzo concertado para mitigar uno de los principales factores que afectan a la disponibilidad operativa del F-35.
A pesar de estos esfuerzos, la flota del F-35 sigue encontrando problemas con los sistemas de cabina y salida, lo que contribuye a que los niveles de disponibilidad de los aviones se estanquen o disminuyan ligeramente. Estos problemas ponen de manifiesto la continua lucha por cumplir las rigurosas normas de fiabilidad y mantenibilidad establecidas en el Documento de Requisitos Operativos.
El informe ofrece una evaluación de la fiabilidad específica para cada variante, señalando que el F-35A cumple dos de los tres requisitos de fiabilidad, mientras que el F-35B cumple uno. Sin embargo, ninguna de las variantes del F-35 ha logrado cumplir todos los requisitos de mantenibilidad prescritos. Esta discrepancia subraya la necesidad de mejoras focalizadas en todo el programa F-35 para abordar estas deficiencias críticas.
En conclusión, la preparación y disponibilidad de la flota del F-35 se ven obstaculizadas por una combinación de retrasos en el mantenimiento, problemas en la cadena de suministro y escasez de componentes específicos, especialmente los motores F135. Para aumentar la eficacia operativa de la flota es imprescindible abordar estos problemas mediante procedimientos de mantenimiento mejorados, la optimización de la cadena de suministro y mejoras en la fiabilidad de los componentes. A medida que el programa sigue evolucionando, estas estrategias específicas son vitales para superar los obstáculos que impiden alcanzar los niveles deseados de fiabilidad y capacidad de mantenimiento de este avanzado avión de combate.
Retos para alcanzar los objetivos operativos del F-35
A pesar de los ambiciosos objetivos fijados para la flota del F-35A de alcanzar 20 horas medias de vuelo entre fallos críticos (MFHBCF) tras acumular 75.000 horas de flota, el rendimiento real en 2023 fue notablemente inferior, con una tasa de 10,5 MFHBCF, incluso después de superar las 288.000 horas totales de vuelo desde su introducción. Del mismo modo, las variantes F-35B y F-35C, operadas por el Cuerpo de Marines y la Armada respectivamente, tampoco alcanzaron sus objetivos de fiabilidad.
Las principales causas de fallos críticos en la flota fueron problemas relacionados con la resolución de problemas, la estabilidad del software, la fijación de componentes como placas de tuerca y la integridad de cables, tubos, conductos y fibra óptica. Otros problemas destacables fueron el mal funcionamiento del puño del acelerador, los fallos de los dispositivos de memoria de la aeronave, las reparaciones de componentes de baja observabilidad (LO), los problemas de la pantalla de vuelo en espera, los fallos de la puerta de repostaje y los fallos de la luz de posición. La duración necesaria para solucionar estos “fallos críticos” superó con creces los requisitos operativos de todos los servicios: el Ejército del Aire experimentó el doble, el Cuerpo de Marines casi el triple y la Armada más del doble de los tiempos de reparación previstos.
Desde un punto de vista más positivo, las variantes del F-35 demostraron un mejor rendimiento en la categoría de Horas de Vuelo Entre Retiradas (MFHBR). La variante A alcanzó el 108% de su objetivo, mientras que las variantes B y C alcanzaron el 78% cada una. Además, todas las variantes se acercaron mucho o superaron los requisitos de la media de horas de vuelo entre incidencias de mantenimiento (no programadas). Los F-35 del Ejército del Aire y de la Armada superaron sus objetivos en un 110 y un 120 por ciento, respectivamente, y el Cuerpo de Marines alcanzó el 80 por ciento de su objetivo.
El Director de Pruebas y Evaluación Operativa (DOT&E) reiteró las recomendaciones del informe del ejercicio fiscal 2022 para mejorar la fiabilidad, mantenibilidad y disponibilidad (RMA) del programa F-35. Entre ellas se incluían los esfuerzos persistentes para mejorar el sistema de mantenimiento y la fiabilidad de los sistemas de mantenimiento. Entre ellas figuraban la persistencia en los esfuerzos por mejorar los sistemas de mantenimiento y una mayor inversión en piezas de repuesto, en particular para los motores F135. El objetivo es minimizar el tiempo de inactividad de los aviones en espera de piezas de repuesto ampliando las fuentes alternativas de reparación, incluido el desarrollo de capacidades de reparación orgánicas.
El análisis del DOT&E pone de manifiesto la necesidad crítica de intervenciones específicas para abordar los problemas subyacentes que contribuyen a las deficiencias operativas del F-35. Si se da prioridad a las mejoras del sistema de mantenimiento y se garantiza la disponibilidad de piezas de repuesto esenciales, es posible mejorar significativamente la disponibilidad operativa y la fiabilidad de la flota. La capacidad del programa F-35 para superar estos retos será fundamental para alcanzar las capacidades avanzadas y los niveles de rendimiento previstos para este caza de quinta generación.