El F-47 incorporará propulsores adaptativos desarrollados por GE y Pratt & Whitney, con potencia y eficiencia superiores a los motores de generaciones previas.
Fuerza Aérea apuesta por propulsión avanzada para el F-47
El 21 de marzo de 2025, el presidente Donald Trump anunció desde la Casa Blanca que Boeing fabricará el F-47, el nuevo caza elegido para el programa Next Generation Air Dominance (NGAD). Desde entonces, una incógnita técnica ha generado especial interés: ¿qué tipo de motor impulsará este avión? Aunque las especificaciones se mantienen clasificadas, las recientes innovaciones del programa Next Generation Adaptive Propulsion (NGAP) revelan pistas sobre el sistema de propulsión del nuevo caza.
Concebido como reemplazo del F-22 Raptor, el F-47 tendrá mayor alcance, sigilo mejorado e integración con drones, según explicó el general David Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea. Para cumplir estos objetivos, el avión necesita motores capaces de ofrecer alto empuje, eficiencia y adaptabilidad, cualidades que proporciona la tecnología de ciclo variable adaptativo. Esta permite que los motores ajusten su configuración para distintos tipos de vuelo, desde crucero subsónico hasta supercrucero sostenido, algo que los motores del F-22 y F-35 no pueden lograr.
En el centro de estos desarrollos está el programa NGAP, lanzado en 2022 con contratos por 975 millones de dólares para GE Aerospace y Pratt & Whitney. Ambas compañías compiten para desarrollar un motor con alta potencia y eficiencia térmica, así como una arquitectura adaptable. En febrero de 2025, Pratt & Whitney finalizó una evaluación crítica junto a la Fuerza Aérea, y GE Aerospace anunció que su motor XA102 concluyó las pruebas de diseño detallado y avanzó a la fabricación de prototipos terrestres.
La evolución hacia motores adaptativos marca un cambio significativo respecto a los propulsores de quinta generación. Mientras el F119 del F-22 alcanza 35,000 libras de empuje con postcombustión, los motores NGAP podrían generar entre 45,000 y 60,000 libras por unidad, según estimaciones industriales. Esta potencia se logra gracias a un tercer flujo de aire que puede usarse para mejorar la eficiencia o aumentar el empuje, optimizando el rendimiento en operaciones prolongadas.
Características clave de los motores adaptativos NGAP

La Fuerza Aérea baraja dos opciones principales para el F-47: el XA102 de GE Aerospace y el XA103 de Pratt & Whitney. El XA102, basado en el XA100 del programa AETP, incluye materiales cerámicos avanzados y una arquitectura de tres flujos que reduce el consumo de combustible en 25% en comparación con el F135 del F-35. El XA103, una mejora del XA101, incorpora un sistema de control digital que ajusta el rendimiento en tiempo real y reduce la firma térmica del avión.
Ambas propuestas completaron sus revisiones de diseño detallado en 2025 y se preparan para iniciar pruebas de prototipo en los próximos dos años. Este cronograma se alinea con los planes del NGAD, que prevé que los vuelos operativos comiencen antes de 2030. Estos desarrollos refuerzan la viabilidad técnica de integrar motores NGAP en los prototipos del F-47, que, según Trump, han estado realizando vuelos clasificados desde 2020.
Características técnicas destacadas de los motores del F-47
- Empuje estimado: entre 45,000 y 60,000 libras por motor.
- Tercer flujo de aire: permite aumentar empuje o eficiencia según la misión.
- Reducción de consumo: hasta 25% menos que el F135 del F-35.
- Aumento del radio de misión: hasta un 38% en cazas con supercrucero.
- Integración con drones: sistemas energéticos adaptados a plataformas colaborativas.
La comparación con el F-35 evidencia las mejoras del F-47. El motor F135, aunque potente con 43,000 libras de empuje, carece de adaptabilidad de ciclo variable, lo que restringe su rendimiento en misiones largas. Además, su diseño más pesado limita su capacidad para mantener supercrucero sin usar postcombustión, a diferencia del motor NGAP del F-47, que sí puede sostener velocidades supersónicas prolongadas sin comprometer el combustible.
Otro aspecto crucial es la gestión térmica. El F-47 deberá soportar sensores y sistemas de armas de energía dirigida, que generan altas temperaturas. Para ello, los motores NGAP incorporan intercambiadores de calor y materiales avanzados que disipan el calor sin aumentar la firma infrarroja, manteniendo el sigilo. En contraste, el F135 ha enfrentado problemas térmicos que redujeron su disponibilidad operativa a 55% en 2024.
La Fuerza Aérea aún no ha decidido qué motor impulsará el F-47, pero mantiene la competencia entre GE y Pratt & Whitney. En agosto de 2023, John Sneden señaló que ambas empresas estaban “totalmente comprometidas” y que los prototipos entrarían a pruebas terrestres antes de la selección definitiva, prevista entre 2026 y 2027.
Estados Unidos lidera la carrera por motores de sexta generación

Mientras GE subraya la capacidad de su XA102 para gestionar energía en sistemas de drones colaborativos, Pratt & Whitney destaca la confiabilidad de su XA103 basada en su experiencia con el F135. Esta competencia ha acelerado el desarrollo de tecnologías clave para la sexta generación de combate aéreo.
En el contexto internacional, China y Rusia enfrentan desafíos para igualar estos avances. China ha desarrollado el motor WS-15 para el J-20 y trabaja en nuevos diseños para el J-36, visto en 2024 y 2025. Sin embargo, sus sistemas aún carecen de la madurez tecnológica de sus homólogos estadounidenses. Rusia, por su parte, sufre retrasos con el Izdeliye 30 para el Su-57 debido a sanciones y escasez de recursos. Su proyecto MiG-41 continúa sin concretarse.
El F-47, con un motor NGAP, no solo ofrecerá mejor empuje y eficiencia, sino también una arquitectura adaptable que permite actualizaciones sin rediseñar el sistema completo. Esto representa una ventaja estratégica frente a los cazas actuales y futuros de otras potencias.
La tecnología NGAP establece un nuevo estándar para la aviación militar, con motores capaces de ajustarse a diversas misiones sin sacrificar rendimiento. Este enfoque coloca a Estados Unidos en una posición dominante en el desarrollo de cazas de sexta generación y refuerza su ventaja en escenarios operativos complejos, como el Indo-Pacífico.
El motor del F-47 será clave para definir el poder aéreo futuro

Todo indica que el motor del F-47 será una derivación del programa NGAP, ya sea el XA102 de GE o el XA103 de Pratt & Whitney. Ambos ofrecen capacidades que superan ampliamente a las de generaciones anteriores, con adaptabilidad, eficiencia y menor firma térmica.
Además del empuje y el ahorro de combustible, el nuevo motor proporcionará al F-47 una ventaja significativa en operaciones prolongadas, permitiendo penetrar sistemas de defensa avanzados sin ser detectado. Esta combinación de alcance, sigilo y velocidad le otorga un perfil táctico superior al del F-35.
Con los prototipos en fase de integración y los motores acercándose a sus pruebas finales, el desarrollo del F-47 avanza hacia su despliegue operativo antes de 2030. Su propulsión será un componente central para definir el éxito del programa NGAD y garantizar la supremacía aérea estadounidense en las próximas décadas.
La comunidad internacional sigue de cerca estos avances tecnológicos, consciente de que el motor del F-47 podría cambiar las reglas del combate aéreo. El resultado final no solo afectará a Boeing y a los contratistas involucrados, sino también al equilibrio estratégico global.