El J-10C tiene un potente armamento con 11 puntos de anclaje externos: cinco en el fuselaje, uno en la línea central, dos a cada lado del fuselaje y tres en cada ala.
Presentación del J-10C en el Salón Aeronáutico de Dubái
El J-10C, un avión de combate desarrollado por Chengdu Aircraft Corporation, fue presentado en el Salón Aeronáutico de Dubái por el Equipo de Acrobacia Aérea del 1 de Agosto, perteneciente a la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China. A finales del año pasado, Pekín envió siete de estos aviones a Oriente Medio. Estos J-10C no estaban involucrados en operaciones militares, sino que formaban parte del equipo de acrobacia aérea que se presentó en el evento de Dubái.
El equipo de aviación, creado en 1962 y nombrado en honor a la fundación de la PLAAF el 1 de agosto de 1927, ha participado en exhibiciones aéreas alrededor del mundo. Esta fue su primera aparición en el salón de Dubái desde 2017. Estuvieron allí para exhibir las capacidades del Chengdu J-10C “Vigorous Dragon” (denominación OTAN “Firebird”), un caza multifuncional, monomotor y de peso medio, diseñado y fabricado en China.
Con un diseño enfocado principalmente en el combate aire-aire como caza de superioridad aérea, también puede llevar a cabo misiones de ataque. Comparado con el F-16 Fighting Falcon estadounidense, el J-10C es producido por la estatal Chengdu Aircraft Corporation (CAC) para la PLAAF y la Fuerza Aérea Naval del Ejército Popular de Liberación (PLANAF), así como para la Fuerza Aérea de Pakistán (PAF). La muestra en Dubái marcó la primera presentación pública del J-10C en el Medio Oriente tras una significativa modernización.
Características técnicas y capacidades del J-10C
Desde su primer vuelo en 1998 y su incorporación al servicio de la PLAAF en 2004, el J-10 ha sido distinguido por su configuración de ala delta y diseño canard, diferente del MiG-29 ruso o el F-16 estadounidense, aunque se asemeja más a los cazas franceses Mirage. A diferencia de los Mirage, el J-10 cuenta con dos alerones tras la cabina, mejorando su maniobrabilidad, y está equipado con controles fly-by-wire.
El J-10C tiene un potente armamento con 11 puntos de anclaje externos: cinco en el fuselaje, uno en la línea central, dos a cada lado del fuselaje y tres en cada ala. Estas estaciones pueden cargar misiles aire-aire chinos como los Python 3 PL-8, P-11 o PL-12; o los misiles rusos Vympel R-73 (AA-11 Archer) o R-77 (AA-12 Adder).
Según AirForce-Technology, el PL-8, un misil de corto alcance guiado por infrarrojos, es una variante del misil israelí Python 3 fabricado en China bajo licencia por la Academia de China. El PL-11 es una versión del misil aire-aire de alcance medio Aspide de MBDA Italia, también producido bajo licencia. Para misiones de ataque a tierra, el J-10 puede llevar hasta seis bombas guiadas por láser de 500 kg, bombas de caída libre o cápsulas con cohetes no guiados de 90 mm.
Avances tecnológicos y mejoras del J-10C
Además, está armado con un cañón de 23 mm. Equipado con un módulo de designación de objetivos infrarrojo y láser, el J-10C puede utilizar armas guiadas por láser y navegación por satélite. Su radar de control de tiro de pulso Doppler, de diseño autóctono, puede rastrear 10 objetivos y atacar cuatro simultáneamente, con un alcance de detección estimado en 100 km.
Pese a los avances, China inicialmente carecía de la tecnología para producir motores de combate avanzados, usando en su lugar el motor ruso AL-31, originalmente diseñado para el Su-27 ruso. Este motor, aunque creado para usarse en pareja, es utilizado en solitario por el J-10. La variante más reciente, el J-10C, contará con el motor WS-10B y misiles aire-aire PL-15, además de un avanzado sistema de guerra electrónica, seguimiento infrarrojo de objetivos y radares AESA.
La participación del equipo acrobático en Dubái buscaba demostrar que China ahora se posiciona como un proveedor de hardware militar, destacando especialmente en Oriente Medio. En mayo, el equipo de acrobacias aéreas actualizó sus J-10A al modelo mejorado J-10C.
Interés internacional y exportaciones del J-10C
Egipto ha mostrado interés en el J-10C, mientras que Argelia y Arabia Saudita han entablado negociaciones para adquirir diversas plataformas, incluidos misiles y drones. Para China, vender aviones de combate sería un avance lógico en su oferta militar. En 2020, Pakistán se convirtió en el primer comprador extranjero del J-10C, con un pedido de 25 aviones, seguido por otro pedido de 11 unidades en 2021.
Hasta ahora, Islamabad ha recibido 20 de estos cazas en los últimos dos años. La cooperación militar entre China y Pakistán ha permitido fortalecer las capacidades defensivas de ambos países, contribuyendo a la estabilidad regional.
En conclusión, el J-10C se presenta como una opción viable y avanzada en el mercado de aviones de combate, evidenciando el progreso tecnológico y la capacidad de China para competir en el ámbito de la aviación militar.