El presidente Donald Trump confirmó que Boeing liderará el desarrollo del F-47, el primer caza de sexta generación, como parte del programa NGAD.
Boeing desarrollará el F-47 tras ganar contrato del programa NGAD
El 21 de marzo de 2025, el presidente Donald Trump confirmó que Boeing obtuvo el contrato para desarrollar el F-47, el primer caza de sexta generación bajo el programa Next Generation Air Dominance (NGAD) de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Esta adjudicación busca reemplazar al F-22 Raptor y garantizar la supremacía aérea frente a países como China y Rusia.
La aeronave incorpora tecnologías avanzadas de sigilo, inteligencia artificial y coordinación con drones autónomos. Está previsto que el F-47 entre en servicio hacia finales de la década, aunque los primeros prototipos comenzaron a volar en 2019.
El proceso de selección enfrentó a Boeing y Lockheed Martin, mientras que Northrop Grumman se retiró en 2023 para centrarse en el desarrollo del bombardero B-21 Raider. El contrato de Ingeniería y Desarrollo de Manufactura (EMD) asignado a Boeing tiene un valor inicial superior a 20 mil millones de dólares.
Según el general David Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el F-47 representa un “salto generacional” respecto a modelos anteriores como el F-22 y el F-35, al integrar mayor alcance, sigilo y sostenibilidad operativa.
El F-47 coordinará drones de combate como núcleo del programa NGAD
A diferencia de otros aviones, el F-47 formará parte de un “sistema de sistemas” que integra aeronaves no tripuladas dentro del programa NGAD. Los Collaborative Combat Aircraft (CCA), fabricados por General Atomics y Anduril, acompañarán al F-47 para realizar misiones de reconocimiento, guerra electrónica y ataques de precisión.
Este concepto redefine el papel del caza como un “quarterback de drones”, capaz de comandar múltiples plataformas no tripuladas desde el aire, en una estrategia centrada en la interoperabilidad y la recopilación de datos en tiempo real.
Características clave del F-47 como parte del sistema NGAD
- Incluirá drones CCA que actuarán como escoltas y multiplicadores de fuerza.
- Capacidad para coordinar plataformas aéreas desde una única unidad tripulada.
- Uso intensivo de inteligencia artificial para decisiones tácticas.
- Diseñado para operar en escenarios con amenazas A2/AD avanzadas.
- Refuerza la postura militar estadounidense en el Indo-Pacífico.
Este enfoque responde a las nuevas exigencias operativas en zonas como el Indo-Pacífico, donde se espera que las operaciones aéreas enfrenten sistemas antiacceso altamente desarrollados y cazas enemigos avanzados.
La combinación entre un avión tripulado y varios drones automatizados representa una transformación doctrinal en la guerra aérea, aumentando la capacidad de respuesta y reduciendo los riesgos para el piloto.
La Fuerza Aérea espera que el F-47 sea capaz de penetrar defensas aéreas modernas sin comprometer su visibilidad, gracias a sistemas que reducen su firma de radar y optimizan la comunicación con drones.
El desarrollo del F-47 se remonta a iniciativas iniciadas en 2014
El programa que dio origen al F-47 comenzó con la Air Dominance Initiative de DARPA en 2014, con el objetivo de explorar tecnologías para una futura generación de cazas. A través del Aerospace Innovation Initiative, Boeing y Lockheed Martin construyeron aviones experimentales (X-planes) que volaron por primera vez en 2019 y 2022.
Estas aeronaves de prueba sirvieron para validar tecnologías como el sigilo multispectral, que reduce la visibilidad en los espectros de radar, infrarrojo y acústico. También probaron sistemas de propulsión adaptativa para maximizar la eficiencia y el empuje.
Actualmente, General Electric y Pratt & Whitney compiten por fabricar el motor Next Generation Adaptive Propulsion (NGAP), capaz de modificar su rendimiento según las condiciones de vuelo para mejorar el rendimiento operativo.
El diseño final del F-47 sigue clasificado, pero los conceptos publicados muestran una aeronave con estructura de ala fusionada, bahías de armas internas y cabina con interfaz de inteligencia artificial que permite al piloto actuar como coordinador táctico.
Boeing fortalece su posición tras años de menor protagonismo
La elección de Boeing marca un giro en la industria aeroespacial de Estados Unidos, que había estado dominada por Lockheed Martin desde el F-22 y el F-35. La empresa reforzó su planta de St. Louis para asumir la producción del F-47, lo que representa su regreso al diseño de cazas desde la integración de McDonnell Douglas en 1997.
Este triunfo se produce tras una serie de dificultades para Boeing, que enfrentó demoras en programas clave como el nuevo Air Force One y la cancelación del F/A-18E/F Super Hornet en 2023.
El costo estimado por unidad del F-47 será de 300 millones de dólares, inferior al del F-22, y se proyecta una producción inicial de entre 200 y 250 aeronaves. La arquitectura abierta permitirá incorporar futuras tecnologías sin rediseños estructurales.
Desde el Gobierno, Trump destacó que el nuevo caza será “prácticamente invisible” gracias a su tecnología de sigilo, con una velocidad máxima superior a Mach 2, lo que refuerza su capacidad para operar en misiones de alta exigencia.
El F-47 enfrentó cuestionamientos y desafíos antes de su aprobación final
En 2024, el entonces secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, ordenó una pausa estratégica para revisar los objetivos del programa NGAD ante inquietudes sobre su costo y relevancia operativa, dadas las crecientes capacidades de los drones autónomos.
Tras esta evaluación, la Fuerza Aérea concluyó en marzo de 2025 que el NGAD seguía siendo esencial para mantener la superioridad aérea, especialmente en zonas donde la distancia entre bases exige aeronaves con mayor autonomía y carga útil.
El programa también ha sido objeto de debate por su viabilidad económica. Elon Musk criticó la apuesta por cazas tripulados, argumentando que los sistemas no tripulados representan una solución más eficaz y económica para conflictos futuros.
La disponibilidad de metales de tierras raras provenientes de China representa un riesgo adicional para la producción, aunque tanto la Fuerza Aérea como Boeing aseguran que el uso de ingeniería digital y prototipos reduce los riesgos asociados al desarrollo tecnológico.
China y Rusia aceleran sus propios programas ante el avance del F-47
El contexto global del desarrollo del F-47 está marcado por la intensificación de la competencia tecnológica entre grandes potencias. China afirma haber probado prototipos del J-36, su caza de sexta generación, mientras que Rusia continúa con su programa Su-57.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos considera que el programa NGAD es clave para contrarrestar amenazas en regiones como el Indo-Pacífico, donde la superioridad aérea resulta esencial para contener el avance de capacidades misilísticas y defensas aéreas chinas.
Además, el plan contempla la futura exportación de versiones simplificadas del F-47 a aliados estratégicos. Trump aclaró que estas variantes no incluirán las tecnologías más sensibles para preservar la ventaja competitiva de Estados Unidos.
El F-47 forma parte de un esfuerzo más amplio para renovar la flota aérea estadounidense, cuya edad promedio ronda los 30 años. Con su entrada en servicio prevista antes de 2029, se espera que el nuevo caza marque un cambio en la manera de operar en entornos altamente disputados.