El carro de combate T-34 de la era soviética fue el único vehículo blindado ruso presente en la celebración anual del Día de la Victoria en Moscú. La Plaza Roja, que normalmente se llena de cientos de plataformas militares, vio cómo esta reliquia de la Segunda Guerra Mundial acaparaba la atención.
El Kremlin ha estado trabajando para adquirir los restos de los tanques T-34 de Laos y Vietnam, con el objetivo de exponer estos históricamente significativos carros de combate. Aunque el T-34 fue una potencia formidable en su época, su presencia en el desfile del Día de la Victoria resalta la disminución del arsenal ruso de armamento pesado.
Una breve mirada a la historia del T-34 MBT
El T-34 MBT se desarrolló a finales de la década de 1930 para reemplazar los tanques T-26 y la serie BT, que se basaban en diseños extranjeros. Con una suspensión helicoidal inspirada en modelos estadounidenses, el T-34 demostró una movilidad superior en comparación con sus predecesores.
Además, sus anchas bandas de rodadura ayudaron a evitar que se hundiera en terrenos blandos. Armado con un cañón de 76,2 mm, el T-34 se ganó el reconocimiento como uno de los mejores carros de combate de la Segunda Guerra Mundial. Aunque presentaba desafíos ergonómicos y de comunicación, sigue siendo una figura emblemática en la historia militar.
El T-34 en la actualidad
Aunque el T-34 ha sido mayormente relegado a funciones de museo, recientemente ha habido informes de que Moscú ha tenido que utilizar otros vehículos blindados antiguos en sus acciones militares en Ucrania.
Esto sugiere que solo los tanques listos para el museo están disponibles para el Kremlin a medida que avanza la invasión. A pesar de su antigüedad, el legado del T-34 como una fuerza temible en la Segunda Guerra Mundial sigue siendo relevante hasta el día de hoy.