El 9 de diciembre, un An-22 se partió en el aire durante un oblet tras reparación en Ivánovo; siete tripulantes murieron y videos mostraron fragmentos.
El An-22 se partió en vuelo durante oblet tras reparación en Ivánovo
Un Antonov An-22 “Antei”, uno de los mayores turbohélices construidos, se partió en el aire y cayó el 9 de diciembre de 2025 en la región de Ivánovo, al noreste de Moscú. El vuelo correspondía a una comprobación posterior a reparación y llevaba a siete personas, que murieron en el siniestro. El aparato descendió hacia el embalse de Uvod, donde impactó poco después. El 14 de diciembre aparecieron nuevas imágenes que mostraron desprendimientos en pleno vuelo.
El ministerio de Defensa de Rusia informó ese día que el An-22 realizaba un “oblet”, es decir, un vuelo de comprobación tras reparación, y que el impacto ocurrió en una zona despoblada. Una dotación de búsqueda y salvamento despegó hacia el lugar con el fin de establecer la suerte de la tripulación. Una comisión de las Fuerzas Aeroespaciales se trasladó para aclarar las circunstancias del accidente. El impacto se registró en una zona despoblada de Ivánovo.
Testimonios del área del siniestro describieron una pérdida de integridad estructural antes del impacto. Según esos relatos, el accidente ocurrió alrededor de las 12:00 y el An-22 comenzó a desintegrarse de modo súbito en pleno vuelo. Restos del fuselaje cayeron al embalse de Uvod, junto a la aldea de Ivankovo. Esa reconstrucción vinculó el suceso a una avería técnica en un aparato con más de medio siglo de servicio, previo al contacto con el agua.
La información procedente del lugar indicó que no se registraron víctimas ni daños en tierra y que los restos principales terminaron en el embalse. En las primeras horas, las tareas de recuperación se concentraron en el agua y en la franja próxima a la orilla, donde aparecieron partes del avión. Se movilizó apoyo para rescate y extracción de restos, con trabajos bajo el agua para localizar a las víctimas y los registradores de vuelo.
Camera 2 Footage of the crash of the Russian Defense Ministry's An-22 Antey heavy transport aircraft in the Ivanovo region on December 9 – Ai upscaled 150% + dehalo + compression reverse + 30 to 60 FPS + Stabilization + 200% Slow Mo https://t.co/p0Q511rkYg pic.twitter.com/YoHrHd11Aw
— Dariusz Zawadzki (@Military_oO) December 14, 2025
Datos clave del accidente y del material divulgado
- Fecha del accidente: 9 de diciembre de 2025.
- Lugar: región de Ivánovo; embalse de Uvod, cerca de Ivankovo.
- Tipo de vuelo: “oblet” tras reparación.
- Víctimas: siete tripulantes, sin heridos ni daños en tierra.
- Imágenes: publicadas el 14 de diciembre, autenticidad sin confirmar.
Operativo de búsqueda, situación en el embalse y datos del aparato
El 10 de diciembre, un representante de los servicios de emergencia citado por la prensa rusa situó el fuselaje en el embalse a unos 150 metros de la línea de costa y a cerca de cinco metros de profundidad, en las inmediaciones de Ivankovo. Ese dato se alineó con focos iniciales que priorizaron trabajos en el agua y en la franja próxima a la orilla, con recuperación de partes del avión.
Según esa información, el aparato siniestrado se fabricó en 1975 en la planta aeronáutica de Tashkent. A lo largo de su vida operativa acumuló alrededor de 6.500 horas de vuelo y más de 3.000 aterrizajes. Esos datos se añadieron a la descripción inicial del hallazgo del fuselaje en el embalse, en las cercanías de Ivankovo. El vuelo se enmarcó en trabajos reglamentarios realizados de forma reciente sobre el aparato, según esa reconstrucción.
Las labores de recuperación incorporaron apoyo para rescate y extracción de restos. El dispositivo organizó trabajos bajo el agua con el objetivo de localizar a las víctimas y los registradores de vuelo. La planificación incluyó la retirada de fragmentos sumergidos tras el establecimiento de la zona principal de búsqueda en el embalse de Uvod. No se notificaron daños en tierra durante esas tareas. Las búsquedas abarcaron también la franja próxima a la orilla.
En paralelo, los investigadores militares abrieron un procedimiento penal por presunta infracción de normas de vuelos o de preparación para el vuelo, y comenzaron actuaciones en el lugar del siniestro. Las diligencias comunicadas incluyeron la inspección del área, la incautación de documentación sobre explotación y reparación del avión y la toma de muestras de combustible para análisis pericial. Una comisión de las Fuerzas Aeroespaciales se desplazó a la zona para aclarar las circunstancias del accidente.
Investigación militar y videos difundidos el 14 de diciembre del An-22

Las imágenes difundidas el 14 de diciembre aportaron una secuencia de los últimos instantes del vuelo. Según la descripción, el material procedía de tres cámaras de videovigilancia de un complejo residencial cercano al punto de caída y apareció primero en un canal local antes de circular por redes sociales. En los videos se ven fragmentos que se desprenden en el aire y, antes del agua, se separa la sección de cola; la autenticidad no estaba confirmada.
El An-22 “Antei” pertenece a una familia de transportes pesados desarrollada en la Unión Soviética. Antonov situó el primer vuelo del AN-22 el 27 de febrero de 1965 y lo describió como el primer avión de transporte de fuselaje ancho. Entre sus parámetros figuraban un peso máximo de despegue de 225 toneladas, un diámetro de fuselaje de seis metros y hélices de 6,2 metros de diámetro, de gran tamaño para su época.
En Rusia, el modelo se mantuvo ligado a misiones de transporte militar de personal y material a larga distancia, y la prensa del país lo identificó como el mayor avión de transporte militar turbohélice. La familia se asoció al salto a plataformas de gran volumen dentro de la aviación soviética, con parámetros de gran tamaño para su época. Antonov situó el primer vuelo el 27 de febrero de 1965 del An-22.
En el caso del aparato accidentado en Ivánovo, los datos recabados tras el siniestro lo situaron como un avión con más de cincuenta años de explotación. Los informes publicados lo presentaron como el último An-22 que permanecía en uso en el país cuando efectuaba el vuelo de comprobación posterior a trabajos reglamentarios. Esa circunstancia enmarcó el oblet que terminó con la pérdida total de la aeronave y de su tripulación.
