La menguante flota rusa de cazas de ataque Su-34 Fullback ha sido noticia por todas las razones equivocadas desde el inicio del conflicto de Ucrania. Se esperaba que estos cazas avanzados lideraran la ofensiva aérea de Moscú en Ucrania. Sin embargo, su pésimo rendimiento solo ha servido para obstaculizar los esfuerzos ofensivos del Kremlin. En el primer mes de guerra, las fuerzas ucranianas derribaron al menos cuatro Su-34. En julio de 2022, otro Su-34 fue derribado.
En julio de 2022, otro avión fue destruido sobre Alchevsk. Esta vez, las tropas de defensa aérea rusas fueron las responsables del percance. Pocas semanas después, un ciudadano ucraniano recibió honores por haber derribado un Su-34 con un rifle.
Ocho semanas después, un Su-34 se estrelló contra un edificio residencial cerca de Crimea y mató a 15 personas. Aunque teóricamente sofisticados y llenos de potencial, la flota rusa de Su-34 “Fullback” y sus pilotos han adolecido de municiones y entrenamiento inadecuados.
Derivado originalmente del Su-27 Flanker, el concepto general del Sukhoi Su-34 se remonta a finales de la década de 1970. Los ingenieros soviéticos, que buscaban reemplazar al anticuado Su-24, conceptualizaron un nuevo fuselaje táctico de combate polivalente que se convertiría en el Su-27. Finalmente, el Su-34 se convertiría en el Su-27.
Finalmente, se anunció la designación Su-34, y el fuselaje realizó su primer vuelo justo antes de la disolución de la URSS a finales de 1990. La evolución de los requisitos impuestos por la Fuerza Aérea rusa prolongó la puesta en servicio oficial del avión hasta 2014. Desde entonces, los sucesivos contratos han proporcionado a Moscú unos 140 Su-34.
Ineficiencia aeronáutica: el desplome del Su-34 Fullback
El Su-34 Fullback, una presunta joya de la ingeniería rusa, ha demostrado ser una decepción de proporciones colosales. La supuesta avanzada aeronave de ataque ha caído en desgracia, sumergida en una espiral de fracasos desde el inicio del conflicto en Ucrania. Su desempeño en el campo de batalla ha sido tan deficiente que plantea interrogantes sobre la competencia de quienes están al mando de su desarrollo y operación.
El desastre comenzó con la pérdida de al menos cuatro Su-34 en el primer mes de guerra, un golpe demoledor para cualquier flota, especialmente para una que se preciaba de superioridad. El derribo de otro Su-34 en julio de 2022 solo añadió sal a la herida. Más alarmante aún fue la destrucción de otro de estos cazas por fuego amigo, una vergüenza táctica y una clara muestra de incompetencia en las filas rusas.
La anécdota del ciudadano ucraniano que derribó un Su-34 con un simple rifle no es solo humillante, es un testimonio mordaz de la vulnerabilidad de estos cazas. Este incidente debería llevar a una reflexión seria sobre la supuesta impenetrabilidad de estas máquinas. Pero, quizás, el incidente más trágico fue el del Su-34 que se estrelló contra un edificio residencial, matando a 15 personas. Este suceso no solo refleja una deficiencia técnica, sino también una falta de humanidad y responsabilidad.
El origen del Su-34, derivado del Su-27, revela una evolución estancada en conceptos anticuados. A pesar de su avanzada tecnología en papel, la realidad en el campo de batalla ha demostrado que la adaptación de viejas plataformas a nuevas necesidades no siempre resulta en un producto exitoso. La demora en la puesta en servicio oficial del avión hasta 2014, tras una evolución tortuosa de requisitos, sugiere un proyecto plagado de indecisiones y cambios de rumbo.
El Su-34 Fullback: un caza distinguido por su diseño, no por su desempeño
Tal vez las características más definitorias del Su-34 sean su morro de “ornitorrinco” y su cabina de pilotaje de lado a lado. Este diseño único hace que el caza sea fácilmente distinguible. A pesar de su apariencia, el Fullback mantiene la disposición básica, la construcción, el motor, la estructura del ala y el equipamiento de a bordo de su predecesor.
La longitud del fuselaje del avión es de aproximadamente 77 pies y su capacidad de combustible es de casi 27.000 libras. Propulsado por dos motores rusos AL-31FM1, el caza puede alcanzar una velocidad máxima de Mach 1,8 y tiene un techo de servicio de unos 56.000 pies.
Diseñado principalmente para cumplir una función de ataque, el Fullback es muy potente desde el punto de vista armamentístico. El caza Su-34 puede transportar más de 17.000 libras de armas en una docena de puntos duros situados bajo las alas y debajo del fuselaje, junto con un cañón interno GSh-30-I de 30 mm.
El caza también puede llevar 2 misiles Vympel R-27 (apodado “Álamo” por la Organización del Tratado del Atlántico Norte), R-73 y Vympel NPO R-77. Gracias a su cabina blindada, el Fullback también puede atacar objetivos a baja altura.
Además, según se informa, el caza posee un sistema electrónico mejorado, “armas de alta precisión y un conjunto de varios contenedores colgantes con equipos de reconocimiento”.
El Fullback: un espectáculo de ineficacia en el conflicto ucraniano
El Fullback, promocionado por las Fuerzas Aéreas rusas como un caza de alta gama, no ha estado a la altura de su reputación en Ucrania. Algunos analistas creen incluso que Moscú podría haber perdido más del 10% de su flota total de Su-34 Fullback en Ucrania hasta la fecha.
Aunque el avión es capaz de transportar una amplia gama de misiles y bombas avanzados guiados de precisión, la falta de inventario, efectivo y entrenamiento ha obligado a los pilotos de los Fullback a disparar “bombas tontas” desde distancias cortas a los objetivos, exponiendo a los fuselajes a misiles de corto alcance.
Debido a las amplias sanciones económicas impuestas al Kremlin por la comunidad internacional, las Fuerzas Aéreas rusas no deberían esperar recibir pronto municiones adecuadas para sus cazas.
El Su-34 Fullback, en su exterior, es un espectáculo visualmente distintivo, casi como una bestia mitológica con su morro singular y una cabina que desafía las convenciones. Sin embargo, esta fachada es un mero disfraz que oculta una realidad mucho más sombría y desilusionante. La estructura y los sistemas del Fullback, a pesar de ser herederos del venerable Su-27, parecen ser una reliquia de una era pasada, incapaces de adaptarse a las demandas del combate moderno.
La configuración armamentística, aunque impresionante en papel, se convierte en un tigre de papel ante la carencia de municiones avanzadas y un entrenamiento adecuado. Este caza, que debería ser un pilar de la fuerza aérea rusa, se ha visto reducido a un mero espectador en un teatro de guerra donde la eficiencia y la precisión son primordiales.
Las limitaciones del Fullback se hacen aún más evidentes en el contexto de la guerra en Ucrania. La pérdida de una porción significativa de su flota no es solo un golpe a la moral, sino también un testimonio de la ineficacia en su estrategia operativa. La necesidad de recurrir a bombas no guiadas, en una era donde la precisión es rey, es un anacronismo que no hace, sino destacar la desconexión entre el diseño del Fullback y las realidades del combate contemporáneo.
El Su-34 Fullback está diseñado principalmente para misiones de ataque. Puede transportar más de 17.000 libras de armamento, incluyendo una variedad de misiles y bombas avanzadas guiadas por precisión, en sus puntos duros situados bajo las alas y el fuselaje. Además, está equipado con un cañón interno GSh-30-I de 30 mm. Pese a su impresionante arsenal, su eficacia se ha visto mermada por la falta de municiones adecuadas y entrenamiento de los pilotos.
El Su-34 Fullback se distingue por su morro único, similar al de un ornitorrinco, y su cabina de pilotaje de lado a lado. Este diseño lo hace fácilmente reconocible. Aunque innovador en apariencia, mantiene la disposición básica, la construcción, el motor, la estructura del ala y el equipamiento de su predecesor, el Su-27.
El conflicto en Ucrania ha expuesto severamente las limitaciones del Su-34 Fullback. La pérdida de una parte significativa de su flota, incluyendo incidentes de fuego amigo y derribos por defensas ucranianas, ha resaltado la ineficacia de este caza en combate moderno. Además, la falta de municiones avanzadas y entrenamiento adecuado ha limitado su rendimiento.
Las amplias sanciones económicas impuestas al Kremlin han tenido un impacto directo en la flota de Su-34 Fullback. Estas sanciones han restringido el acceso a municiones avanzadas, obligando a los pilotos a utilizar bombas no guiadas y aumentando su vulnerabilidad en combate. Esto refleja cómo las sanciones afectan no solo la economía rusa, sino también su capacidad militar.
El Su-34 Fullback se originó como una evolución del Su-27 Flanker. Concebido a finales de la década de 1970 para reemplazar al Su-24, su diseño buscaba crear un fuselaje táctico de combate polivalente. Sin embargo, la evolución de los requisitos por parte de la Fuerza Aérea rusa prolongó su puesta en servicio oficial hasta 2014, lo que sugiere un proyecto plagado de indecisiones y cambios de rumbo.