El buque insignia HMS Prince of Wales de la Royal Navy emprende un viaje crucial a Estados Unidos, destinado a redefinir el paradigma de la aviación naval.
Despliegue del HMS Prince of Wales: Revolucionando la operativa naval
El buque de guerra más grande de Gran Bretaña ha iniciado su travesía otoñal, siendo este su despliegue más prolongado. Durante este viaje, se explorará la fusión de operaciones de portaaviones con aviones no tripulados, cazas furtivos de quinta generación, rotores basculantes y helicópteros. Esta misión busca transfigurar la metodología con la que la Royal Navy maneja los Carrier Strike Groups.
Tras pasar por el Canal de la Mancha, colaboraciones con la empresa W Autonomous Systems permitirán testear la implementación de drones en logística, facilitando entregas de hasta 100 kg a embarcaciones en alta mar. Esta innovación podría reemplazar, eventualmente, a costosos helicópteros navales en ciertas misiones.
Una vez en territorio estadounidense, se embarcarán cazas furtivos F-35B para extender las fronteras operativas de los jets de quinta generación del Reino Unido.
Optimización de operaciones con el F-35B
El caza F-35B, que ya ha sido sometido a rigurosas evaluaciones tanto en EE. UU. como en UK, será central durante este despliegue. A pesar de cinco años de operaciones desde portaaviones de la Royal Navy, aún persisten áreas grises en su operatividad y capacidad, que esta misión busca elucidar.
Se espera que, al finalizar el viaje, el HMS Prince of Wales haya implementado avanzadas técnicas de operación con drones, ampliado el rango y eficiencia del F-35B y aumentado la operatividad del avión de rotor basculante MV-22 Osprey del Cuerpo de Marines estadounidense.
El capitán Richard Hewitt y el comandante Martin Russell han expresado entusiasmo y preparación para los desafíos y oportunidades que este despliegue presenta.
Avances en tácticas de despegue y aterrizaje
Uno de los focos será mejorar técnicas de despegue y aterrizaje para el F-35, permitiendo retornos más rápidos y cargados al portaaviones. Esto implica una reducción del tiempo entre misiones y un incremento en la potencia de fuego del buque.
Además, se buscará operar el F-35 en las condiciones marítimas más adversas, validando su robustez en ambientes desafiantes.
Posteriormente, se pondrá atención a la siguiente generación de drones de despegue y aterrizaje cortos, particularmente el avión no tripulado Mojave, diseñado para operar desde pistas reducidas o cubiertas de vuelo.
Integración del MV-22 Osprey y visión a futuro
La fase final del despliegue en Estados Unidos se centrará en expandir las capacidades operativas de los MV-22 Ospreys del Cuerpo de Marines. Estos aparatos, únicos en su clase, juegan un rol crucial en logística y movilidad.
Expandir las capacidades operativas del buque con todas estas aeronaves establecerá un precedente para futuras misiones, culminando con el despliegue mundial del HMS Prince of Wales en 2025.