El F/A-XX reemplazará al Super Hornet y operará junto al F-35C, integrando una red de combate hombre-máquina para misiones desde portaaviones.
Nuevo caza furtivo reemplazará al Super Hornet y al Growler
Como parte de su iniciativa Next Generation Air Dominance, la Marina de Estados Unidos impulsa el programa F/A-XX para desarrollar su próximo avión de combate embarcado. Este proyecto tiene como finalidad sustituir al F/A-18E/F Super Hornet y al EA-18G Growler, operando en conjunto con el F-35C Lightning II. Se prevé que el F/A-XX entre en servicio durante la década de 2030.
Diseñado para asegurar la superioridad aérea en zonas navales hostiles, el F/A-XX será la plataforma principal de las alas aéreas embarcadas. La Marina lo concibe como un componente clave para enfrentar tecnologías adversarias en regiones como el Indo-Pacífico, donde las capacidades enemigas aumentan en complejidad y alcance.
La necesidad de actuar desde el mar en zonas con amenazas A2/AD ha impulsado el desarrollo de un avión con mayor autonomía y supervivencia. El F/A-XX tendrá un radio de combate superior al del F-35C, que actualmente alcanza las 1,200 millas náuticas con tanques externos. Algunas estimaciones indican que este nuevo modelo podría extender ese alcance en un 25%.
La Marina ha destacado que el F/A-XX no funcionará de manera independiente. En su lugar, formará parte de una familia de sistemas interconectados que incluirá vehículos no tripulados para tareas complementarias como reabastecimiento, vigilancia y ataque.
F/A-XX liderará red de combate con aeronaves no tripuladas
En lugar de operar de forma aislada, el F/A-XX actuará como el nodo central de una arquitectura hombre-máquina conocida como MUM-T. Esto permitirá que la plataforma delegue tareas a drones especializados y conserve el control táctico desde la cabina tripulada.
Entre los sistemas complementarios figura el MQ-25 Stingray, dron que proporcionará capacidades de inteligencia y reabastecimiento aéreo. Además, el F/A-XX se integrará con futuros Collaborative Combat Aircraft (CCA), los cuales podrían desempeñar roles ofensivos, defensivos o de reconocimiento.
La Marina ha descartado por ahora una configuración no tripulada del F/A-XX. La decisión responde al criterio de que el juicio humano continúa siendo esencial en entornos de combate complejos, por lo que este caza se diseñará exclusivamente con piloto.
El programa pretende incrementar la letalidad y supervivencia en combate mediante la distribución de tareas entre plataformas, optimizando el uso de recursos en misiones de alta intensidad.
Detalles clave del programa F/A-XX y su desarrollo tecnológico
- El F/A-XX será el sucesor directo del Super Hornet y el Growler.
- Contará con capacidades furtivas superiores a las del F-35.
- Su radio de combate podría superar en 25% al del F-35C.
- Integrará sensores, radares y armas de última generación.
- Operará junto a drones como el MQ-25 y futuros CCAs.
- Incluirá guerra electrónica y posiblemente armas de energía dirigida.
- Boeing y Northrop Grumman compiten por el contrato principal.
- El proyecto enfrentó un recorte presupuestario del 67% hasta 2029.
Capacidades tecnológicas avanzadas y sigilo de nueva generación
Uno de los pilares tecnológicos del F/A-XX será su capacidad de supercrucero, lo que le permitirá volar a velocidad supersónica sin recurrir al postquemador. Esta capacidad reduce el consumo de combustible y mejora el tiempo de respuesta en operaciones de largo alcance.
El diseño furtivo superará al del F-35C gracias a materiales avanzados, formas aerodinámicas optimizadas y sistemas de supresión multiespectral. Estas características reducirán la detectabilidad del avión por parte de sensores enemigos.
El F/A-XX incluirá sensores y radares avanzados capaces de localizar objetivos con baja firma de radar. Estos sistemas se integrarán en redes de combate que permitirán el intercambio de datos en tiempo real con otras unidades aéreas y navales.
También será compatible con misiles aire-aire de largo alcance, como posibles evoluciones del AIM-260 JATM, e incluirá infraestructura para operar armas de energía dirigida, lo que exigirá sistemas especiales de gestión térmica y energética.
Guerra electrónica integrada y uso de inteligencia artificial
A diferencia del EA-18G Growler, que utiliza sistemas externos, el F/A-XX incorporará capacidad de guerra electrónica integrada. Esta mejora permitirá una reacción más rápida ante amenazas electrónicas y reducirá la dependencia de otras plataformas.
La Marina aplicará lecciones aprendidas en conflictos recientes, priorizando la capacidad de interferir o engañar sistemas enemigos como un componente esencial de la misión, al nivel de la capacidad de ataque cinético.
Se espera que la plataforma también integre sistemas de inteligencia artificial para asistir al piloto en la gestión del espacio de batalla. Esto permitirá que el operador adopte un rol estratégico en vez de realizar tareas operativas rutinarias.
Estos desarrollos tecnológicos buscan aumentar la eficacia del piloto y garantizar una superioridad táctica sostenida en escenarios altamente disputados.
Competencia industrial y desafíos presupuestarios del programa
Tras quedar fuera del proceso en marzo de 2025, Lockheed Martin dejó el camino libre para que Boeing y Northrop Grumman compitan por liderar el programa F/A-XX. La decisión se basó en que la propuesta de Lockheed no cumplió con los criterios establecidos por la Marina.
Boeing, con amplia experiencia en aviones embarcados y el respaldo de una inversión de 1,800 millones de dólares en una planta en St. Louis, se perfila como un contendiente fuerte. Northrop Grumman, por su parte, aporta su historial en diseño furtivo, aunque su experiencia en portaaviones se remonta al F-14.
A pesar del alto nivel de confidencialidad del proyecto, bajo nombres clasificados como Link Plumeria, el programa ha sufrido un fuerte ajuste presupuestario. El financiamiento previsto para 2025-2029 cayó de 10,300 a 3,300 millones de dólares.
La Marina mantiene los requisitos de diseño y avanza hacia la fase de ingeniería y manufactura. El hito más próximo está programado para fines de 2025, lo que marcará el inicio de la producción de prototipos con especificaciones definitivas.
Transformación doctrinal hacia una aviación naval en red
El F/A-XX se desplegará desde portaaviones Nimitz y Gerald R. Ford como parte de una ala aérea mixta, compuesta por aeronaves tripuladas y no tripuladas. Para 2030, se estima que los drones podrían representar hasta dos tercios de estas alas.
Este cambio responde a las amenazas emergentes, como enjambres de drones y misiles antibuque de largo alcance. En áreas como el Indo-Pacífico, donde las distancias operativas superan las 2,000 millas náuticas, se requiere una mayor flexibilidad y dispersión de fuerzas.
El F/A-XX buscará superar las limitaciones del F-35C y del Super Hornet, combinando sus capacidades de sigilo y sensores con una mayor velocidad, maniobrabilidad y adaptabilidad a condiciones marítimas adversas.
El diseño incluirá estructura reforzada y un tren de aterrizaje adecuado para las exigencias del entorno naval, garantizando que el avión pueda despegar y aterrizar en cubiertas móviles con seguridad y eficacia.